El retraso en reflotar el Vapor causa ya problemas operativos en el muelle
El crucero 'Independence of the seas', con 4.000 turistas a bordo, tuvo que atracar en una zona de carga de tráfico rodado · La empresa armadora entregó ayer el plan de reflotamiento para la nave
Cinco cruceros se darán cita este viernes en el muelle de Cádiz. El menor de ellos, la Belle de Cadiz. El mayor, el Black Watch, con 206 metros de eslora. Eso sin contar con un Acciona que saldrá el sábado para Canarias y con un buque marroquí que, seguro, necesita espacio para un modesto atraque.
El departamento de Operaciones Portuarias del puerto de Cádiz necesita, a ojo de buen cubero, poco más de un kilómetro de cantil, pero del total del espacio dedicado a amarrar naves, doscientos metros están hipotecados tras el hundimiento a finales de agosto del Adriano III.
Lo que comenzó por una situación de máxima comprensión y solidaridad por parte de los responsables de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz se torna ya en una cierta incomodidad ante el patente retraso en el rescate de la motonave, fundamentalmente por cuestiones burocráticas en las que se ven involucrados APBC, Capitanía Marítima, Cultura de la Junta y la empresa propietaria del Vaporcito de El Puerto.
Pero los 200 metros del muelle Marqués de Comillas que permanecen acotados se convierten este viernes, sin ir más lejos, en metros de oro, ya que si habitualmente, en un muelle como el de Cádiz, en el que no sobran metros para el atraque, las calculadoras echan humo en Operaciones Portuarias para conseguir tener a todos los visitantes en un lugar cómodo y con todas las necesidades cubiertas, ya se trate de un crucero, un ro-ro o un portacontenedores.
Ayer mismo se convertía en la antesala de lo que para la Autoridad Portuaria será un dia de mucho trasiego de buques. Se dieron cita uno de los grandes de Costa Cruceros, el Costa Mágica, y uno de los gigantes de la Royal Caribbean ya asiduo en Cádiz, el Independence of the Seas, con sus más de 330 metros de largo y sus más de 4.000 pasajeros a bordo. Estos dos buques compartieron dársena comercial con el Hanseatic, el ODPR Canarias y el Albayzin, por lo que ya la Autoridad Portuaria se vio obligada a hacer recálculos y algún que otro "apaño" para que todos tuvieran un sitio para su atraque.
Pero la peor parte se la llevó precisamente uno de los barcos de la empresa Royal Caribbean, una de las más mimadas en el puerto gaditano. El Independence of the Seas, que suele traer a bordo a más de cuatro mil cruceristas, se vio relegado a atracar en un espacio considerado por los más entendidos como inadecuado y posiblemente inseguro atraque y desembarco de pasajeros. Una redistribución de espacios o ese apaño al que antes se hacía alusión por culpa de la prologanda estancia bajo el agua del Vapor obligó a la Autoridad Portuaria a promover el atraque del Independence of the Seas en el muelle Marqués de Comillas, habitualmente utilizado por buques de carga de tráfico rodado o bien con destino a Canarias o bien con fin de trayecto en Marruecos.
Esta circunstancia hizo que los pasajeros tuvieran que andar más de lo deseado por suelo portuario. El departamento de seguridad de la APBC acondicionó unos pasillos para evitar la convivencia nunca deseada de pasajeros y carga y tráfico rodado de camiones .
Mientras tanto, las distintas instituciones implicadas recibieron a última hora de la mañana de ayer el plan de reflotamiento. Hay que tener en cuenta que la Autoridad Portuaria es el organismo competente para autorizar el reflotamiento con un informe previo de Capitanía Marítima. Asimismo, al ser el Vaporcito un Bien de Interés Cultural (BIC), la Consejería de Cultura también tiene que darle el visto bueno, para lo cual hoy se reunirá la Comisión de Patrimonio.
La empresa que se está encargando de hacer el reflotamiento asegura que una vez que se han hecho los trabajos previos, si hoy reciben el visto bueno, el miércoles podrían estar trabajando en el reflotamiento o como mucho el jueves. Para completar toda la operación tardaría una jornada completa.
Por motivos de seguridad y por necesidades de la operativa, la empresa armadora ha solicitado a la Autoridad Portuaria que se establezca un perímetro de seguridad de 60x30 metros desde el cantil del muelle, en el que se posicionarán las grúas y se realizarán las operaciones en tierra necesarias.
El plan recoge que "el rescate del pecio Adriano III" consistirá en reflotar su estructura desde la posición de varada en el fondo del muelle mediante la utilización de dos grúas de capacidad suficiente para su elevación, sujetando el casco con eslingas textiles planas que lo rodeen. Con este método pretenden "conservar la integridad de la nave". Se pretende, por lo tanto, emerger la embarcación sin escora y manteniendo la quilla a nivel hasta que la cubierta principal se encuentre a la altura de la flotación de la bajamar.
Una vez que la embarcación esté a nivel del mar, se procederá a achicar agua bajo cubierta, para lo que se emplearán bombas centrífugas autcebantes de gran capacidad.
Finalizado el achique, y comprobado la estanqueidad del casco, se podrá realizar el remolque de la embarcación a los astilleros de reparación de Navantia de San Fernando, donde se efectuará su varada en dique seco.
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