La celebración del consejo de gobierno de la Junta de Andalucía en el Oratorio de San Felipe, el pasado lunes, fue la última bala que guardaba en la recámara la Universidad de Cádiz para conseguir la implicación de la administración regional en el proyecto de Valcárcel, en su transformación como nueva sede de la Facultad de Ciencias de la Educación.

Sin embargo, el gobierno de Juanma Moreno no dio marcha atrás, dejando fuera a la UCA, a la ciudad y a este proyecto tan importante, de las inversiones anunciadas para la provincia.

Ante esta postura, que no ha sorprendido en la Universidad tras tres años de lucha infructuosa por conseguir el apoyo autonómico, el rector gaditano, Francisco Piniella, ha decidido adelantar todo el proceso administrativo para desligarse del edificio de Valcárcel, olvidarse del retorno de Ciencias de la Educación a la capital e iniciar el proceso de reforma integral del centro ubicado en el Campus de Puerto Real, que se encuentra en precario estado.

Así, el rector, en declaraciones a Diario de Cádiz, adelanta que previo al inició del próximo curso académico, ya sea antes del verano o como mucho al finalizar las vacaciones estivales, se celebrará una sesión extraordinaria del Claustro de la UCA.

En esta reunión se planteará la finalización del convenio firmado en su día por la Diputación por la que ésta cedía el viejo edificio de Valcárcel para su reconversión en centro universitario.

La vigencia del convenio concluye en diciembre, y la propia Diputación, propietaria del edificio, estaba dispuesta a extenderlo en el tiempo, pero Piniella tiene claro que "no podemos aguantar más", por lo que no tiene lógica retrasar más la decisión y, con ello, agotar otro año sin poder hacer nada “tras tres años dando vueltas al asunto”.

Francisco Piniella también es muy escéptico ante la posibilidad de obtener fondos del plan Next Generation para reformar Valcárcel. Aunque la Diputación presentó en su día un proyecto para obtener esta financiación, el rector considera que el proyecto no entra inicialmente dentro de los temas que Europa quiere sufragar.

A la vez, se tiene claro, si no lo tenía ya antes, que el gobierno de Juanma Moreno "no va financiar la obra", aunque la Junta se ha encargado siempre del desarrollo de los equipamientos de las universidades públicas en la región.

"El gobierno andaluz está ya en campaña (de cara a las inminentes elecciones regionales) por lo que estoy seguro de que no cambiará nada respecto a Valcárcel". A la vez, la presumible victoria electoral del PP hace suponer que se mantendrá esta postura con el nuevo gabinete.

De esta forma, el rector considera que hay que ponerse ya en marcha para plantear mejoras sustanciales en el edificio que hoy ocupa la Facultad de Ciencias de la Educación en el Campus de Puerto Real.

Lo cierto que este equipamiento, que se trasladó a esta localidad desde la capital con un carácter de provisionalidad, se encuentra en estado muy precario, fundamentalmente por la falta de espacio en unos estudios que se han ido incrementando en los últimos años.

Hay que tener en cuenta que en el centro imparten clases unos 3.000 alumnos, más todo el profesorado y el personal de administración y servicio. La misma decana, Lourdes Sánchez, reconocía a este diario hace unos meses que es el edificio “más cutre” de la UCA.

Para mejorar el inmueble la Universidad se encuentra con varios problemas.

Por lo pronto, el Campus de Puerto Real, advierte Piniella, ya casi no tiene espacio físico libre para la construcción de un edificio de nueva planta que, para atender a este alumnado, tendría que ser amplias dimensiones. Así, como hipótesis, habría que analizar una posible reforma integral del edificio, opciones que el rector quiere ver con la decada y con la gerencia de la UCA. Si se acometen obras en profundidad, con fecha indeterminada, una de las posibilidades que se baraja es utilizar el nuevo aulario del Campus de Jerez para reubicar de forma provisional a estos estudiantes mientras se desarrollan las obras.

Que Ciencias de la Educación no retorne a Cádiz capital va a suponer un duro golpe al plan de revitalización del Campus de la capital, en el que se viene trabajando desde la etapa de Eduardo González Mazo como rector y que cuenta con el pleno apoyo del gobierno local.