La ciencia infusa y los periodistas confusos
ix congreso de la lengua | asociación de la prensa
Soledad Gallego-Díaz, Arsenio Escolar, José María Izquierdo, Juan Cruz y Ricardo Trotti hablaron en la sede de la APC del 'Estado actual del periodismo'
Estado actual del periodismo español. Como una de las muchas afectadas, diría que el periodismo está en coma inducido, sujeto a un respirador, mientras alrededor susurramos que nunca debió ceder a comentar las letras de Shakira y publicar el vídeo aquel del hipopótamo rosa. Aunque realmente a nadie le interese lo de la depuradora de su ciudad, por ejemplo, y todos mueran con Shaki y Bizarrap y el vídeo del hipopótamo, único en su género, y entonces qué hacemos.
Evidentemente, lo que yo opine importa poco. Pero la mesa que convocó hoy la Asociación de la Prensa de Cádiz, bajo dicho epígrafe, sí que era digna de atención. Como recogían las presentaciones realizadas por la periodista de Diario de CádizTamara García, en las trayectorias de los ponentes relucían los galones. Entre los temas a tocar, la victoria de la opinión frente a la información, la falta de crítica, la libra de carne de la celeridad, los nuevos modelos de negocio -esa expresión, decía Juan Cruz, que suele arrastrar a un montón de gente a la calle- o las Big Tech y la tarta publicitaria.
Para Soledad Gallego-Díaz -entre otros, ex directora de El País y premio Ortega y Gasset a la Trayectoria Profesional- uno de los principales problemas de la profesión reside en que, de repente, se ha llenado de gente que "cuenta lo que les pasa sin que tenga nada que ver con el periodismo". El famoso mantra de que la información es cara y la opinión es barata se ha hecho fuerte, de tal forma que "cada vez es más difícil saber lo que ocurrió. Parece que el periodismo ha perdido ese espacio de defensa del interés público, ¿cómo me voy a enterar de que existe un escritor nuevo que puede ser interesante si no está en la lista? También -continúa- el periodismo ha dejado de lado en gran medida el exigir cuentas al poder, y hacerlo de forma contrastada". Algo que no es ajeno a un cambio de negocio en el que todavía el sector no ha sabido encontrar una vía segura de mantenimiento. "Aunque lo seguro es que la supervivencia pasa por lo digital: el reto está en encontrar fondos suficientes para desarrollar un periodismo de calidad". Este cambio de negocio implica, también, que surjan nuevas narrativas, a las que llegan profesionales "que están mejor formados que nunca".
Para Arsenio Escolar -ha sido, entre otros, subdirector de El País y director del diario Claro-, el estado actual del periodismo no es "ni excelente ni calamitoso". La lista de agujeros, eso sí, no es corta: "La inmediatez nos ha obsesionado hasta el límite de perder los objetivos básicos de comunicación. Nuestro espíritu crítico es bastante menor que el de generaciones anteriores. La crisis de 2008 nos cogió justo cuando estábamos cambiado el paso hacia lo digital, y muchos medios se metieron en números rojos". No extraña que, en la mayoría de las encuestas sobre percepción profesional, los periodistas siempre andemos a la cola. Aunque entre los motivos para atisbar "algo de luz" hay cuestiones como la renovación estructural de los nuevos modelos periodísticos, que implica que gran parte de los redactores ejerzan también de editores: "En El Diario, por ejemplo, el 70% de la empresa es propiedad de la plantilla, tiene 200 empleados en nómina y no ha perdido dinero en estos 11 años -desarrolla-. Decimos que el criterio se gana con la independencia económica, de modo que estos periodistas llamados a gestores nos tienen que dar esperanza".
José María Izquierdo -entre otros, director de los Servicios Informativos y fundador de Canal+, director adjunto de El País durante diez años, director de los Informativos de Cuatro- recordaba al gran Vázquez Montalbán: "¿Preocuparme? Me preocupa el tema del escudo antimisiles. Y también me preocupa que ayer me probé un pantalón del año pasado y no me cabe". Relativismo de por medio, a Izquierdo sí que le preocupa especialmente la "perversión del lenguaje en foros sociales y políticos", una dinámica de "insultos que denigra la sociedad en la que vivimos". Quizá, desde el periodismo, abundemos en esta mala praxis arrastrados por ese clima pero "la prensa recoge y magnifica las salidas de tono, cuando lo que deberíamos es ayudar a cambiar el uso del lenguaje, en ese fin último de ayudar a los lectores a entender la verdad". Cita Antisocial, Antisocial de Andrew Maratz, como un buen acercamiento al tema -Maratz, redactor de The New Yorker, conoce al gremio desde dentro y no concede entrevistas, pero su libro, editado por Capitán Swing, es magnífico-.
Juan Cruz -uno de los fundadores de El País y director de comunicación del Grupo Santillana - resumió así el estado de la profesión: "En La Gomera, cuando te preguntan cómo estas, bien te pueden contestar: A peor la mejoría" -una expresión magnífica que, desde ahora, nos apropiamos-. Cruz recopila gran parte de los puntos rojos citados por Arsenio Escolar: las fake news, la disminución del espíritu crítico, los números rojos... "Pero casi todo esto es culpa nuestra", asume. Especialmente flagrante encuentra nuestro gesto pantocrático: "El 'yo creo' ha sustituido a la certeza. El periodista no tiene ciencia infusa, no tiene por qué saber de todo. Ahora parece más bien que somos una panda de científicos infusos. Y confusos".
En su intervención, Juan Cruz recuperó también aquello de que "periodistas son los que le dicen a la gente lo que le pasa a la gente" recordando que Sol Gallego-Díaz lo mandó a Mónaco cuando Casiraghi se mató: "Hay que contrastar lo que ha ocurrido con la gente que está cerca de lo que ha pasado, no somos 'toderos'. El problema hoy es que el 'yo creo' sustituye a las preguntas. En una redacción, el encargo es sagrado, y si no existe, no hay periodistas. La verdad no existe, hay que informar: una aproximación a la verdad se consigue con argumentos gracias a que hablamos con otros".
La visión de Ricardo Trotti -periodista y director ejecutivo de la Sociedad Interamericana de Prensa (EE.UU.)- probablemente sea la de mayor angular. Habla en nombre de un sector que se dirige a los 63 millones de personas que hablan español en Estados Unidos (en España, somos unos diez millones menos); en un mercado en el que compite con otros medios; con otra lengua mayoritaria; y que está fuertemente marcado por la inmigración: "Mucho más de la mitad de esos millones de hispanos son millenials, que suponen músculo para el mercado laboral, generación de riqueza y pago de impuestos. Los países latinoamericanos no sólo exportan mano de obra sino, también, cerebros -explica-. Y Estados Unidos funciona con los inmigrantes como una esponja que va escurriendo hacia abajo: la remesas de los hispanos que trabajan allí suponen el primer ingreso de los países del sur geográfico, por encima del turismo".
Habiendo no pocos temas que tratar, los problemas de estos medios son similares a los que tenemos aquí: "En televisión -cuenta-, las dos principales cadenas se dedican a entretenimiento estilo Gran Hermano. Y todos los demás vamos a lo mismo, es decir, a complacer los gustos de las audiencias, conspirando tanto contra el propio periodismo como contra el modelo de negocio: nos olvidamos de liderar y desafiar. La intromisión de las Big Tech (Google, Facebook) ha hecho que, además, sean ellos los que se llevan la gran tarta publicitaria: una batalla importante está ahí, en que los buscadores y plataformas reconozcan los derechos de autor de los periodistas y medios".
Respecto a la olvidada condición de revulsivo, Trotti indica que hay veces en las que hay que "retorcerle el cuello al cisne, que decía Gabriel García Márquez". Como ejemplo, pone el caso de un apuñalamiento juvenil en El Salvador, cuyo vídeo fue publicado por un medio del país. Por supuesto, fueron a juicio, porque el acto se saltaba varias líneas penales -y deontológicas-. "Pero estimaron que era necesario correr el riesgo -prosigue-, porque no era una caso aislado, sino un continuo al que nadie parecía prestar atención. Ejemplos de estos desafíos son importantes".
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