"Mi asignatura pendiente es tener que dejar el cargo y no estar para 2012"

"La única asignatura pendiente es no poder estar en el 2012, un año importantísimo para la ciudad, porque la edad me impide seguir al frente de la Policía Local, pero creo que el equipo de mando que he diseñado es competente para asumir esa responsabilidad", afirma Antonio Rosón Méndez-Trelles, (Vélez-Málaga, 1947), que el pasado lunes, coincidiendo con su 65 cumpleaños, se jubiló como superintendente de la Policía Local, de la que ha estado al frente desde 1981.

-¿Ha comenzado a disfrutar de su jubilación utilizando el autobús urbano para sus desplazamientos?

-Creo que es un servicio público que funciona y que recomiendo a los ciudadanos, sin olvidar los taxis. Resulta más barato y se llega a los sitios más tranquilo, además de colaborar a bajar la intensidad del tráfico, aunque también hay suficientes aparcamiento privados y municipales. Para el 2012 es importante convencerse de que lo mejor será utilizar el transporte público y dejar el privado para los que vengan.

-¿Cómo fue el último día en la Jefatura?

-Desayuné en casa, como siempre, y ya en la Jefatura, la que se inauguró en el año 2000, además de leer las novedades y conocer las comunicaciones, asistí a la reunión de mandos, que se celebran de lunes a viernes, para luego dedicarme a recoger mis cosas, de las que todavía me quedan algunas allí.

-¿Cuales han sido los cambios más notables en la Policía Local?

- Ha cambiado mucho, me encontré una plantilla de edad media alta, con pocos medios y escasa formación, y desestructurada. Antes sólo se requería a los agentes estudios elementales y hoy se les pide como mínimo el bachiller superior, muchos son diplomados universitarios y otros licenciados, lo que se exige para las escalas ejecutiva y técnica. Falta todavía un decreto que regule la prevención de riesgos laborales, que poseen el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil.

-¿Se lleva más de un mal recuerdo de todos estos años?

-Pretendieron responsabilizarme del hurto de un televisor que un agente se llevó de una peña y también sufrí un enfrentamiento político, pese a que siempre he intentado mantener mi independencia, sin menoscabo del respeto a la autoridad. Tampoco se me olvida cuando 76 agentes se dieron de baja médica el mismo día.

-Usted presume de que Cádiz es una ciudad muy segura.

-Honestamente creo que se ha hecho un trabajo importante en beneficio de la comunidad y alcanzado, con el CNP y la Guardia Civil, unos niveles de seguridad. Se han controlado situaciones que podían ser preocupantes con el denominado botellódromo, ya no se entiende ir en moto sin casco y los propietarios de las mascotas se han mentalizado de mantener limpia la ciudad, que hoy es una de las más seguras de España.

- Durante dos años, de 1983 a 1985, fue también inspector general de la Policía Municipal de Andalucía.

-En esos años, siendo presidentes de la Comunidad Autónoma Andaluza Rafael Escuredo y luego José Rodriguez de la Borbolla, se creó la Escuela de Seguridad Pública de Andalucía, se elaboró un plan de formación y se impartieron cursos de formación por todas las provincias, además de diseñar la seguridad de la propia Junta.

-¿En que situación deja la Policía Local?

-La plantilla la forman 229 agentes, un 20% en segunda actividad, y quedan 15 plazas por cubrir, si bien lo idóneo sería medio centenar más de agentes. Tengo que agradecerle a la alcaldesa Teófila Martínez que me haya dejado desarrollar ese modelo y a los agentes les recuerdo que cualquier acción negativa repercute en todo el Cuerpo y en la ciudad.