El chef del mar sale en apoyo de la Escuela de Hostelería de Cádiz

La pasión es importante en la vida. Pasión como ingrediente básico para conseguir los sueños, para no rendirse pese a lo tortuoso del camino, para avanzar con decisión. Con esa pasión desbordante que le caracteriza y esa forma tan directa de comunicar, Ángel León ofreció en el Ecco una clase maestra con la que quiso mostrar su apoyo a la Escuela de Hostelería de Cádiz, cuyo futuro sigue siendo incierto por más que Jiménez Barrios diga y rediga que en septiembre estará operativa. De momento eso sólo son palabras, y como tales habrá que tomárselas hasta que no lleguen los hechos, las matrículas de los nuevos alumnos y un calendario lectivo fijado.

“Más que solidario yo creo que es una obligación. Quería hacer un guiño a los compañeros por este tropiezo que ha tenido la Escuela de Hostelería, animar a los cocineros, contarles mi historia, donde también hay momentos de fracaso y que no solamente valoren el éxito”, dijo el cocinero jerezano antes de iniciar su conferencia.

Eso sí, Ángel León quiso dejar claro que de ninguna forma quería que se utilizara su nombre ni el de su restaurante, Aponiente, para “politizar un momento. Yo no estoy en contra de nada, simplemente quiero sumar a Cádiz, tanto yo como mi equipo lo que queremos es dar positivad, porque nosotros entendemos de cocina, de política no. Sólo queremos contar la evolución de Aponiente desde que empezamos y animar un poco a estos chicos”.

Al preguntar al Chef del Mar qué significa para él la Escuela de Hostelería indicó que “si una cosa tiene Cádiz es sector servicios, el futuro de la provincia está aquí, en este aula ahora, el turismo va a más en la provincia, Cádiz tiene cada vez más una oferta más importante, la gente viaja a conocer nuestra tierra, hay un momento para un bar, para una taberna, para un chiringuito y también lo hay para Aponiente. Yo creo que la suma de todo es lo que hace de nuestra provincia algo único. Y en eso es muy importante contar con una Escuela de Hostelería que forme adecuadamente a los profesionales”.

“El mejor consejo que le daría yo a los jóvenes quieren ser cocineros -dijo- es que aprendan a cocinar, a saber hacer unas lentejas, unas papas con chocos, cocinar alubias y que salgan bien, y luego el día de mañana que cada uno coja su propio camino, como yo hice. Yo les aconsejaría que viajen por ahí, que salgan fuera, que vean mundo, que cocinen, aprendan y luego vuelvan a Cádiz, como hice yo, para desarrollar todo lo aprendido”.

Por último, al preguntarle por la situación de la escuela manifestó que “es una base de formación importante para un cocinero. Yo estudié en una, aunque es sólo una base, porque hoy en día las recetas están en todas partes, lo importante es saber moverse en la cocina, disciplina en el trabajo, seriedad y de alguna forma eso lo aprende uno currando”.

Antes de empezar su master class, el laureado cocinero estuvo acompañado en el improvisado escenario por el alcalde de la ciudad, José María González y la representante de los trabajadores de la Escuela de Hostelería, Desirée Ortega. El regidor agradeció a Ángel León, “una persona joven, creadora, creativa y con un amplio y destacado currículo”, su implicación en esta causa solidaria, resaltando que esta iniciativa “no es un acto contra nadie, sino a favor de la Escuela de Hostelería, de sus trabajadores y de su alumnado, porque estos jóvenes se merecen tener un futuro”.

González consideró que la clase de ayer debe servir “para gritar que necesitamos que nuestra Escuela de Hostelería vuelva a funcionar”. “Con la voz y con las manos de Ángel León, ese grito es hoy más fuerte todavía”, dijo.

Antes de empezar con su clase maestra, y como una muestra más de su implicación con la escuela, Ángel León deseó que en septiembre pudieran iniciarse nuevamente las clases y se comprometió a ofrecer el cóctel de bienvenida “a precio de buen rollito”.