¿Cómo deben ser los muebles de oficina y el espacio de trabajo?
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Los trabajadores que pasan mucho tiempo en oficinas, despachos y escritorios valoran muy positivamente la presencia de sillas y muebles de oficina que sean de calidad, cómodos, funcionales y versátiles, pues todo ello es condición necesaria para garantizar la máxima productividad.
Por supuesto, su presencia va de la mano de buenas condiciones laborales, como los horarios, el espacio disponible, la iluminación, la temperatura y los aspectos estéticos. En Panel2000 son expertos en el mobiliario de oficina y ofrecen equipamiento confortable y de garantía para sacar partido de la jornada laboral.
Si siempre han sido muy importantes los muebles de oficina, ahora parece más claro que nunca con la pandemia del coronavirus y la promoción del teletrabajo. Además, este fenómeno venía ya siendo impulsado desde tiempo antes, pues el trabajo a distancia ofrece ventajas interesantes en muchos aspectos: compatibilidad vida laboral – vida familiar, libertad de horarios, reducción de desplazamientos…
Resaltada la importancia que tiene contar con un buen equipamiento y mobiliario de oficina, porque en ellos se pasan muchas horas a la semana, llega el momento de conocer algunas claves para acertar con la elección.
La funcionalidad siempre ha de primar sobre la estética
En la elección del mobiliario de oficina entran en juego muchos condicionantes, y por supuesto la estética es también importante. Si trabajas en una oficina o un despacho bien decorado, con un estilo no muy recargado que invite a aumentar la productividad, siempre es bienvenido, pero esto no debe ser el primero objetivo a buscar.
Por ello es fundamental resolver primero cuestiones como que la mesa de oficina tenga suficiente espacio para guardar archivos, que los muebles se adapten a diferentes funcionalidades, que resulten cómodos y con bastante espacio para las piernas y que, a su vez, sean muebles de fácil mantenimiento.
La ergonomía, otro factor clave
Continuando con la funcionalidad llegamos hasta la ergonomía, que es la disciplina que se centra en el diseño de los objetos para que sean manejables y no provoquen rechazo ni molestias. Hay que tener en cuenta que en la oficina pasamos muchas horas al día y lo principal es que ese tiempo resulta agradable.
Para la silla de escritorio hay que adquirir un modelo que no resulte comprometedor para la salud de la espalda, que sea regulable en altura, cuente con reposabrazos y sea ligera al tiempo que resistente. Sobre la conveniencia de usar sillas con o sin ruedas, eso ya depende del gusto de cada persona, aunque las que incorporan ruedas permiten más movilidad.
La inversión en ergonomía no se limita exclusivamente a la silla, también hay que disponer de una mesa a una altura adecuada, cuidar la iluminación de la pantalla, las posturas corporales, la distancia al ordenador y cuestiones similares.
El diseño de la oficina y el tamaño de los muebles
Entramos ahora en el apartado estético, pues hablamos de diseño. Ya comentamos que la decoración ha de estar puesta al servicio de la funcionalidad. Una oficina bien diseñada es aquella que promueve un espacio de trabajo agradable y en la que es posible pasar muchas horas sin sentir dolencias musculares, agotamiento mental y otros problemas.
Esto invita a seleccionar sillas de escritorio y mobiliario de oficina que se ajuste al espacio disponible. En grandes centros de trabajo esto es un problema menor, pues desde la propia fase de diseño se tienen en cuenta estos temas, pero cuando toca equipar una oficina o un despacho en casa, la tarea se complica.
Por muy bonita que sea la mesa de escritorio hay que valorar también el diseño y el espacio del resto de la estancia, para ver si se pueden abrir los armarios y cajones y si se circula de manera sencilla.
Iluminación natural e iluminación artificial neutra
Un último tema a tratar es la iluminación. Siempre que sea posible ha de priorizarse la iluminación natural, pues es la más sana, la que refuerza la productividad y nos conecta con el espacio exterior. Sin embargo, la oficina ha de estar ocupando un espacio que no reciba iluminación directa, para no sentirse cegado por los rayos de sol.
La iluminación artificial es también imprescindible, pues no siempre va a ser suficiente la luz solar. Además, estos puntos de luz pueden dedicarse a iluminar zonas concretas de la oficina, focos dirigidos.
Dentro de este tipo de iluminación se distinguen entre luz fría, neutra y cálida. La neutra es la más parecida a la natural y la más idónea para todo tipo de salas. Además es la menos molesta, pues la cálida es apta para recrear ambientes cálidos y acogedores y cuando se trabaja no se busca eso. La blanca fría es demasiado intensa, así que la mejor para ganar en rendimiento es la neutra blanca.
Estos consejos pueden ayudar a mejorar la productividad en los espacios de trabajo, pero hay que seguirlos de manera indicada, centrándose primero en la funcionalidad y después buscar la estética, nunca al contrario.
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