Irregularidades

La UTE de limpieza en Cádiz expedienta a un encargado y a una peón por falsificar registros de jornadas laborales

  • La empresa concesionaria ha comprobado que la empleada no acudía a su puesto pese a que el superior le validaba la asistencia y, por lo tanto, cobraba la jornada

  • La compañía cree que puede haber un delito de estafa y de falsedad documental

  • Nueva vida a la limpieza de Cádiz

Una de las máquinas de limpieza que prestan su servicio en Cádiz.

Una de las máquinas de limpieza que prestan su servicio en Cádiz. / Joaquín Hernández Kiki

La UTE Sufi Cointer, que es la empresa concesionaria del servicio de limpieza viaria y la recogida de residuos sólidos urbanos desde 2006, ha tenido que abrir un expediente y suspender de empleo a un encargado general del turno de mañana, J.M.C., y a una peón barrendera, M.P.C.C.. El primero, entre otras cosas, por presuntas fasificaciones en los partes de trabajo. A la segunda por ser beneficiaria de esa conducta ya que presuntamente no acudía a su puesto de trabajo pese a que aparecía en los partes como que lo había hecho. Según la empresa, estos hechos podrían ser constitutivos de delitos de estafa o falsedad documental. A las dos personas le dieron un plazo de una semana para que presentaran alegaciones.

La apertura de estos dos expedientes que ha hecho Sufi Cointer para cortar con estas presuntas irregularidades se ha hecho después de un seguimiento exhaustivo a los dos empleados para comprobar que no estaban desempeñando las labores por las que están contratados en la empresa de limpieza.

En el caso de J.M.C., el encargado general tiene como funciones la organización, ordenamiento y ejercicio del servicio, así como la supervisión del ejercicio de funciones de los empleados adscritos al servicio, especialmente de los peones de limpieza. Y entre las que tiene se encuentra la verificación de los datos registrados por los operarios en el registro de jornada durante su turno y la suscripción de los partes a entregar al cliente, en este caso el Ayuntamiento de Cádiz, como justificante del servicio realizado.

A raíz de las sospechas que tenían determinados trabajadores sobre incidencias en la asistencia de trabajadores y la afluencia de empleados, la UTE decidió iniciar una investigación.

A J.M.C. se le acusa de un supuesto falseamiento del registro de la jornada de la empresa, de una supuesta permisividad de conductas transgresoras por mandos intermedios bajo su responsabilidad y también de abandono de su puesto de trabajo.

Con respecto a la presunta falsificación, se centran en cuatro días de trabajo que van del 1 de noviembre (que era festivo) hasta el 4. En el parte de la trabajadora, que es la otra expedientada, aparecía que todos esos días había prestado su tarea entre las siete de la mañana y la una de la tarde en el festivo y desde las seis de la mañana el resto.

Sin embargo, la empresa asegura que ha tenido constancia de que esto no se ha podido producir y para ello relata de una manera pormenorizada, con horarios detallados y lugares donde se encontraban tanto el encargado como la trabajadora, que la empleada no estuvo en su puesto de trabajo.

Por ejemplo, el 1 de noviembre hasta media mañana M.P.C.C. estuvo en su domicilio y se encontró posteriormente con el encargado general, con el que se desplazó a Puerto Real a otro domicilio, desayunaron en las cercanías y posteriormente volvieron a San Fernando. Sin embargo, ese día el registro indicaba que sí había prestado el servicio que, además, al ser festivo, tiene un complemento retributivo. Tanto ese día como los otros tres, fueron cobrados íntegramente por la empleada y en todos llevaba la verificación del encargado.

Esta conducta se repitió tanto el 2, el 3 y el 4 en parecidas circunstancias. Según ese seguimiento, permaneció en su domicilio hasta la mañana y de nuevo se encontraba con J.M.C. El día 4 sólo se encontraron al final de la mañana pero el resto de la jornada laboral la estuvo realizando en San Fernando para gestiones de índole personal.

Este abandono del trabajo también se encuentra verificado en el expediente cada uno de los días en los que J.M.C. abandona las instalaciones de la empresa.

También hay otras tres personas que tenía que supervisar, dos de ellas siendo sus familiares, que en dos casos abandonaban su puesto de trabajo en diversos días a primera hora de la mañana sin regresar a los mismos y otra que no acudió dos días. Pese a ello, de nuevo los partes estaban validados y firmados por el encargado general.

El tercero de los asuntos por el que se le acusa a J.M.C. es por supuestos abandonos de su puesto de trabajo. De este modo, la empresa ha podido certificar que uno de los días a finales de octubre se ausentó a media mañana para ir a comprar a un supermercado a Puerto Real y después ni siquiera volvió a su centro de trabajo. Igualmente, hay algunos días que tras permanecer aproximadamente un par de horas en la empresa, abandonaba el lugar de trabajo y se dirigía al paseo marítimo de la barriada del Río San Pedro, donde se le pudo ver practicando ejercicio físico con ropa deportiva. En una de las jornadas incluso después volvió a ir a un supermercado, regresando posteriormente a la empresa.

Uno de los días volvió a salir posteriormente para hacer gestiones privadas y finalizar en un restaurante de El Puerto de Santa María, todavía en jornada de trabajo.

A M.P.C.C. el expediente le relata todas esas faltas que aparecen también en el de J.M.C.

Una vez que Sufi Cointer ha actuado ante estas presuntas irrregularidades, ha suspendido a los dos trabajadores de empleo, aunque no de sueldo, a la espera de que se finalice totalmente el expediente para tomar una determinación final.

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