valcárcel | un proyecto de calado para la ciudad

La Viña todavía sueña con su hotel

  • Los viñeros se muestran ilusionados ante la nueva vida que se plantea para Valcárcel Hosteleros piden más equipamientos para atraer turismo a esta zona

Habría que escarbar con tesón en los mapas costeros de medio mundo para hallar un enclave tan bello como el entorno de La Caleta y, a la vez, tan mal aprovechado turísticamente. Al mediodía de ayer la postal que nos ofrecía la playa más cantada del mundo era inigualable. Un tibio sol cercano a la primavera reflejándose en una dársena quieta, dos castillos centinelas velando por esa calma a prueba de temporales, barquitas de pescadores, una arena limpia. Todo perfecto de cara al mar. Lo malo es que cuando uno se da la vuelta se encuentra con la ruina del edificio de Náutica, el Olivillo o el viejo hospicio más abandonado que nunca. El frente marítimo de La Caleta, en vez de estar repleto de instalaciones hoteleras, es una sucesión de monumentos a la mala gestión política. Uno, más que preguntarse cuánto costará recuperarlo, se indigna pensando cómo pudo haber tanta indolencia para dejar morir este potencial. Quizá por ello, el anuncio del proyecto conjunto para Valcárcel ha dibujado sonrisas de felicidad y expectativas en la cara de los vecinos de La Viña. Esa idea de que en un futuro -no demasiado lejano habría que desear- pueda albergar la Facultad de Educación y un hotel de 126 habitaciones con un parking subterráneo que construirá Zaragoza Urbana, la empresa que en su día se hizo cargo de Valcárcel y que no pudo sacar adelante su ambicioso proyecto, ha sido acogida con entusiasmo contenido por los gaditanos y especialmente por los viñeros. Durante nuestro paseo caletero nos topamos con tres de las personas que más saben de la desilusión que provoca ver tanta construcción sin vida a sus espaldas: José Fernández Campos, presidente del Club Caleta; Manuel Baena, su vicepresidente; y José Manuel Santana, uno de los antiguos socios de la entidad. Los tres, en animada charla, comentaban la alegría que han sentido al leer en el diario que hay un proyecto que debe ser el definitivo para Valcárcel y que cuenta, por primera vez, con todos los apoyos necesarios para hacerse realidad. "Eso es lo que todos queremos, ver un hotel en Valcárcel, y si puede ser con la facultad al lado, mejor. Estamos contentos de ver que por fin parece que las administraciones se ponen a remar en la misma dirección para revitalizar esta zona, porque nos hace falta".

Manuel Baena iba a más y nos señalaba con rostro cariacontecido el monumento de Náuticas, un edificio singular y que ahora mismo está devastado no sólo por el paso del tiempo sino por la inacción de las instituciones. "Eso es una pena hombre. Fíjate el pedazo de hotel que se puede hacer ahí. Nosotros hemos entrado y da pena verlo. No hay puertas, ni ventanas, se han llevado hasta los marcos. Está todo quemado por dentro, porque se han metido muchos okupas y resulta hasta peligroso. Parece que estábamos en un edificio de los que salen en las series estas de zombies. Hasta miedo se pasa dentro".

José Fernández destaca las bonanzas de una zona como La Caleta. "Esto es precioso. ¿Dónde hay una playa como esta?, en medio de la ciudad, con dos castillos en los extremos, con estas condiciones que tenemos aquí. Si esto es para que estuviera lleno de hoteles por Dios, con terrazas y los turistas locos por tomarse una cerveza y una tapa tranquilamente".

Eso sí, los tres apuntan que una de las condiciones que debería aparecer en el contrato de construcción del hotel "es que los operarios fueran gaditanos. En eso espero que el alcalde, que estuvo aquí comiendo el otro día, ponga todo de su parte, porque igual que se hace en otras ciudades con menos paro hay que llevarlo a cabo aquí. Si hay trabajo en Cádiz, que no venga gente de fuera a llevárselo, que aquí sabemos hacer de todo", dijo.

Su colega José Manuel Santana asiente y apostilla. "Se ha perdido mucho tiempo con este proyecto. 15 años ¿no? ¿Eso es normal? Y en el Campo de las Balas también hay un buen espacio para las pistas deportivas de la Universidad. Lo raro es que Zaragoza Urbana haya esperado tanto tiempo y esté dispuesta ahora a hacer un hotel. En el aparcamiento de Valcárcel hay sitio de sobra".

Antes de despedirse y subir por la rampa que lleva al paseo superior de La Caleta, los tres desean que las buenas perspectivas que hemos ido contando estos días "no se queden en nada" y que pronto se vayan dando pasos hacia adelante.

Ya dentro del barrio viñero la alegría por la noticia es aún más entusiasta. En El Manteca, Pepe Ruiz, su fundador, conversaba con unos feligreses de su establecimiento cuando le preguntamos por su opinión al respecto. "Es una noticia extraordinaria para el barrio. Mira, La Viña ha sufrido muchos palos, porque ver que el hotel de Valcárcel no se hacía fue muy triste. Luego nos hemos quedado sin el Museo del Carnaval, y aquí la gente necesita una alegría. La noticia de que aún es posible el hotel, y la facultad, nos ha puesto muy contentos a todos. Yo al menos confío en que se haga realidad".

Menos optimista es su hijo Pepe, que se ha hecho cargo del negocio familiar y que desde dentro de la barra nos mira de soslado con cierta desconfianza. "No es que no me lo crea, pero, bueno, es que como otras veces también se han anunciado proyectos que no han llegado a buen puerto pues uno es más escéptico". Esta vez, sin embargo, la unión de Ayuntamiento, Diputación, Universidad, Junta de Andalucía y la propia empresa hotelera le confiere a la idea más enjundia, por más que algunos quieran restarle importancia al proyecto. "Sí, es verdad que esta vez parece que va en serio. Ojalá, porque para la hostelería del barrio sería muy bueno. Nosotros trabajamos bien con los turistas, y también siempre es bueno tener 2.000 estudiantes cerca. Además que Valcárcel está aquí al lado nuestro, y más cerca aún que estará cuando hagan la calle peatonal que está proyectada", comentaba Pepe.

Rodolfo Moreno, argentino, casi dos décadas regentando el Mesón Criollo de la calle La Palma, era otra de las personas que ayer valoraba de manera muy positiva la noticia del desatasco del proyecto de Valcárcel. "Aquí, como en todo Cádiz, sufrimos mucho la estacionalidad. En verano trabajamos bien, nosotros somos 17 personas durante los meses fuertes, pero ahora nos quedamos en cinco y a veces estamos mirándonos las caras. Y eso que aun así no me quejo".

Según los técnicos municipales de Turismo, la calle de La Palma es la más visitada de la ciudad. "Nos aprovechamos de eso. Nosotros intentamos ponerlo todo muy arreglado, tener la calle limpia, pintada, con macetas en las paredes, porque los turistas se paran, se hacen sus fotitos típicas, pero luego se sientan a comer algo".

Rodolfo ofrece una visión muy particular de esa barrera existente que a veces separa La Viña del resto de la ciudad. "Es como si hubiera un Cádiz hasta el Mercado Central y otro que empieza en los callejones. A veces esto parece el lejano Oeste, porque hay gente que no se acerca hasta aquí. Tenemos que intentar cambiar eso, que la gente venga más. Aunque nuestra principal fuente de ingresos provenga del turismo, nos vendría muy bien que el proyecto de la Facultad de Educación y el hotel se convierta en realidad".

Los vecinos por su parte también esperan expectantes las noticias. Francisca, que dice rondar los 70 años pero que por su apariencia dinámica parece mucho más joven, dice que no quiere ilusionarse. "Mis dos hijos han tenido que marcharse de Cádiz porque no han encontrado nada, ni siquiera en la hostelería. Así que ojalá salga esto".

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