La construcción de la Zona Base Incubazul, el gran referente de una nueva modernización de la Zona Franca de Cádiz, encara sus últimas semanas de trabajo.

El peculiar diseño de este equipamiento, a base de grandes contenedores y espacios abiertos, ya se ha integrado de lleno en una trama urbana como la gaditana con pocas apuestas arquitectónicas novedosas.

El proyecto supone una inversión de 2,8 millones de euros, que se eleva a los 5 millones con todas las obras complementarias, entre ellas la urbanización exterior con una gran explanada peatonal. La operación cuenta con confinanciación europea.

Incubazul supone una apuesta por la economía azul, uno de los referentes del desarrollo de la Unión Europea. Ya hay nuevas empresas dando sus primeros pasos en la incubadora instalada en el edificio Europa, dentro del recinto interior de la Zona Franca, con la participación ya de más de medio centenar de firmas.

Ya hay 63 startups “incubándose” una vez cerrada la cuarta convocatoria abierta por el Consorcio. Está abierta una con carácter permanente, lo que irá aumentando esta cifra.

El recinto se ubica en los terrenos de la antigua Ibérica Aga, cuyo edificio de oficinas se mantiene en pie tras estar protegido por la Consejería de Cultura.

El nuevo equipamiento ha alcanzado ya su máxima altura, pendiente de la instalación de una imponente cubierta.

Junto a la apuesta por un diseño innovador, la Zona Franca ha considerado prioritario crear un espacio abierto. Así, si el edificio cuenta con una superficie construida de 1.951 metros cuadrados, se dispone de otros 1.415 metros cuadrados de terrazas y espacios libres, sobre un terreno de poco más de 7.000 metros.

Destaca la Zona Franca que junto a los trabajos de este edificio, se encuentran también muy avanzadas las obras de urbanización de esta unidad de ejecución, alcanzado ya al 85% del total.

Ahora, tras la instalación de una red de saneamiento y telecomunicaciones inexistente, se está culminando la pavimentación, habilitando aparcamientos y reformando el tramo de la calle Algeciras que da a este complejo, una vía que, por otra parte, necesita una profunda reforma.

El proyecto que está desarrollando la Zona Franca, en la que es su primera gran actuación dentro de la esperada remodelación del polígono exterior, incluye también la habilitación de una parcela para uso hotelero.

En este caso supone una superficie de 1.207 metros cuadrados con una edificabilidad de 4.077 metros, ubicada en la calle Gibraltar. El proyecto fue adjudicado el pasado mes de febrero a VDR e Ispal Advisor.

La Zona Franca tiene previsto ejecutar a lo largo de la próxima semana el derribo de las naves que conformaban la histórica Pastoriza, una de las empresas referentes de la industria auxiliar en Cádiz, y que conforma la unidad de ejecución colindante a la Zona Base.

Qué hacer en el polígono exterior

Todo este ambicioso proyecto se convierte en el modelo que el Consorcio de la Zona Franca quiere seguir para el conjunto del polígono exterior. Medio millón de metros cuadrado de suelo, con espacios muy degradados y con falta de equipamientos sobre el que se lleva hablando desde hace décadas para su desarrollo definitivo.

En este proceso es esencial la participación del Ayuntamiento de Cádiz, pues en sus manos está toda la política urbanística de la ciudad.

El nuevo alcalde, Bruno García, ya ha mantenido varios encuentros con el delegado del Estado en la Zona Franca, Fran González, a la hora de definir un trabajo en común y, sobre todo, un modelo a seguir en este suelo. Hay que tener en cuenta que el nuevo gobierno local apuesta por la construcción de viviendas e industrias limpias en el polígono.

En este sentido, hay una estrecha colaboración entre las dos administraciones en el desarrollo del plan en Navalips, donde la ZF proyecta la construcción de más de 800 viviendas, locales comerciales y jardines, lo que para el Ayuntamiento es un ejemplo de lo que se puede hacer, al menos en parte, en el resto del polígono

En el último encuentro celebrado hace unos días se constató que el diseño que se sigue en la Zona Base, ahora casi listo, puede convertirse en el modelo de desarrollo de todo el polígono, asumiendo que el Consorcio apenas es propietaria del 7,5% de este suelo.

"Nuestro compromiso es colaborar con el Ayuntamiento en la redefinición, en el rediseño del polígono exterior y lo estamos demostrando con proyectos como el de Navalips, -que contempla más de 800 nuevas viviendas en la ciudad, 10.000 m2 de zonas verdes y 28.000 m2 de zonas comerciales. Pero la buena acogida de este proyecto no significa que se tenga que reproducir este modelo en el resto del polígono", afirma a Diario de Cádiz el delegado Fran González.

"La actuación de viviendas en Navalips es prácticamente el crecimiento natural del barrio de Loreto. Pero Cádiz necesita mantener y fortalecer su tejido industrial más allá del espacio disponible en el Recinto Fiscal y, por ello, seguimos manteniendo que habría que conservar el espacio industrial que ofrece el polígono exterior", indica el representante del Estado en el Consorcio.

En este sentido, se indica que en este modelo "tomamos como visagra la plaza de la Glorieta, que sería el eje imaginario que debería separar la zona de viviendas en el polígono exterior de la zona industrial, siempre con un concepto de industria más sostenible y limpia al estilo Zona Base y con una propuesta de usos mixtos en la que alternar proyectos industriales con otros usos compatibles como el terciario o el dotacional".

Hay que tener en cuenta que, aún siendo un espacio hoy eminentemente industrial, hablamos de lo que a medio plazo podría ser un “nuevo barrio” para la ciudad, con un diseño y un uso interior único en el conjunto de la trama urbana.