Cuatro cruceros de gran tamaño con 17.264 personas, entre pasajeros y tripulantes, llegaron ayer a Cádiz. Es el mayor volumen de turistas que ha venido en barco a la ciudad en un mismo día. Y se notó. Sobre todo en las zonas más cercanas al muelle.

De hecho, durante toda la mañana, las terrazas de las calles y plazas más próximas al área portuaria estuvieron llenas; y había calles en las que era obligado caminar despacio para no chocar con la cantidad de personas que transitaban por ellas. Era el caso de las más comerciales, como Compañía, Columela o la plaza de las flores. En algún caso, incluso había que ir sorteando las cámaras de los turistas para no aparecer en sus fotografías.

Hubo músicos que aprovecharon la ocasión para mostrar su arte en la calle, como una banda de jazz que estuvo deleitando a todo el que pasaba por San Juan de Dios y, de paso, aprovechaba para sacar algo de dinero. Podía escucharse música también en la plaza de la Catedral, en Pelota y Santiago. En el arco del Pópulo, pudo verse hasta un espectáculo de baile flamenco.

Muchas tiendas estaban abarrotadas, pero la verdad es que de pocas salían los turistas con bolsas. "Hoy se ve más movimiento en la calle y entra mucha gente en la tienda, pero compran poco. No hay más ventas que otros días", indicaban en La Botica de la calle Compañía. Lo mismo decían en la zapatería Nuria Cobo, un establecimiento que suele vender cuando vienen turistas extranjeros pero ayer sus dependientes se llevaron una sorpresa, ya que apenas se llenó el local.

Las bolsas que más se veían en las manos de los turistas eran las de las tiendas de Inditex, Eutimio y Tinoco. En Eutimio aseguraban que notaban "muchísimo" cada vez que atracaban cruceros en la ciudad. "Es algo que hay que incentivar y cuidar mucho. Este turismo no se puede perder porque si no, sería una ruina", indicaba una de las dependientas de la tienda. En otros establecimientos, como en Charanga o Tous, criticaban el hecho de que algunos cruceros vinieran con autobuses concertados para hacer excursiones fuera de la ciudad, dejando así los turistas de comprar en la capital gaditana.

El gran ambiente que había ayer en el centro se iba diluyendo a medida que nos alejábamos del puerto. Pocos turistas llegaron más allá de las plazas de San Francisco y San Antonio, concentrándose todos en los alrededores del muelle. A media tarde, tras la marcha de los buques, la ciudad volvió a la normalidad.