Las cuentas que no le salían a Rogelio Velasco han cuadrado con el nuevo consejero de Universidades. La incertidumbre que respecto a Valcárcel despachaba la anterior delegada del gobierno andaluz en Cádiz se ha convertido en apuesta decidida del nuevo ejecutivo de Moreno Bonilla. El proyecto de traer a Cádiz la facultad de Educación se prepara para echar a andar en los próximos cuatro años (de aquí a 2026), en una operación que tiene multitud de cifras que pueden analizarse desde varios puntos de vista.

El primero, en el que algunas administraciones se han afanado estos últimos días, gira en torno a las aportaciones de cada uno de los implicados. ¿Qué aporta en metálico y en especies cada uno? Hasta el momento, se ha trasladado la propuesta de que la Junta de Andalucía afronte la mayor parte de la inversión, con 31 millones de euros; una partida que se quiere rebajar a costa del Gobierno central, al que se le va a solicitar una aportación del Plan de Recuperación (Perte) para la obra de Valcárcel.

Por detrás de la Junta estará la Universidad, que ha anunciado una inversión que ronda los 8 millones de euros procedentes del remanente líquido de tesorería. Una partida a la que habrá que sumar, una vez esté rehabilitado el histórico edificio y construido el nuevo, el 50% del equipamiento de esa futura facultad.

La Diputación será la que financie el otro 50% de ese equipamiento universitario cuando concluya la obra, siendo ésta la única participación económica de la administración provincial, que en las reuniones ha venido defendiendo la donación del edificio como gran aportación, llegando a cifrar en torno a los 30 millones de euros el bien entregado ya a la UCA. Visión que otros no comparten en absoluto, al hablar de cesión de un edificio que está al borde de la ruina y que requiere una millonaria inversión para volver a darle uso. “Ha entregado un bien valorado en menos algo”, llegan a trasladar fuentes consultadas en contraposición a esa generosa valoración de 30 millones que el presidente Ruiz Boix puso sobre la mesa en la reunión del pasado lunes en Sevilla.

Teniendo en cuenta esta posición de Diputación haciendo valer la donación del edificio como contribución económica a que Valcárcel sea realidad, conviene entonces replantear las cifras del Ayuntamiento. Cinco millones de euros es la partida contante y sonante que se espera de la ciudad, adelantada ya en junio por el alcalde. Pero no se puede olvidar que el Ayuntamiento también puso a disposición de esa futura facultad, desde un principio, el solar del Campo de las Balas, que en su día iba a destinarse a hotel y que hoy está a la espera de que Zaragoza Urbana se decida para confirmar su uso hotelero o convertirse en las pistas deportivas de esa nueva facultad.

¿Y qué vale el Campo de las Balas? Hay que recordar que la ciudad se hizo cargo de esos terrenos de casi 19.000 metros cuadrados pagando al Ministerio de Defensa nada menos que 149 millones de las antiguas pesetas. Y otro dato más reciente sobre el solar hoy convertido en aparcamiento es el precio mínimo que tuvo en la etapa final del gobierno de Teófila Martínez el proceso de enajenación, fijado en 3.117.900 euros además de otros 930.000 euros en concepto de urbanización del entorno. Es decir, 4 millones de euros que el Ayuntamiento aporta en especies a la operación de Valcárcel.

Y además de todo esto, también ha ofrecido el alcalde la participación municipal en todo aquello que esté relacionado con los trámites, burocracia e incluso pago de las pertinentes tasas. El Ayuntamiento se ha mostrado dispuesto a renunciar incluso al cobro de las tasas de obras, lo que se antoja un pico considerable teniendo en cuenta el calado de lo que se va a hacer en el histórico edificio y su entorno. No en vano, de forma generalizada la licencia municipal para una obra mayor se tasa en el 6% del presupuesto de ejecución material de esa obra. Y si la actuación de Valcárcel se cifra hoy en 44 millones de euros, podríamos estar hablando de más de dos millones y medio de euros en licencias, lo que elevaría la aportación municipal al menos hasta los 11,5 millones de euros para que Valcárcel salga adelante. Cifras que muestran un apoyo considerable a la operación.

La partida anual para las obras

Otra operación económica vinculada al plan acordado por las administraciones es el del dinero que se necesita en los próximos cuatro años para hacer realidad la nueva facultad. Según el acuerdo cerrado el lunes y pendiente de plasmarse en el convenio que se anuncia para diciembre, la obra en Valcárcel se costeará con cuatro millones de euros en 2023 (que pagarán a partes iguales la Junta y la UCA, salvo que la administración andaluza encuentre finalmente dos millones de euros más de los que actualmente plantea incluir en el presupuesto); 13 millones más para el año 2024 (que saldrían de los cinco millones de euros del Ayuntamiento y los ocho de la Universidad, o bien seis de la UCA y otros dos de la Junta, según cómo se cierre finalmente la financiación de 2023).

Es decir, que la obra en 2024 podría llegar a ejecutarse sin participación económica de la Junta.

Pero a partir de ahí el resto de la ejecución sí la afrontaría en solitario la comunidad autónoma, a razón de 18 millones en 2025 y los algo más de 7 millones restantes en 2026.

El coste de cada actuación

¿Y qué se va a hacer con ese dinero de cada administración y en esas cuatro anualidades? ¿Por qué la facultad de Educación en Valcárcel ronda los 44 millones de euros? Este prisma económico también ha sido referido en alguna ocasión. A falta ahora de actualizar los precios en base al mercado y de algún posible reajuste en el proyecto definitivo, pendiente aún de redactar, se había presupuestado en 27 millones de euros la rehabilitación del edificio histórico y la construcción del de nueva planta que irá en su trasera. Un precio que sale de la estimación (hoy desactualizada) de que el metro cuadrado de una rehabilitación de un edificio histórico tiene un coste medio de 992,85 euros (sumando Valcárcel 13.608 metros cuadrados) y que el nuevo edificio costaría 746 euros por metro cuadrado (con un total previsto de 8.695 metros cuadrados).

A esta partida habría que sumar tres millones de euros más para el equipamiento propio de unos edificios de estas características, así como unos dos millones de euros más en que se cifra la urbanización del entorno. Y otra partida que oscila de los cinco a los nueve millones de euros para la zona de instalaciones deportivas que tenga la facultad y que bien irán en las actuales pistas de Valcárcel (usadas hoy como aparcamiento de vehículos) o en la parcela del Campo de las Balas; de ahí la notable diferencia presupuestaria.

Con esta división de las obras por ejecutar actualizada resultan esos alrededor de 44 millones de euros en los que hoy se plantea la obra de Valcárcel. Una partida, eso sí, que puede sufrir ahora nuevas variaciones cuando la tramitación del proyecto inicie su recorrido.