"Soy un auténtico picado del mandala"

Juan José Galnares descubrió, a raíz de la pandemia, una pasión inusitada por estos dibujos geométricos

Con más de 3.000 láminas coloreadas, esta semana expone una representación en el Centro de Participación Activa de la calle Zaragoza

Imágenes de la exposición cofrade incluida en la programación del Gades Romana

Juan José Galnares, con algunos dibujos mandala que forman parte de la exposición abierta en el Centro de Participación Activa de la calle Zaragoza. / Jesús Marín
P-M.D.

17 de septiembre 2025 - 12:30

La pandemia del Covid cambió la vida de muchas personas. El repentino confinamiento durante tantas semanas trastocó el día a día de muchos hogares y muchas familias, y provocó cambios de hábitos, adaptación a las circunstancias y nuevas aficiones; como la que adquirió Juan José Galnares, que a raíz de la pandemia ha descubierto una pasión inusitada por los dibujos mandala. "Soy un auténtico picado del mandala", reconoce como carta de presentación.

Su afición llegó de pura casualidad: "mi nieta me regaló un libro de dibujos de esos y yo lo dejé en casa, sin hacerle caso. Pero en mitad de la pandemia, un día los vi y empecé a colorear uno". Y así fue como el mandala entró en la vida de Galnares, que pasa el día dando color a esas geométricas láminas. "Me pongo a pintar y se me van las horas, me acuesto a las 2 o las 3 de la mañana pintando", comenta Galnares, que sigue contando cómo disfruta con esta actividad y a qué nivel de concentración es capaz de llegar. "Me pongo con unos auriculares a escuchar música mientras pinto, y a veces ni me doy cuenta de que se me ha acabado la música".

Desde el Covid hasta aquí, Juan José Galnares (hostelero ya jubilado, a punto de cumplir 81 años) suma una colección de más de 3.000 mandalas, una pequeña parte de los cuales expone estos días en el Centro de Participación Activa de la calle Zaragoza, del que es socio. "La directora se enteró de mi afición y me propuso organizar esta exposición", cuenta humildemente Juan José, que ya ha recibido incluso una oferta de la dirección para impartir talleres sobre este tipo de dibujos. "Es que los recomiendan los médicos, incluso", valora Galnares.

En la exposición se observan dibujos de sus inicios, pintados "con lápices de madera" hasta los más recientes, ya con rotuladores e incluso con purpurina "que tengo que pedir por internet porque aquí no hay". En cada uno de ellos, además, el autor especifica el tiempo que ha dedicado a completarlos. Desde algo más de una hora hasta 29 horas de trabajo, que suman el dibujo que más esfuerzo requirió en esta curiosa trayectoria que se expone en la calle Zaragoza hasta este sábado (en horario de 9.30 a 14.30 y de 16.00 a 20.00 horas).

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