El armador del Vapor está dipuesto a ceder el barco para su explotación
La empresa reitera que descarta reanudar la línea por falta de dinero · El plan de reflotación ya ha recibido el visto bueno, pero ahora falta uno de remolque que puede retrasar la salida del 'Adriano III'
La empresa armadora del Vapor de El Puerto, Motonaves Adriano, ya cuenta con el visto bueno tanto de la Autoridad Portuaria, como de Capitanía Marítima y de la delegación provincial de Cultura de la Junta para proceder a la reflotación del barco, que se hundió en el puerto de Cádiz el pasado 30 de agosto.
Hasta ahí todo era previsible. Sin embargo, Cultura hizo una apreciación y dijo que lo que se le ha presentado y lo que ha aprobado la Comisión Provincial de Patrimonio es sólo el Plan de Reflotamiento. Según informó la delegación provincial, una vez que salga a flote, el propietario del Bien de Interés Cultural (BIC) tendrá que presentar otro plan de remolque y uno de reparación, que también han de recibir el visto bueno de la misma comisión.
Esto que normalmente es un trámite complementario, en este caso puede suponer un retraso de varios días al tener que contar con el visto bueno de Cultura. Y esto se produce cuando la Autoridad Portuaria ha instado por escrito a la empresa armadora a que el barco salga del puerto de Cádiz a las 24 horas de ser reflotado y estabilizado. En este documento se dice además que no se autoriza su atraque en ningún otro muelle de titularidad de la citada Autoridad Portuaria.
La dirección portuaria quiere que el barco deje el espacio que ocupa actualmente lo antes posible debido a los problemas de operatividad que supone para la labor diaria del Puerto.
El abogado de Motonaves Adriano, Ángel Vallejo, explicó ayer a este periódico que la comunicación que se le hizo desde el Ministerio de Medio Ambiente es que la empresa pública Tragsa iba a gestionar toda la operación de reflotamiento, desde sacarlo del fondo del mar, hasta el remolque a las instalaciones de Navantia en San Fernando para dejarlo allí en depósito. En este sentido afirmó que "esperemos que no se vayan a dejar las cosas a medias".
Curiosamente, la empresa armadora no se da por enterada de la negativa de los ministerios de Fomento y Medio Ambiente a financiar la reflotación de la nave debido a que no tiene intención de reparar el barco en el futuro y ponerlo de nuevo en servicio. Vallejo indicó que "el único conocimiento que tenemos es a través de los medios porque nadie se ha puesto en contacto con nosotros. Así que entendemos que el plan inicial es el que continúa".
En cualquier caso, como mínimo hasta mañana no se iniciarán las labores de reflotamiento. La empresa encargada de esta operación, Divership, ayer todavía no había recibido la luz verde ya que Motonaves Adriano está a la espera de recibir la notificación por escrito de Cultura y a partir de ahí empezar con los preparativos. Divership necesita al menos 24 horas para poder movilizar las grúas necesarias para el reflotamiento. Si no se hace el viernes, es posible que habría que dejarlo hasta el lunes por las limitaciones en el transporte de maquinaria pesada durante los fines de semana.
Si no está demasiado claro quién se va a hacer cargo del reflotamiento del barco, sí lo está que el actual armador no va a recuperar la línea entre Cádiz y El Puerto y viceversa "por la situación económica en la que se encuentra la empresa". Vallejo recordó ayer que en numerosas ocasiones se habían pedido ayudas a las administraciones públicas para mantener en funcionamiento estos viajes en una embarcación que es un bien de interés cultural. Todas ellas cayeron en saco roto.
El armador está dispuesto a cederlo para que las administraciones públicas lo reparen y lo pongan de nuevo en servicio haciéndose cargo también de su explotación o incluso para que lo cedan a una empresa que consideren que es viable la línea marítima.
La otra alternativa es que se deseche su reparación y se decida tenerlo como exposición en alguna rotonda o algo parecido. Vallejo dice desconocer todavía cuanto costaría restaurarlo pero sabe que para empezar, los motores están inutilizables, así como toda la instalación eléctrica, además de los daños que haya podido sufrir en la madera.
El reflotamiento es una labor delicada y más dadas las características del barco. De hecho, Capitanía Marítima cree que difícilmente se puede garantizar que no se vea afectada su estructura dado el estado en que se encuentra. En este sentido, ha recomendado tanto al representante del armador como al director del proyecto de reflotamiento la conveniencia de aplicar medidas adicionales con el fin de aminorar los esfuerzos en las partes más sensibles durante su elevación.
El barco se izará mediante unas cinchas que se meterán por debajo del Vaporcito y después con la ayuda de las grúas se irá elevando. Una vez que vaya saliendo a la superficie se le achicará todo el agua que hay en su interior con unas bombas hasta que quede estabilizado.
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