La Catedral afronta un año que viene cargado de importantes actuaciones. Así lo ha asegurado el arquitecto responsable del primer templo diocesano, Venancio González, que ha anunciado un 2023 “de bastante actividad visual en la Catedral” donde los andamios y las obras de calado volverán con fuerza al principal templo de la Iglesia gaditana.

De hecho, antes de que finalice este mes de enero comenzará la restauración integral de la capilla de la Asunción, un proyecto que al fin va a empezar a ejecutarse después de varios años de tramitación administrativa y de espera por parte del Cabildo. Hay que reseñar que esta capilla cobra especial importancia, al ser la primera que se construyó (en el año 1755, de estilo rocalla) y ser la única que sigue las directrices de Vicente Acero, el arquitecto original del templo.

Al igual que se hiciera hace unos años con la capilla del Sagrado Corazón de Jesús, se va a proceder a la restauración completa del espacio, tanto sus paramentos como el retablo, que recuperará piezas originales que no están actualmente a la vista. Para ello, Venancio González ha avanzado que se necesitará de un andamio especial tipo puente “para poder trabajar con piezas de alto peso”.

En un breve espacio de tiempo se quiere también comenzar con la obra de rehabilitación de los cuerpos superiores del exterior de las dos torres, cuyo mal estado ha provocado alguna caída de cascotes a la plaza de la Catedral en los últimos meses y mantiene un andamio con pasillo de seguridad en la actualidad para garantizar la ausencia de incidentes a quienes acceden al interior del templo o a la visita de la Torre de Levante.

En este caso, los trabajos serán aún más vistosos ya que los arquitectos anuncian la instalación de un gran andamiaje que partirá a partir de la cornisa del primer piso de la fachada y que irá sustentado en las cubiertas del templo, por lo que no afectará a la vía pública. Alrededor de un año se estima que pueden durar los trabajos de arreglo de estos cuerpos superiores de las dos torres, que incorporarán además medidas importantes como la instalación de líneas de vida que permitirán el acceso y la actuación sobre estos elementos del edificio de manera más sencilla que en la actualidad.

Para esta obra se ha previsto un calendario de trabajo que no afecte en nada a la actividad turística. Para ello, se actuará primero en la Torre de Levante, de modo que podrá abrirse al turismo una vez rehabilitada para proceder entonces a la actuación en el exterior de la Torre de Poniente. Y a partir de ese momento, tendrá que decidir el Cabildo si deja ambas torres en uso o concede alguna otra actividad a esa torre colindante con Arquitecto Acero que -conviene reseñar- fue la primera que tuvo actividad turística hace años.

Otras actuaciones para 2023

A estos dos importantes proyectos que ya cuentan con los pertinentes permisos de la administración pública (siempre complejos al ser la Catedral un Bien de Interés Cultural) se le une la intención de resanar las cornisas de la Sacristía Baja, actualmente en tramitación.

De manera paralela, Venancio González ha explicado que para este año se va a repetir la revisión general del templo (cubiertas, cornisas, instalaciones y todas las dependencias del edificio) que ya se hiciera en 2022, con el objetivo de poder hacer una comparativa respecto a la evolución de los distintos problemas o deficiencias que fueran localizados por los arquitectos.

Este trabajo de revisión es complementario al plan director que están actualizando los profesionales dirigidos por Venancio González y que ya reflejaron los trabajos más urgentes que necesita el templo y en el que han dado prioridad a la seguridad, como demuestra esa rehabilitación del exterior de las torres.

Además, esta revisión anual de la Catedral se une a labores periódicas de mantenimiento, que según ha avanzado el arquitecto este 2023 se centrarán principalmente en la sustitución de carpinterías que están en mal estado o reparación de cornisas, que ha calificado como “intervenciones habituales” de un edificio de tanta historia, tan diáfano y de grandes dimensiones y tan expuesto a los efectos del mar y de los temporales por su ubicación junto al Campo del Sur.

“Todo ello con el único esfuerzo económico del Cabildo, ya que no contamos con apoyo de otras administraciones”, ha valorado a modo de resumen el deán de la Catedral, Ricardo Jiménez, que ha vuelto a defender la labor que se viene haciendo desde hace años “para que la Catedral luzca con el mejor estado de salud” para “que la sociedad gaditana se sienta orgullosa de su Catedral”.