Uno de los principales retos que se presenta en el futuro inmediato de la Zona Franca de Cádiz es conseguir comercializar el inmenso espacio de Altadis, que se encuentra dentro del recinto fiscal.

Quitando estos terrenos, el recinto fiscal se encuentra prácticamente colmatado con un 95% de ocupación y en el mismo se ubican grandes operadores que están en continuo crecimiento y que demandan espacio. Estos son los casos de Harinera Vilafranquina, que actualmente dispone de 19.000 metros cuadrados; Cayco, con 12.500 y una importante expansión de espacios para 2022; Petaca Chico, con 11.500 metros cuadrados; y otros 8.800 que tiene Olivia Petroleum.

En los 120.000 metros cuadrados de Altadis el trabajo que se está realizando desde que se adquirió en el año 2016 es el acondicionamiento de estas instalaciones obsoletas para garantizar que se puede poner en uso.

El delegado del Estado en la Zona Franca de Cádiz, Fran González, sigue pensando que quiere colocar la pastilla de 120.000 metros cuadrados a una sola industria: “Primero porque creo que la ciudad de Cádiz y la Bahía lo necesitan. No nos podemos permitir perder ni un sólo metro cuadrado más de suelo industrial”.

En este sentido, mientras que eso no llega, hay varios operadores de la Zona Franca, como Cayco, que están utilizando algunos espacios de manera temporal.

Sin embargo, la gran novedad va a estribar en que la Zona Franca va a sacar un concurso para que una gran empresa o consultora sea la que pueda comercializar de manera internacional esos espacios.

En la Zona Franca de Cádiz son conscientes que hay mercados a los que les puede ser difícil llegar, por lo que van a sacar a licitación a lo largo de los próximos meses este concurso.

Mientras tanto, lo que se está trabajando es en ir acondicionando las distintas naves para que puedan estar a punto.

No obstante, esto iría en paralelo con las gestiones que está haciendo la Zona Franca por su parte y en coordinación con otras administraciones, como la Agencia Idea y Extenda.

Cambio de paradigma

Fran González también ha explicado que ahora mismo “no estamos en el modelo histórico que se ha seguido en el que venía una empresa, la Zona Franca adelantaba la obra y, si el proyecto empresarial fracasaba, éramos nosotros los que nos comíamos la deuda. El único que le estamos haciendo eso ahora mismo es a la Guardia Civil para su proyecto en el edificio en cruz”. Ahí sí se están acondicionando los espacios y en el precio de arrendamiento es donde se incluirán los costes de adaptación.

Por ello, afirma que ahora, “por muy solvente que sea la empresa, tiene que presentar su fianza, los papeles y toda la historia y la obra tiene que correr a cargo de ellos”.

En este caso, habla de que hay que ser “pedagógicos” en el sentido de que “hay que poner alfombras rojas para que se generen condiciones para que se instale el inversor pero hay un riesgo empresarial que no puede estar soportado por la administración pública. Es un cambio de paradigma y de escenario en el que yo creo ahora. Ese conservadurismo en el que estamos es el que nos ha llevado a estabilizar un poco las cosas”.

Convenio con el Ayuntamiento

Una de las primeras cuestiones que abordó Fran González a su llegada a la Zona Franca fue firmar un convenio con el Ayuntamiento de Cádiz que tenía varias líneas de ejecución. Por un lado estaba la del saneamiento económico en la que ya se han cumplido objetivos con el asunto de la reducción del IBI.

Hay otro aspecto que considera importante y es el de “la normalización de relaciones con el Ayuntamiento y con otras administraciones que hemos tenido”.

Otra de las patas es la urbanística “pero desgraciadamente en la administración las cosas van un poco más lentas pero va dando sus frutos, sobre todo en la coordinación para ir avanzando en los trámites”. Por otro lado, después de las navidades esperan poder anunciar los proyectos en materia de renovables y eficiencia energética.