El Ayuntamiento de Cádiz ha ordenado el desalojo de las personas sin hogar que viven en la pérgola mirador del Paseo de Santa Bárbara, que fue presa de las llamas el pasado sábado 11 de julio en un aparatoso incendio. Un decreto dictado este viernes por el teniente de alcalde de Urbanismo, Martín Vila, tras informe de técnicos municipales, ordena proceder al “desalojo y precinto de todas los asentamientos existentes por razones de seguridad (riesgo eléctrico y de incendio) y de salubridad (basura y olores)”. Asimismo, la orden dispone que se proceda "por parte de la empresa adjudicataria de las obras de emergencia y ejecución subsidiaria del Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Cádiz al cierre o vallado, si no fuera posible el cierre, de las entradas peatonales al paseo superior, hasta tanto que no se resuelvan las patologías detectadas y se cumplan las condiciones mínimas de seguridad para su uso”.

El desalojo de las personas sin hogar atiende a criterios de seguridad y salubridad

El citado incendio parece haber sido el detonante de estas medidas, pero en este informe al que ha tenido acceso este periódico se dice, tras una nueva inspección realizada por los técnicos tras producirse el fuego, que se han observado “las mismas patologías que se describieron en el anterior informe de fecha de 6 de mayo de 2019”. Entre ellas, riesgos graves y leves por deficiencias en el paseo superior. En el mismo lugar de la pérgola mirador existen riesgos graves “por descargas eléctricas por la existencia de luminarias rotas estando sus mecanismos accesibles”, así como “cables sin protección”. También se enumeran riesgos de incendio por acumulación de materiales inflamables en los asentamientos de las personas sin techo y de lesiones por la existencia de cristales rotos en la entrada al núcleo de los aseos existentes entre el vestíbulo 4 y el 5.

En el mismo informe se cita el desprendimiento de dos paños en el acristalamiento inferior de la pérgola, a raíz de la reclamación por daños efectuada por un ciudadano tras una caída. Por ello se han desmontado todos los paños en mal estado y con riesgo de desprendimiento, “siendo necesaria la presencia de la Policía Local debido a la existencia de distintos asentamientos de personas sin hogar para poder ejecutar dichos trabajos en condiciones de seguridad y salud”.