Ni feo ni difícil de aprender

Alicia Rojas de la Hera no entendía cómo en una provincia a la que el año pasado vinieron 250.000 turistas alemanes, tres veces más que británicos, no hubiese apenas academias dedicadas a enseñar exclusivamente alemán. "Es turismo de calidad y un buen mercado de trabajo para los que decidan estudiar el idioma", señala. Por eso, y después de percatarse de la demanda existente en colegios como Argantonio o San Felipe Neri, donde se imparte el idioma de Goethe, se decidió a abrir hace escasas fechas un centro de alemán, Hallo Deutschlan, en el número 5 de la calle García Escámez. Allí, Alicia, profesora nativa licenciada en Filología Alemana, imparte todos los niveles, desde 4 años a adultos, en clases muy reducidas, didácticas e interactivas.

Encarar el aprendizaje de esta lengua cuenta con algunos prejuicios, según Alicia Rojas. "Uno, que el alemán es un idioma feo y otro, que es difícil de aprender", destaca para luego añadir que "¿quién determina que una lengua es o no fea?". No ha contribuido mucho "la imagen de idioma agresivo y duro en la que tienen mucha culpa las películas en las que salen los nazis muy enfadados, regañando a todo el mundo. La gente tiene en mente esas voces, esa agresividad". El alemán, como todos los idiomas, "depende de quién lo hable y cómo lo hable. En cuanto a dificultad, todo se puede aprender. No es difícil de pronunciar, Las reglas de pronunciación son más sencillas y regulares que las del inglés", concluye.