Una concejala de Cádiz defenderá el ciprés de 50 años que el futbolista Suso, del Sevilla, quiere que talen cerca de su piscina
Maite González, segunda teniente de alcalde, asistirá como letrada a la comunidad de propietarios demandada por el jugador gaditano
"Suso no pretenderá que cortemos todos los árboles de Cádiz para que cuando sople el viento no caiga nada al suelo”, dice el administrador de la finca
Ecologistas acusan al futbolista Suso, del Sevilla, de pedir que talen un árbol de 50 años porque le avería la piscina de su chalet de lujo en Cádiz

Cádiz/Tiene nada menos que 50 años de vida -aunque la parte demandante le quita 20- y se levanta sano y fuerte -aunque la parte demandante no lo considere así- entre 10 y 12 metros de altura gracias a un tronco de más de 50 centímetros de diámetro. Puede que formase parte de un seto de esos que se alzaban en los años 70 como muro natural para proteger los jardines de los vientos, pero también la privacidad de los vecinos. Por eso estaría tan pegado a la tapia que separa las dos parcelas. Como el resto de las plantas del jardín que circunda el edificio de Avenida de la Bahía, 9, en el próspero barrio de Bahía Blanca, está bajo el cuidado de un jardinero profesional que lo poda cuando procede y que asegura que goza de buena salud.
Este que se ve en las fotos es el ejemplar de Ciprés de Monterrey (Cupressus macrocarpa) que el futbolista gaditano del Sevilla FC (probablemente en el Cádiz CF en breve) Suso ha pedido que se tale porque le ensucia la piscina de su chalet e incluso le avería la depuradora, alegando también razones de seguridad. Por estos motivos ha demandado a la comunidad vecina, tal y como publicó ayer Diario de Cádiz, a partir de un comunicado que hicieron público ayer desde Agaden-Ecologistas en Acción.
En la demanda, a la que ha tenido acceso este periódico, se determina que la petición de talado se hace concretamente por “el lugar de plantación del árbol, incumpliendo las distancias mínimas exigidas por el Código Civil”, que es de no menos de dos metros de la linde, y por “la situación de inseguridad del árbol, que hace necesario y conveniente su tala (a más del motivo anterior que, de por sí, es suficiente para atender las legítimas pretensiones de esta parte)”. En el informe técnico que aportan se concluye que “debido al riesgo de caída de ramas y las incomodidades que está ocasionando el ciprés en la parcela colindante, junto a la inclinación y descompensación de la copa del árbol, la recomendación técnica es eliminar el Cupressus macrocarpa lo más rápido posible, antes de que contribuya a ocasionar daños personales y materiales de mayor índole”.

En defensa del ‘árbol acusado’ cuya condena a muerte pide el futbolista, es decir, en defensa de la comunidad de propietarios demandada, ejercerá como letrada la segunda teniente de alcalde del Ayuntamiento de Cádiz, Maite González García-Negrotto, a la sazón miembro de esa misma comunidad de propietarios como dueña de un piso actualmente en alquiler en ese edificio, según ha podido saber este periódico. Como abogada de la parte denunciada tendrá que rebatir los argumentos de la parte demandante, entre los que también figura una escueta respuesta de la Delegación de Medio Ambiente que encabeza su compañero de equipo de Gobierno, José Carlos Teruel, en la que se dice que “ese árbol no está catalogado”. "Pero no hay ningún informe oficial. Es solo un mensaje de Whatsapp sin firmar", asegura a este periódico José Carlos Correas, administrador de la finca y representante de la comunidad de propietarios
“Recibimos la demanda el lunes. Nuestra sorpresa es que el árbol lleva allí desde el año 1975 y lo lógico es que cuando te vas a construir una piscina, el arquitecto tenga en cuenta donde la va a poner, y no la ponga justo pegada al muro que divide las dos parcelas y debajo de un árbol”, explica José Carlos Correas. "En Cádiz, que tenemos levante y poniente y todo tipo de vientos durante todo el año, te van a caer hojitas y ramitas seguro", añade.
“Yo he tenido piscina y se suele usar de mayo a octubre, que tampoco estás todo el rato en remojo como una bolsita de té. El resto del tiempo se suele tapar con una red, con un toldo o con otro tipo de cubiertas más modernas que hay en el mercado. Además están los filtros de la depuradora, así que es difícil que se atasque un motor. Y aunque eso pueda pasar, será más razonable comprar un motor que talar un árbol de 50 años de antigüedad”, argumenta el administrador de la finca. “Y aunque se tale este árbol, te seguirán cayendo hojitas y ramitas de árboles y dátiles de palmeras. Porque Suso no pretenderá que cortemos todos los árboles de Cádiz para que cuando sople el viento que sople no caiga nada al suelo...”. José Carlos Correas asegura que Suso también ha pedido a Medio Ambiente que se corten los árboles de la acera a la entrada a su chalé por la calle Tamarindos.

“Las primeras comunicaciones de queja fueron a mediados de 2024”, cuenta José Carlos Correas. “Su abogado y su padre nos pidieron a través de una carta que taláramos el árbol y les invitamos a que vieran el jardín y a que comprobasen su buen estado del árbol. Les respondimos que cómo íbamos a cortar un árbol sano. Si estuviera enfermo o se moviera generando peligro, nosotros seríamos los primeros interesados en retirarlo. Pero es que te has construido la piscina debajo de un árbol... El ciprés se plantó cuando se construyó el edificio; allí había ya otro chalé y nunca hemos tenido problemas con sus propietarios”, añade el administrador.
“De hecho talamos otros árboles que enfermaron y empezaron a dar problemas, que se podían caer, y decidimos cortarlos porque no queríamos causar ningún tipo de riesgo o peligro para nuestro edificio ni para los colindantes. El resto de las plantas que están en esa línea (una palmera y una yuca) también están perfectas”, añade. Ahora van a encargar a un ingeniero forestal un informe “para contrarrestar el que han presentado, que creemos totalmente erróneo”, avanza Correas.
“Si algún día hay que cortar un árbol en Cádiz por alguna razón de peso, que se planten otros dos en su lugar”, propone el administrador. “Nosotros llegamos a plantear a Medio Ambiente la posibilidad de trasplantar el árbol a un parque público, pero nos respondieron que eso sería imposible porque un Ciprés de Monterrey no se puede trasplantar porque se muere en el momento en el que saca el cepellón del suelo… Y es que, mire usted, matar a un ser vivo porque le caen cuatro hojas en una piscina...".
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