Vicente Rubio y Venegas, un gaditano involucrado en su época
Fue director de la Sociedad Cooperativa del Gas y del Tranvía de Cádiz-San Fernando y Carraca
En estas líneas vamos hacer un recorrido por la vida del gaditano Vicente Rubio Venegas, figura de la que se ha escrito poco y que desempeñó un papel fundamental en su época en Cádiz, principalmente en la Sociedad Cooperativa Gaditana de Fabricación de Gas, ocupando el cargo de director.
Vicente Rubio Venegas fue hijo de Vicente Rubio y Díaz, uno de los promotores del Instituto Columela. Tras finalizar el bachiller en 1890, se licencia en Ciencia Físicas y Química en 1895 y obtiene el grado de Doctor en 1896. Se casó con Mercedes Poggio de Flores y tuvieron tres hijos: Mercedes, Agustina y Vicente, que murió a los 17 años.
Tras finalizar sus estudios ocupó el cargo durante muchos años de director de la Sociedad Cooperativa Gaditana del Gas, fundada por un gran número de gaditanos, siendo su presidente Juan Aramburu y su vicepresidente, José Luis Lacave. También ocupó el cargo de director de la compañía de Tranvía de Cádiz-San Fernando y Carraca.
Adquirió los edificios de los números 25, 27 y 29 de la calle de San José, donde se ubicaron las oficinas de la Sociedad Cooperativa del Gas y la vivienda familiar. En los números 27 y 29 se ubicaban la sala de juntas y una exposición permanente de venta de lámparas de gas y eléctricas. En el número 25, la planta baja se dedicaba a los garajes y talleres; la entreplanta, a las oficinas y la planta principal, a la vivienda de la familiar. Algunos de sus descendientes siguen viviendo hoy en esta última casa. Durante los primeros años que duró la concesión le ofrecieron el alumbrado público al Ayuntamiento de Cádiz gratis.
Uno de los trabajadores que desempeñó el cargo de contador del gas era Antonio Rodríguez, conocido como el Tío de la Tiza, persona muy apreciada en la empresa. Cuando ganaba algún premio, lo celebraba actuando en el patio de la casa.
Vicente Rubio construyó en el mar, junto a los desaparecidos Baños del Carmen de la Alameda y a la altura de la plaza de Argüelles, una caseta para refrigeración de los motores de la fábrica que se encontraban en el edificio de la Central Lechera. Dicha caseta se construyó sobre piedra ostionera y fue muy polémica, pues pensaban que un temporal la destruiría. Finalmente no pasó y se destruyó cuando ya dejo de cumplir su función.
Fue un gran aficionado a los coches, que eran su pasión, y a bordo de ellos hizo viajes con mucha frecuencia a Madrid y por toda la geografía española. Tuvo una gran amistad con el fotógrafo gaditano Reymundo, del cual son la mayoría de las fotos que conserva la familia.
Además de director de la Sociedad Cooperativa Gaditana del Gas, fue profesor de la Escuela Superior de Arte e Industria de Cádiz; trabajó en el Laboratorio Municipal de Cádiz, llegando a desempeñar el cargo de subdirector en 1897; fue vocal de la Junta Local de Protección en el Trabajo de Mujeres y Niños; vocal de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Cádiz; capitán honorario del regimiento de ferrocarriles en 1934 y cónsul de Perú desde 1935 hasta su fallecimiento el 25 de Septiembre de 1962.
Poseía una gran biblioteca, que a su fallecimiento se donó al Instituto Columela y a la Escuela de Peritos Industriales. Su nieta, Merche Laínez Rubio, conserva los archivos fotográficos y toda la documentación referente a la figura de su abuelo Vicente Rubio y Venegas.
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