El 31 de agosto de 1958 la playa de la Victoria amaneció vacía, los gaditanos se congregaron en el paseo marítimo para no perder detalle del espectáculo aéreo que estaban a punto de presenciar. "Hace ya 50 años de aquello ¡Qué rápido pasa el tiempo!", exclama Barsen García-López, capitán de la formación de pilotos que realizó las acrobacias por el cielo de Cádiz.

-No es muy común que una ciudad como Cádiz acoja eventos de este tipo. ¿Qué motivos impulsaron esa celebración?

-El espectáculo se realizó con motivo del Trofeo Carranza, trajimos los aviones desde Morón y desalojaron la playa de la Victoria para que pudiéramos hacer el festival durante la mañana, aunque... no recuerdo exactamente a que hora fue.

-¿Por aquella época existía alguna formación de pilotos que realizara acrobacias aéreas?

-Nosotros fuimos pioneros en este tipo de espectáculos, bautizamos la formación con el nombre de Ascua, ya que nuestros aviones tenían pintado una llamas en el lateral, y bueno aprovechamos esa característica para poner el nombre.

-¿Actuaron antes en algún lugar o fue en Cádiz vuestro debut?

-Antes de venir a Cádiz, que la verdad me hacia mucha ilusión hacer el espectáculo en mi tierra, habíamos ido a otras ciudades. En Roma inauguramos un aeropuerto, posteriormente fuimos a Barcelona y ya pues... volvimos a Italia aunque fue a Milán en esa ocasión. También acudimos a festivales en Valencia y Badajoz.

-¿Qué acogida recibió el festival de la Victoria?

-(Sonríe y piensa brevemente). Fue un éxito, el paseo estaba lleno, recuerdo una foto en la que aparecían las cabezas de muchos espectadores mientras los aviones hacían sus acrobacias.

-¿Cómo fue la sensación de volar por tu ciudad?

-(Sin dudar). Fue muy bonito. Cuando estuve destinado en Jerez me escapaba por las noches para volar sobre Cádiz. (Sonríe). Volar esta ciudad de noche es algo único, no es comparable con ninguna otra.

-¿Cómo eran los aviones que tenían?

-Los aviones que teníamos eran los que utilizó Estados Unidos en la guerra de Corea, y la verdad es que estaban en mal estado. Recuerdo que durante el festival de Cádiz uno de los pilotos sufrió un percance, le pedimos que fuese sustituido por otro, y él me contesto: "No, mi capitán, a usted no le pienso fallar, antes prefiero matarme que fallarle aquí". Fue muy emocionante, afortunadamente cambiamos de piloto y no pasó nada.

-¿Qué le parece los festivales aéreos actuales?

-Son inmejorables, la formación Águila, que es nuestra sucesora, es muy buena, es imposible que le superen, los pilotos están muy bien entrenados y hacen unos festivales increíbles, con maniobras muy peligrosas. Realizan una acrobacia en homenaje a Ascuas. Merece la pena ver sus espectáculos.