El alcalde asegura mantener una comunicación fluida con los vecinos de la Corrala

La Corrala de la Bahía es uno de los puntos negros de la situación de emergencia social que se ha encontrado el nuevo equipo de gobierno. La ocupación del edificio de la avenida de Portugal, sin uso y embargado por un banco a la constructora, ha vuelto a ser noticia esta semana por la división de opiniones de sus ocupantes. Los hay partidarios de exigir al Consistorio una solución mediante incluso manifestaciones ante las puertas de San Juan de Dios y quienes entienden que el nuevo gobierno acaba de aterrizar y hay que darle tiempo para resolver la numerosa lista de problemas sociales. Al respecto, el alcalde, José María González, aseguró ayer que, en contra de lo que manifestaba esta semana uno de los portavoces de la Corrala, que ha dimitido por la polémica suscitada entre los vecinos por sus requerimientos de urgencia al Ayuntamiento, "mantenemos una comunicación fluida e importante con los vecinos". González añadió que "estamos hablando de que allí viven más de 30 niños y eso lo vuelve más serio aún". Aún reconociendo que "ninguna persona puede vivir sin suministros vitales", apuntó que "los tiempos administrativos no son lo mismo que los tiempos humanos". Por ello pidió entender "que en cincuenta días estamos haciendo todo lo que podemos".

En otro orden de cosas, el Ayuntamiento aprobó ayer en junta de gobierno local ayudas sociales en diversos ámbitos por valor de 110.000 euros.