Las dos caras de la moneda de Airbnb

turismo · Alojamientos vacacionales

Cada vez son más apartamentos de alquiler por días y los hoteleros dudan de su legalidad.

Panel de información en Puertas de Tierra para acceder al Casco Histórico de la ciudad.
Panel de información en Puertas de Tierra para acceder al Casco Histórico de la ciudad. / Fito Carreto
Rocío Orgambides

Cádiz, 27 de julio 2017 - 02:07

¡atención a todos los hoteleros de la provincia!, sobre todo a aquellos propietarios de pequeños hoteles con encanto. Saquen sus mejores armas para atraer clientes porque sus hospedajes pueden estar en peligro.

La amenaza de Airbnb, apartamentos de alquiler turísticos por días, es cada vez más real. Ya hay más de mil espacios, según la plataforma, disponibles en la provincia para alquilar durante unos días.

Muchos huéspedes, atraídos por los bajos precios y por la ventaja de tener toda una casa para ellos, eligen esta opción de alojamiento para unas mini-vacaciones. Es el caso de Belén, de 21 años, que ha estado el pasado fin de semana en Tarifa con unas amigas y que considera que "el Airbnb es más económico y cómodo que una habitación de hotel para cuando viajas con varias personas ya que no solo tienes una cama y un baño sino que tienes 'tu casa', con salón y cocina lo que hace la estancia más barata también por el tema de la comida".

Algunos hoteleros de hospedajes pequeños se ven amenazados constantemente por el cada vez mayor número de viviendas con fines turísticos de la plataforma Airbnb. Estos se han visto obligados a utilizar diferentes estrategias de diferenciación para sobrevivir. Es el caso de Bryony, dueña del hotel Siete Balcones y un Patio de Vejer, que ha tenido que reformar las habitaciones de su alojamiento para acercarlo a lo que los clientes piden: lo más parecido a un apartamento pero con el trato de un hotel. "Hemos tenido que cambiar la forma de funcionar. Hemos incorporado cocinas a las habitaciones porque estamos viendo que hay una tendencia a hacer uno mismo las comidas y desayunos. También hemos añadido zonas comunes en el hotel para que haya espacios compartidos", comenta la empresaria.

Aparte de los cambios que ha tenido que realizar en las instalaciones del hotel, Byrony, como muchos otros, se ha visto obligada a bajar los precios para poder competir con este tipo de apartamentos en los que cada vez la oferta es mayor. Opina que "deberían tomarse medidas para controlar el número de apartamentos ya que cada vez hay más".

Para María (nombre ficticio), gestora de diferentes apartamentos de la plataforma, la competencia que realizan los alojamientos del tipo Airbnb respecto a los pequeños hoteles es significante ya que "el mismo pastel se reparte entre más gente". Por el contrario, también piensa que "en muchos casos los públicos que acuden a un hotel y los que acuden a un apartamento son diferentes". Con esto último está de acuerdo Josefa Díaz, propietaria del Hotel Las Cortes en Cádiz, que opina que "el cliente que viene a un hotel es un cliente especial, que busca otro tipo de servicios, que viene a relajarse, disfrutar y a que le den las cosas hechas". A su parecer, "estos clientes son los que verdaderamente dejan dinero en la ciudad, comen y cenan fuera, gastan, salen y compran". Además sostiene que "de este tipo de turista nos beneficiamos todos, tanto hoteleros como comerciantes y hosteleros".

Familias con niños que no pueden permitirse un buen hotel, parejas que quieren pasar un fin de semana económico fuera de casa o grupos de amigos son los que más reclaman este tipo de alojamiento ya que pueden adaptarlo a sus necesidades. Por un precio algo menor cuentan con un espacio más grande y con mayor libertad pero, a su vez, dejan de disfrutar de muchas de las ventajas que da el alojarte en un hotel, "que te hagan el desayuno, la cama y la pelota hay que pagarlo", remata María.

Josefa Díaz no teme a la competencia que le puedan generar los Airbnb ya que insiste en la diferencia del público que acude a uno u a otro alojamiento, y destaca lo siguiente: "Nosotros los hoteleros, no estamos luchando en ningún momento por que no existan este tipo de apartamentos, sino que solo queremos la misma legitimidad y el mismo control". El tema de la seguridad es el que realmente le preocupa a la hotelera que opina que "desde la plataforma Airbnb deberían seguirse controles más exhaustivos de la gente que se aloja en sus apartamentos. La policía tiene los datos de los huéspedes de un hotel, pero de estos apartamentos no pueden seguir ningún tipo de control". Contra políticas como las que pide Josefa se defendió Sergio Vinay, responsable de Iniciativas de Políticas Públicas en España y Portugal de Airbnb, en una carta abierta al Ayuntamiento de Barcelona, otra de las ciudades en la que cada vez proliferan más apartamentos del tipo Airbnb, diciendo lo siguiente "el lobby hotelero pide más regulación para las familias que comparten su hogar. Aunque esto es decepcionante, aunque no sorprendente, ver a los hoteles proteger sus beneficios mientras atacan a las familias, la hipocresía de esta petición no tiene precedentes" en referencia a aquellas familias que necesitan alquilar una habitación de su hogar para poder salir adelante, y, afirma que "casi 1 de cada 4 asegura que compartir su hogar les ha ayudado a evitar un desahucio".

También, Vinay defiende que los apartamentos de la plataforma Airbnb no compiten con los hoteles, y puso el ejemplo de que "los viajeros que usaron Airbnb en Barcelona supusieron menos del 10% de todos los turistas que visitaron Barcelona el año pasado", así como aseguró que "la mayoría de huéspedes de Airbnb se producen fuera de las zonas turísticas".

La provincia de Cádiz es de las que tiene más apartamentos dados de de alta en la plataforma Airbnb a nivel nacional. "Cádiz se ha descontrolado", comenta la dueña del hotel Las Cortes. Es cierto eso de que muchas familias comparten sus viviendas, y otras alquilan por días sus apartamentos, pero por otro lado también cabe destacar que muchas personas dejan de ocupar sus casas y se mudan a las afueras para poder alquilarlas en la ciudad por días y obtener un beneficio, lo que supone la pérdida cada vez más de población activa en la ciudad.

Por todo ello, cabría preguntarse si es cierto eso de que todos los que alojan en sus casas son familias, o de que todos los que alquilan son particulares. En el caso de María, que hemos visto antes, ella no es dueña de ninguno de los pisos y aún así actúa como tal gestionando cinco de ellos, sin estar dada de alta como autónoma y, por lo tanto, evadiendo impuestos y fomentando la economía sumergida en la ciudad. Por otra parte, para aquellos que cumplen todos los requisitos legales, ser anfitriones en Airbnb genera una ayuda económica que muchos necesitan. Según un comunicado subido el pasado 28 de abril a la plataforma de Airbnb, "la comunidad de anfitriones y viajeros de Airbnb generó una actividad económica en España de 4.200 millones de euros en 2016". Desde el mismo, defienden la actividad de la plataforma como una ayuda para las familias y un generador de beneficios económicos para el país, "los hogares españoles ingresaron 560 millones de euros el año pasado compartiendo sus casas, mientras que 5,4 millones de viajeros que llegaron al país gastaron un total de 3.520 millones de euros", se asegura en el comunicado haciendo referencia al año anterior.

Respecto a la legalidad de esta forma de hospedaje, desde Airbnb se defienden estableciendo políticas de verificación de requisitos fiscales y de licencia de actividad. Concretamente en Cádiz, se rigen por la Regulación de Viviendas con Fines Turísticos, una legislación autonómica, además estos apartamentos tienen que estar inscritos en el Registro de Turismo de Andalucía. Por otro lado, en lo relativo al pago de impuestos, la plataforma destaca la existencia de una guía creada por EY, empresa de consultoría y servicios profesionales a nivel mundial, para los anfitriones en Airbnb acerca de la tributación en España de los rendimientos por alquiler de inmuebles, aunque asegura que "la información proporcionada por EY se relaciona exclusivamente a la tributación de rendimientos por alquiler de inmuebles en España y no incluye información acerca de otro tipo de tributación como tasas turísticas, IVA u otros tributos".

Una vez más las dos caras de la moneda de un servicio que ocasiona beneficios para muchos y perjuicios para otros, y sobre el que se ha generado mucha controversia que por lo que se ve, esta a años luz de poderse resolver.

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