La alegría va por barrios entre los restaurantes de la ciudad
Todos apuntan que las cifras no han decrecido, aunque echan de menos la época precrisis
La campaña de Navidad no está dando grandes alegrías al sector hostelero. Esa es, al menos, la sensación que se extrae de los testimonios aportados por los responsables de algunos de los restaurantes más conocidos de la capital. Aunque la mayoría se muestra satisfecho con los resultados obtenidos durante estos días, casi todos reconocen que no ha supuesto una diferencia significativa con respecto a años anteriores. En esta línea se expresa José Manuel Córdoba, gerente del restaurante Ventorrillo El Chato, que señala que "este fin de semana y los días previos han sido los más fuertes, pero el resto han estado tranquilos, más o menos como el año pasado". No obstante, el chef tiene claro que "por ahora no vamos a volver a la época que vivimos hace siete años, cuando trabajábamos doce días seguidos en jornadas de doce horas". El Chato estará al completo el día 31 y ha gozado de buen ambiente durante el puente de diciembre, pero aún así, José Manuel confiesa que "no veo mucha alegría". "Se mira mucho el tema económico. La situación de crisis afecta, por eso imagino que la gente prefiere comer en casa y luego salir a la calle a tomar las copas", apunta.
Córdoba dice entender que hay que priorizar los gastos, pero sostiene que no va "a bajar la calidad de mi restaurante porque creo que hay que mantener un nivel alto en los productos que se presentan y en el servicio". Para él lo fundamental es "no participar en la ceremonia de la precariedad, por ello me parece denunciable la competencia desleal que ejercen algunos sitios como peñas o locales que no tienen licencia para dar comidas y lo están haciendo". "Cualquiera da un menú y así vamos por mal camino", denuncia.
En el restaurante El Faro, su gerente, Maite Córdoba, es menos tajante en sus declaraciones. "Gracias a Dios seguimos atendiendo a mucha gente, pero el ambiente en general ha decaído un poco", comenta. En su calendario hay fechas marcadas en rojo en las que las reservas no varían. "En Fin de Año tenemos bastante trabajo porque contamos con una clientela fija que celebra aquí sus comidas familiares". Y desde el puente de la Inmaculada el ritmo de trabajo es constante, aunque no frenético, y Maite afirma haber comprobado que "las cenas de empresa han caído, la gente prefiere hacer el almuerzo y disfrutar del día".
En extramuros, Raúl Cueto, propietario de varios locales como Arsenio Manila o Bebo los Vientos, subraya que "seguimos la misma tónica que el año pasado: los jueves, viernes y sábados son días fuertes pero entre semana la cosa se calma bastante". En 2015 dice estar viviendo, a nivel empresarial, "unas navidades más largas porque podría decirse que empezaron con el puente y se alargarán hasta el día 23 con las comidas de empresa". Quizá por eso el ritmo ha sido más pausado, aunque Raúl comenta que "estamos muy satisfechos porque hemos tenido bastante público en las zambombas y otros actos que hemos organizado".
En el restaurante Arte Serrano "jueves, viernes y sábados hemos llenado con las comidas y cenas de empresa", explica Luis Cruces, su encargado. Y comparando los datos con 2014 ratifica que han estado más o menos al mismo nivel.
De nuevo en el casco antiguo, en el mesón Cumbres Mayores uno de los gerentes, Manuel Mera, no varía el discurso de sus antecesores. "Por ahora vamos más o menos como el año pasado, que estuvo bien. El puente comenzó con fuerza y las comidas de empresa se han ido repartiendo entre los jueves y viernes con un gran ambiente", afirma.
Eduardo Oriola, director del Hotel Atlántico, es quizá el que se muestra más satisfecho con las cifras que está dejando la campaña de Navidad. "Estamos notando un mayor incremento con respecto a 2014 tanto en Nochebuena como en Fin de Año. Los paquetes de cena más alojamiento han aumentado sus ventas entre un 20% y un 25%". Además, durante toda esta semana han tenido los salones al completo con las comidas y cenas de empresa. "Nos ha ido muy bien", concluye el director.
Será, por tanto, cuestión de lo que señala el presidente de la patronal hostelera, Antonio de María: "No hay término medio porque a unos les ha ido mejor y a otros peor, así que yo creo que más o menos igual que el año pasado".
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