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Cádiz

Ultimátum municipal al Mercado de San José por sus problemas estructurales

  • El Ayuntamiento vuelve a requerir a los propietarios, que se encuentran divididos, para que tomen medidas urgentes mientras que la instalación presenta cada vez más puestos cerrados

Se vende, se alquila, cerrado, abierto con clientes. El Mercado de San José, el mayor de los privados que hay en Cádiz, presenta contrastes en todos los sentidos. Zonas fantasmagóricas y cerradas con otros puestos que luchan por sobrevivir con sus clientes de toda la vida. Esa dicotomía es la que se ve también en los dos bandos que luchan por imponerse los unos a los otros en lo que se debe hacer en el futuro en estas instalaciones. Están los que quieren echar la baraja definitivamente y vender la superficie. Los que mantienen la actividad quieren seguir trabajando y que el mercado continúe abierto.

Esta es la historia de un mercado que empezó su declive cuando en el año 2006 hubo que actuar en los sótanos poniendo unos puntales debido a los problemas estructurales que había en un edificio que comparten con los juzgados de instrucción. Esa fue una medida provisional en tanto y en cuanto no se procedía a hacer una obra definitiva que solucionase los problemas estructurales y que debían ser sufragadas por los comuneros, es decir, por los propietarios.

Los puntales, que iban a ser provisionales, llevan ya 12 años puestos

Sin embargo, ha pasado una docena de años y no se ha ejecutado nada. Uno de estos comuneros decía a este periódico que cada vez quedan menos puntales y otro aseguraba que con el dinero que se ha pagado en todo este tiempo en puntales, se podría haber hecho la obra.

Aunque ya va un poco tarde, el Ayuntamiento a través de su Delegación de Urbanismo, se ha puesto bastante serio y ha enviado un requerimiento con fecha de 10 de septiembre que reiteraba otro anterior del 13 de julio donde se obligaba a los comuneros a llevar a cabo una serie de medidas debido al estado que presentaba el inmueble.

Entre ellas se les obliga a tomar de manera inmediata "todas las medidas tendentes a asegurar la estabilidad estructural del edificio". Por otro lado, en esa comunicación del 13 de julio se les daba un plazo máximo de diez días para emitir un informe redactado por un laboratorio homologado sobre el estado de apuntalamiento "y, en su caso, las medidas correctoras a realizar para que se garantice la estabilidad del conjunto estructural del edificio", que la Delegación de Urbanismo del Ayuntamiento de Cádiz deja muy claro que se deben ejecutar de inmediato.

La segunda carta del 10 de septiembre se les dice a los propietarios que como no tienen conocimiento de que se haya realizado lo requerido, se les da un plazo de cinco días para que comuniquen las medidas que se han tomado.

El Ayuntamiento deja muy claro que se continuará con los trámites y que el incumplimiento reiterado a las órdenes de ejecución habilita a la administración local para adoptar cualquier medida de ejecución forzosa, es decir, que el ayuntamiento las hiciera y después pasaría la factura a los propietarios.

Por último, en la comunicación se les recuerda la obligación de la propiedad de mantener los edificios y construcciones en condiciones de seguridad y salubridad.

En el Mercado de San José lo que subyace es una guerra interna entre los que quieren continuar la actividad y los que no. Para estos últimos, actualmente los puestos sólo suponen un gasto. Para los otros es su modo de vida.

Si se decidiera actuar para hacer las obras, algunos de estos propietarios de los puestos piden ayudas públicas para poder afrontar una obra que va más allá de la estructura y que pasa por dignificar unas instalaciones que están deterioradas por el paso del tiempo.

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