La educación en Cádiz se apresta a vivir unos meses complicados. El anunciado cierre del colegio Adolfo de Castro que se fusionará con el Fermín Salvochea ha despertado las alarmas en un año en el que el proceso de escolarización contará con un déficit poblacional ya conocido: en la capital gaditana nacieron en el año 2021 alrededor de 150 bebés menos que en 2020. Esto significa que, en teoría, Cádiz necesita este año unas 150 plazas menos en las aulas de 3 años, en las que arranca la etapa de Educación Infantil. El dato, que debe confirmarse cuando acabe el periodo de escolarización porque pueden darse altas o bajas por traslados de las familias, no es nada halagüeño, pues supone en global casi seis clases menos de 3 años para el próximo curso, una caída además que arrastraría en años posteriores a los siguientes cursos. La Flampa Gades, la federación que agrupa a las asociaciones de padres y madres de la escuela pública gaditana, trabaja con esas cifras desde hace tiempo y reclama a las autoridades educativas que la oferta de plazas no sea tan amplia como en años anteriores y se ajuste lo más posible a las cifras oficiales de población del Instituto Nacional de Estadística.

Montse Ruiz, presidenta de la Flampa Gades, advierte del proceso de escolarización que se avecina poco después de evaluar para este periódico el cierre del Adolfo de Castro, que califica como la “crónica de una muerte anunciada”. Un colegio con 33 alumnos repartidos en tres grupos escolares: de 3 a 8 años, cuarto y quinto de Primaria, y sexto de Primaria. Un aviso a navegantes de cara al futuro.

Desde la Flampa Gades se recuerda que las Jornadas de Escolarización que generalmente comienzan en marzo se van a adelantar en los colegios públicos. Así lo hará, por ejemplo, el colegio Tierno Galván, que en marzo acogerá las olimpiadas escolares y, con buen criterio”, según Ruiz, celebrará estas jornadas informativas acerca del colegio para estos próximos días. Igual harán otros centros públicos.

Montse Ruiz recuerda que la Flampa ofrece durante “todo el año” una información constante sobre las actividades de la escuela pública gaditana, sobre todo a través de las redes sociales, y que ahora serán los distintos colegios los que organicen sus propias jornadas. Un año, además, en el que la presidente de la Flampa señala que también la enseñanza concertada está adelantando sus jornadas de puertas abiertas.

¿Y qué reclama la Flampa Gades a las autoridades educativas para hacer frente a las consecuencias de la bajada de la natalidad en Cádiz en el año de la pospandemia? Montse Ruiz recuerda la “eterna” reclamación de la reducción de la ratio por línea, para situarla entre los 15 y 20 alumnos por clase, y apunta la idea de reducir las líneas en los colegios de la capital: “Que ningún colegio, ni público ni concertado, tenga más de una línea de 3 años. Y si la demanda supera esta única línea, que se empiece a desdoblar pero con preferencia para los centros públicos. Cualquier administración debe preservar los servicios públicos”.

Teme Montse Ruiz que desde Educación se oferten, como se hace habitualmente, muchas más plazas de las que realmente se saben, por una cuestión de estadística, que se necesitan.

Es evidente que el cierre del colegio Adolfo de Castro ha caído como una losa en el conjunto de la escuela pública gaditana, que ya ha visto como en los últimos años han sido ocho los centros educativos que han ido cayendo: “Éramos conscientes de que el colegio Adolfo de Castro podría cerrarse, ha sido la crónica de una muerte anunciada. Creemos que desde la administración no se ha hecho nada para evitarlo”.

La Flampa “respeta” la decisión del Consejo Escolar del Centro, formado por representantes del claustro de profesores, del Ampa y por un representante municipal, aunque acogen con “pesar” el cierre del centro público. En todo caso, entienden que la comunidad educativa ha tomado “la mejor decisión posible para el bien del alumnado. Creemos que ha sido una salida bastante digna”.

Cabe recordar que este colegio ubicado en el Cerro del Moro agrupa este curso en una sola línea a menores de entre 3 y 8 años, una situación educativa verdaderamente atípica y más propia de territorios despoblados, como las zonas rurales, y que Montse Ruiz revela que se ha dado en otras ocasiones en la capital gaditana.

Hace casi tres años, precisamente. Fue la comunidad educativa del colegio Gadir la que emprendió protestas y movilizaciones contra el recorte de líneas en ese centro de la barriada de la Paz y la creación de un aula mixta para el primer ciclo de Primaria, los alumnos de primero y segundo curso. Fue un año en el que también la Educación Infantil sufrió un severo recorte de plazas pues se matricularon un centenar menos de niños de 3 años que en el curso que comenzó en 2020, algo menos de lo que se espera para el próximo curso.

El próximo proceso de escolarización, con atención especial a las plazas de 3 años, será el que dibuje el mapa educativo de la capital gaditana, marcado desde ya por el anuncio de la eliminación de uno de los colegios de la ciudad. Los números que ya se conocen no invitan, salvo sorpresa, al optimismo.