El "crucero de la caca" dejó atrás su mala suerte tras su paso por Navantia de Cádiz
Llegó al astillero gaditano como Carnival Triumph y se marchó renovado, mejorado y con un nuevo nombre para enterrar el escatológico pasado del buque turístico de la naviera norteamericana
Más de 4.000 pasajeros tuvieron que hacer durante varios días sus necesidades en bolsas de plástico e incluso tuvieron que andar sobre heces al desbordarse los váteres del barco
El ‘Carnival Triumph’ llega a Cádiz para una reforma integral a contrarreloj

Cádiz/Fue bautizado en julio de 1999 como el Carnival Triumph, pero ese optimista nombre no le duró demasiado. En cuestión de 14 años, en 2013 fue rebautizado por el mundo entero y por todos los medios especializados en el sector como el "crucero de la caca" (poop cruise).
Tuvo que pasar ese tiempo y tuvo que pasar por el astillero de Navantia en Cádiz para dejar atrás con todo éxito no sólo esa denominación sino toda aquella desgraciada historia que le hizo ganarse de manera merecida aunque despiadada el apelativo del crucero del popó o de la caca.
Puede sonar bastante infantil la denominación pero ésta está muy relacionada con lo que este buque vivió en febrero de 2013 tras sufrir un problema en su sistema eléctrico durante uno de sus trayectos por aguas centroamericanas.Tras un incendio en la sala de máquinas que destruye los cables eléctricos que alimentan todo el barco, el barco queda a la deriva sin energía para propulsión, refrigeración, iluminación, aire acondicionado y, lo peor de todo, con el sistema de los inodoros de todo el barco inutilizado.
¿Y qué tiene que ver con Cádiz?
La plataforma Netflix ha anunciado una película titulada 'Fiasco total: El crucero de la caca', producida este mismo 2025, que cuenta en un impactante documental sobre el "infame crucero de la caca" de 2013, un incendio en un motor que dejó a 4.000 pasajeros varados en alta mar sin electricidad ni retretes. Con esta entradilla es fácil deducir el origen del apodo que adquirió el Carnival Triumph.
¿Y que tiene que ver Cádiz en todo esta trama? Ni más ni menos que la pesadilla de este buque turístico de la Carnival le duró desde ese 2013 hasta que pasó en 2019, después de sobrellevar otras varias desgracias, para tratar de cambiar el mal fario de este barco con una importante y copiosa inyección de dinero, que conllevó una importante remodelación del barco y, sobre todo, a sabiendas de las supersticiones que rondan entre los marinos, intentar cambiarle la racha de mala suerte que le llevó a adquirir ese sobrenombre del "crucero de la caca" y llevarlo a convertirse casi en un crucero maldito.
Fue aquí en Cádiz, en la factoría gaditana de reparaciones de Navantia donde dejó atrás su mala suerte, su nombre de Carnival Triumph, para pasar a llamarse Carnival Sunrise (amanecer) y convertirse en uno de los buques de la flota de la norteamericana Carnival mejor dotado del mundo. En Cádiz dejó ese mal fario y su bien merecido apodo.
En este documental de Netflix que se estrena el próximo 24 de junio se cuenta todo al detalle, tal y como describen desde el suplemento Cinemanía. Es ahí donde avanzan parte de la historia que viene a contar este documental de Netflix.
"Febrero de 2013, el crucero Carnival Triumph parte de Galveston (Texas, EE UU) para pasar cuatro días de diversión y desenfreno en las aguas atlánticas del Golfo de México. Poco podían esperar las más de 4.000 personas a bordo, entre pasajeros y tripulantes, que esta experiencia se volvería una verdadera pesadilla cuando un incendio causara un fallo eléctrico que los dejaría varados durante cuatro días en mitad del mar".
Así indica este medio especializado en cine. Es James Ross, cineasta reconocido por sus trabajos anteriores Defoe y Anton Ferdinand: Football, Racism and Me, quien se sitúa al frente de la narración de una historia tan delirante que incluso parece ficción.
Pero nada más lejos de la realidad y, tal y como aparece, en el documental queda patente con el testimonio de muchos de los protagonistas que tuvieron que vivir un auténtico infierno que nunca olvidarán por mucho que pase el tiempo.
Y es que el fallo eléctrico no solo hizo que la propulsión de la embarcación fuera imposible, teniendo que pedir auxilio para que fuera remolcada, sino que algunas cosas tan básicas como las cocinas y los baños dejaron de funcionar. Esto provocó que, durante estos días, la gente caminara sobre sus propios excrementos e hicieran sus necesidades en bolsas de plástico, provocando que el barco fuera denominado en los medios como el crucero de la caca.
Lejos de quedar ahí la historia, una pérdida del cable del remolque provocó que el crucero fuera amenazado con quedar a la deriva de nuevo, pero finalmente pudo ser solucionado y los pasajeros pudieron ser rescatados.
Los pasajeros desembarcaron después en Mobile (Alabama, EE UU), haciendo que el tema de los excrementos diera la vuelta al mundo con testimonios como éste: "Tratabas de pasear por la cubierta y de ir a la cafetería, pero el suelo estaba lleno de heces y tenías que pasar por encima" o "El olor repugnante y cada vez peor, ya no eran vacaciones era supervivencia" eran algunos de los comentarios más compartidos por aquellos que denunciaban que las alarmas ante el incendio ni saltaron.
Después de varios años, Carnival, con dinero y con muchas ganas de dejar atrás toda esta pintoresca y escatológica historia, fue remolcado hasta el puerto de Cádiz y con una inversión de más de 200 millones de dólares, el barco se transformó en 2019 y cambió de nombre a Carnival Sunrise, comenzando a operar nuevo con una nueva vida y dejando atrás una estela poco habitual.
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Es Director territorial SurLevante de Howden Iberia.