“Repensar el nuevo distrito urbano de Cádiz”. Con ese lema y objetivo en la mañana de ayer se llevaron a cabo unas jornadas organizadas por la Zona Franca de Cádiz y Diario de Cádiz donde se hizo un análisis de lo que se puede hacer en el polígono exterior de la Zona Franca, así como se pudieron ver otras experiencias que se han realizado, como la de Bilbao y otras que están en marcha como en Barcelona, París y la que se está diseñando en una zona junto al puerto de Sevilla.

En un acto dirigido por el director de Diario de Cádiz, José Antonio Hidalgo, el delegado del Estado en la Zona Franca de Cádiz, Fran González, dio la bienvenida a todos los asistentes a las jornadas y dijo que era importante la celebración de este debate “sobre cómo definir la potencialidad del polígono exterior”. En este sentido, dijo que “es una oportunidad” que, sin embargo, “no hemos sido capaces de cómo definirla” desde hace muchos años.

La primera mesa llevaba por título ‘El nuevo distrito urbano de Cádiz’. En la misma participaron Teresa Bonilla, arquitecta y directora del Plan General de Ordenación Urbana vigente en Cádiz; Manuel Ángel González Fustegueras, arquitecto urbanista y autor del Paseo Marítimo de Cádiz y del proyecto de la Gran Plaza del Mar que no se desarrolló; Carlos Quevedo, arquitecto del Estudio Arquitectura Carquero, que es el que ha hecho el edificio de Zona Base que se encuentra en construcción en el polígono exterior; y Gumersindo Fernández, también arquitecto, promotor y miembro de la junta directiva de la Asociación de Promotores de Cádiz, Asprica.

Precisamente, Fernández en su primera intervención ya definió claramente su posición y es que se mostró partidario de que el polígono exterior se abra al uso residencial. Para argumentarlo, el arquitecto y promotor señaló que si se miran los precios del metro cuadrado en la ciudad, el del industrial no llega a los 1.000 euros mientras que el residencial es de 3.000 euros. Sobre la filosofía que debe perseguir el planteamiento que se vaya a hacer en la zona, Gumersindo Fernández dijo que “hay que ser ambiciosos y es una oportunidad”.

Manuel Ángel González Fustegueras recordó que la transformación del polígono exterior de la Zona Franca es algo que ya quedó reflejado en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del año 95 y que después tuvo un Plan Especial que no se cumplió, y también en el PGOU de 2009. El problema, a juicio de este arquitecto urbanista es que “pese a que estaban en períodos de crisis, fueron muy optimistas con esta zona”. A ello se le une lo que a juicio es “un problema de gestión porque nadie tira del carro”.

¿Cómo habría que replantear esta operación? González Fustegueras lo tiene muy claro:“siendo un poco más realistas. Necesitamos más tranquilidad”. Por ello, cree que hay que estudiar de lo que hay qué es lo que se puede aprovechar y en qué se debe actuar y abogó también por una mezcla de usos, donde lo residencial también podría tener cabida.

Teresa Bonilla añadió otro problema a la paralización de esta transformación que sólo tiene al proyecto de Zona Base como único hito en camino y es que “ha faltado inversión”. Bonilla dijo que no tenía nada en contra de la mezcla de usos pero añadió que “la pérdida de población se ve como si fuera el final de esta ciudad. Yo creo que en Cádiz no hacen falta viviendas. Para mí el riesgo es la caída económica que va teniendo paulatinamente. La inversión más productiva a largo plazo es en actividades económicas”.

Carlos Quevedo señaló que quería tener un punto de vista “positivista” y cree que un buen ejemplo de intervención es la que se está haciendo con Incubazul y ZonaBAse, como ejemplo de la recuperación de espacios obsoletos donde se mezclan el uso residencial con nuevas industrias, recordando que “el concepto tradicional de industria se está perdiendo”. Este arquitecto también pidió que el Plan General de Ordenación Urbana sea más flexible con los usos.

A Gumersindo Fernández le gustaría plantear “una intervención asimétrica, parcela a parcela. Si todo el peso recae sobre lo público, mal empezamos”, aunque lamentó que aquí el partenariado no ha funcionado. En este sentido cree que “con esta fórmula de parcela a parcela, el primer día de la aprobación del instrumento empezaría a entrar dinero en el polígono”.

Fernández, que fue uno de los más categóricos en su discurso, hizo una reflexión y es que “vamos a ser un poco realistas y serios, posibilistas de verdad. Si esto no ha funcionado, vamos a ver otras alternativas”.González Fustegueras señaló que no hace falta revisar el plan “porque la ciudad está hecha y se puede repensar ese trozo de ciudad sin tocar el resto”. Lo que sí tiene claro es que “hay que hacer un análisis muy detallado para ver qué es lo que se debe mantener y lo que no”.

Y cuando el moderador puso encima de la mesa si en este desarrollo debe entrar Altadis, Gumersindo Fernández aseveró que “a mí me parece un suelo fantástico para poner el nuevo hospital con vocación metropolitana, bien situado y comunicado”, aunque en este último aspecto discrepó González Fustegueras.