Tal día como hoy, Viernes de Dolores, es más que probable (no hay nada seguro aún) que la orden de Servitas salga a la calle a realizar su salida procesional. La vieja aspiración de la corporación de San Lorenzo está ya tramitándose en los despachos del Obispado. Y sobre todo lo relacionado con ese cambio de día habla en profundida la priora, Encarnación Orellana, en esta entrevista.

-¿Será el de este año el último Viernes Santo de Servitas?

-Esa es la pregunta del millón. Esperamos que sí, o al menos nosotros tenemos esa ilusión.

-¿Cómo van los trámites para ese cambio de día?

-Ya están todas las instancias echadas, pendientes de la resolución que adopte el Obispado.

-¿Depende ahora todo del Obispado? ¿Os podrían decir que no a salir el Viernes de Dolores?

-No tendría por qué, pero nosotros nos debemos a nuestro pastor. Todos los trámites se han hecho a través del delegado episcopal, que es el que ha dado curso a toda la tramitación.

-Pero ya habrán dado algunos pasos anteriores, ¿no?

-Ya contamos con el beneplácito del párroco de San Lorenzo; y el delegado de la provincia nuestra española también nos apoya.

-¿Y los hermanos…?

-Como orden seglar que somos, los profesos tenemos capacidad para tomar decisiones. Pero aún así quisimos hacer una reunión con todos los hermanos para exponerles el asunto y explicarlo todo. Yo pregunté si alguien no estaba de acuerdo con el cambio, y sólo hubo un hermano que se negó; y calculamos que había más de cien personas. Es más, hemos encontrado más apoyo que el que en principio esperábamos.

-Explique, una vez más, los motivos que os lleva a plantear este cambio

-Desde nuestra fundación el día principal es el Viernes de Dolores; después la Iglesia instituye el 15 de septiembre, pero aún así a la orden de los siervos sigue celebrando la solemnidad. Fíjese si es así que pese a ser Cuaresma, el viernes (hoy) el sacerdote puede ir revestido de blanco, por ser nuestra fiesta. En 1881 y para engrandecer la Semana Santa, que por entonces no llegaba a diez pasos, el entonces alcalde Cayetano del Toro pidió que la Virgen de los Dolores pasara a la Semana Santa, porque ya entonces era una procesión atractiva. Eso no fue tan fácil, supuso un litigio de once años porque en la orden no lo veían claro. Incluso la asociación de vecinos del barrio, entonces esto era de La Viña, se ofreció a pagar todos los gastos de la salida, y ni aún así. Pero al final intervino el obispo Calvo y Valero para decir que se pasara a la Semana Santa y se acordó hacerlo el día más próximo a la festividad, que fue el Domingo de Ramos.

Ya luego, en el año 1967, pasa al Viernes Santo. La historia fue que entonces sacaba la Virgen El Pájaro, que también llevaba Humildad, que pasó al Domingo. Y eso fue lo que motivó que se pasara al Viernes Santo.

-Pero después de más de cien años en la Semana Santa, ¿por qué sigue existiendo en la orden ese deseo de volver al Viernes de Dolores?

-Siempre ha estado en el ánimo de la casa. Aquí el Viernes de Dolores es el día de la Virgen. Hubo un tiempo que se pensó en el 15 de septiembre, pero por el carácter penitencial se veía mejor el Viernes de Dolores. Ha habido muchos consejos de gobierno y muchos capítulos en los que se ha planteado. Al final, este año se volvió a plantear y empezamos a movernos. Pensamos que era el momento de hacerlo. Cuando pasamos a la Semana Santa era por un motivo que ya realmente no tiene por qué, porque la Semana Santa actual ha crecido muchísimo.

-Sin embargo, hay quienes dicen que su marcha supone un duro golpe para la recta final de nuestra Semana Santa…

-Los hermanos mayores del Viernes Santo, que son con los que más relación mantengo, me han animado y no han puesto ninguna pega en ningún momento, que son los que pueden verse más afectados por el cambio. Yo es que diría que a lo mejor en vez de perjudicar al Viernes Santo, lo que hacemos es beneficiar a la Semana Santa, de alguna forma la ampliamos.

-¿Pensáis que el cambio va a ser positivo para Servitas?

-Por supuesto que sí. Cuando tomamos una decisión, está bastante madurada. Y además le digo que si es un cambio, es para siempre; no hay marcha atrás. Y además de para Servitas, el cambio es positivo para la ciudad.

-¿Veremos capirotes el Viernes de Dolores?

-Sí. Al menos la idea nuestra es salir tal cual hacemos ahora. De hecho, estamos dentro de la Cuaresma, que por otro lado no termina el Domingo de Ramos, sino el Jueves Santo. Es más, en las crónicas de la orden aparece que cuando salía el Viernes de Dolores, la gente que salía acompañando lo hacía con la cabeza cubierta; imagino que con un gato, o las mujeres con un velo, porque el capirote es posterior a esos tiempos.

-También querrán ir a la Catedral, entonces.

-A nosotros nos haría ilusión entrar en el primer templo de la diócesis. Quizás con otro carácter al de la estación de penitencia, a lo mejor que celebrando dentro un acto mariano… Pero dependerá de los canónigos, en cualquier caso.

-¿Se imagina el Viernes de Dolores de 2016 la procesión puesta en la calle, con los hermanos vistiendo hábito, visitando la Catedral…?

-Hombre, el recorrido es algo que no lo hemos planteado aún, y a lo mejor la carrera oficial no sería apropiado, porque pasaríamos entre los palcos sin sillas ni nada. Pero nuestra intención es entrar en Catedral, con todos los canónigos allí como padrinos que son de la coronación. Allí haríamos un acto mariano dentro y luego regresar a casa pasando por las descalzas, lógicamente, que son las madrinas de la coronación y estamos hermanadas con ellas, y visitando luego parte de la feligresía nuestra. Esa sería mi imagen. Pero ya veremos…