Las trabajadoras de los módulos de playa acudieron ayer al pleno extraordinario donde exhibieron diversos carteles en los que expresaban entre otras cosas que su futuro laboral dependía de un examen, prueba que tendrán que realizar en el futuro para pasar a su condición de personal laboral municipal.

A la salida del pleno mantuvieron una breve conversación con el alcalde en la cual José María González les pidió que no se dejaran manipular, señalando a la vez a algunos de los delegados del sindicato que acompañaba a este grupo.

Asimismo, las mujeres querían que se les asegurara por escrito que ellas iban a continuar en el servicio, a lo cual el alcalde les contestó que eso en ningún momento lo podía hacer: "tú sabes cómo es esto, que lleváis muchos años en el sindicalismo".

Las empleadas también manifiesta desconocer la situación en la que se encuentran ahora y qué va a ocurrir a partir del 15 de septiembre, cuando muchas dejen de prestar su servicio por el final de la temporada veraniega.

Lo que sí han hecho las trabajadoras es presentar una denuncia ante la Inspección de Trabajo porque afirman que no han tenido conocimiento por escrito de su nueva situación laboral al extinguirse su relación con la anterior empresa, en este caso Acciona, que fue la concesionaria del servicio hasta el pasado 31 de agosto.

Las empleadas, que ya pertenecen a la empresa municipal Cádiz 2000, dicen que ésta está incumpliendo la Ley de Prevención de Riesgos Laborales "dado que, entre otras incidencias con su uniforme, no ha facilitado a dichas trabajadoras el calzado adecuado para el desarrollo de sus funciones". Para ello pide a la Inspección que se verifique lo denunciado y una vez que los comprueba, levante el acta de infracción correspondiente.

La empleadas remunicipalizadas también han solicitado poder estar presentes con dos miembros el próximo martes en el consejo de administración que tiene que celebrar Cádiz 2000 y donde se verá, entre otras cosas, la paralización del proceso de remunicipalización que ha pedido el PP.