El pleno municipal del Ayuntamiento de Cádiz aprobará este viernes el cambio de nombre de la avenida Juan Carlos I, que a partir de ese momento pasará a denominarse de la Sanidad Pública, tal y como ha propuesto el equipo de Gobierno, en una decisión que ha causado cierta polémica.

Para que los planes del Gobierno local de Adelante Cádiz no salieran adelante, sería necesario que toda la oposición en bloque votara en contra, de tal manera que los 14 votos que suman PP, PSOE, Ciudadanos y el concejal no adscrito, superarían a los 13 del equipo que lidera el alcalde José María González ‘Kichi’.

Sin embargo, el PSOE va a optar por la abstención en este punto, pese a que en los primeros momentos se había mostrado muy crítico con la decisión. Por su parte, Partido Popular, Ciudadanos y Domingo Villero como concejal no adscrito van a optar por el voto contrario.

Desde el Grupo Municipal Socialista se argumenta que la abstención “es la manera de dejar patente que, aunque podamos llegar a entender el fondo del debate que está en la calle, hay cuestiones mucho más urgentes y más de ciudad que el cambio de nombre de nombre de la avenida Juan Carlos I”. En este sentido añade que para la ciudad “es más importante que salga el pliego de la escuela Infantil Josefina Fornell, el de limpieza o solucionar las reivindicaciones de los usuarios del transporte público, por citar sólo algunos ejemplos”.

A pesar de que anuncia la abstención, se muestra crítico con el equipo de gobierno porque “parece que lo verdaderamente urgente para ellos es crear un debate mediático en lugar de centrar los esfuerzos en trabajar por la ciudad”.

Si el voto del PSOE era una incógnita, el Partido Popular fue uno de los que dejó clara su postura en la comisión informativa previa al Pleno municipal. El líder de los populares en el Ayuntamiento, Juancho Ortiz, afirma que “el problema no es quitarle el nombre, sino es que no hay ni gestión ni hay nada. La ciudad tiene muchas tareas pendientes para perder el tiempo y engañar a la gente”.

Asimismo, ha acusado al equipo de Gobierno de “manipular” en este asunto “ya que ha tratado de enmascarar que parte de una iniciativa que viene de Madrid”. Por último, además, señala que en este caso “no se respeta ni siquiera la presunción de inocencia”.

En Ciudadanos, su portavoz Lucrecia Valverde dice que en su grupo municipal “estamos hartas de la enésima maniobra de distracción del equipo de Gobierno para eludir en los plenos cualquier debate relativo a los asuntos de la ciudad”. Afirman que el cambio de nombre “esconde una carga de profundidad para ir creando el ambiente para el debate en cuanto a la forma política del Estado español, que es la monarquía parlamentaria”. Así, añade que “es especialmente inoportuno abrir una crisis institucional en medio de una sanitaria y eso es hacerle el juego a los nacionalistas”.

Por otro lado, lanzó un mensaje al resto de la oposición “para que no haya maniobras y que sea muy clara la postura contraria a este juego”. Así, afirma que “no se puede poner una vela a Dios y otra al diablo en función de no sé qué tacticismos o pactos en otras administraciones.

Por su parte, Domingo Villero, concejal no adscrito, también va a optar por el voto negativo. Su argumento también se basa en que “hay otros asuntos mucho más prioritarios que ojalá se hubiesen abordado con la misma celeridad que el cambio de nombre”. Señala que “llegado el caso y en un momento procesal oportuno incluso se podría abordar”, y asegura que podría llegar a apoyarlo, “pero ahora ni es el momento ni son las formas”.