La prensa es una importantísima fuente documental para conocer la historia de todo lo que envuelve a una ciudad. El Carnaval no va a ser menos que cualquier otra cuestión. Muchas de las investigaciones que se realizan sobre la fiesta se nutren, en parte, de las crónicas de la época que se estudia. Incluso, sirven para detallar información que ha desaparecido de los archivos municipales.

El investigador Javier Osuna expuso ayer en la última jornada del XX Congreso del Carnaval 'Diversión, prohibición y libertad en la fiesta de febrero' la importancia de la prensa escrita con la conferencia Diario de Cádiz: sus primeros 50 años de Carnaval (1867-1912). En ella, Osuna, uno de los grandes conocedores de la historia de la fiesta gaditana, desgranó a partir de los recortes de este periódico cómo se reflejaban las distintas costumbres y agrupaciones de la época en sus páginas.

Sus páginas han servido como fuente para diferentes investigaciones

Un trabajo que, tal y como explicó Osuna, no es un estudio pormenorizado sobre el papel de los medios, sino que es el fruto de la investigación que hizo para la revisión biográfica que realizó de Antonio Rodríguez Martínez el Tío de la Tiza. De hecho, gran parte de su vida coincidió con los inicios de Diario de Cádiz.

Durante su investigación, Osuna señaló que encontró "mucha información periférica" de la fiesta, lo que le permitió ir comprobando "los elementos que configuran el Carnaval de Cádiz". La información era muy variada y permitía conocer muchos aspectos de la fiesta. Por ejemplo, en 1868 ya aparecen referencias de los bailes de máscaras y la reventa de entradas, de manera que se revendían "los billetes del sexo bello al sexo feo", haciendo referencia a que las entradas para las mujeres eran más baratas que para los hombres.

Otro ejemplo de cómo evoluciona la fiesta lo tenemos en 1873 con la descripción de 'La goleta del vapor Terrible', en la que "los tripulantes náufragos iban entonando coros y tocando piezas con su petit orquesta". Osuna apuntó que este grupo "podía estar cantando de todo", ya que "este era un Carnaval mucho más libre" que el actual, por lo que además de tangos también interpretaban otras piezas como guarachas o diferentes ritmos llegados desde América.

Una de las curiosidades de esos años que se repite en los recortes es los conciertos que daba en distintos puntos de la ciudad la banda del Regimiento de Álava, que incluía entre su repertorio popurrís de tangos gaditanos.

Dentro de la evolución de la fiesta, destacó cómo las coplas se empiezan a llevar a otras localidades, como se vio en un recorte sobre Los viejos cooperativos, del Tío de la Tiza, que cantó en Sanlúcar.

Otro aspecto que resaltó Osuna en su estudio fue cómo evolucionó la referencia de las agrupaciones, ya que, poco a poco, empezaron a conectarse con las presentadas en años anteriores, lo que viene a demostrar "que está calando en la sociedad la configuración de estas primigenias agrupaciones". De hecho, en 1888 ya se empieza a recoger el listado de los grupos que recorrerán las calles.

Las páginas de Diario de Cádiz sirvieron para advertir de las prohibiciones durante los días de fiesta, una en la se indicaba que no se permitía coger papelillos del suelo bajo multa de 25 pesetas y envío a La Prevención. También se informaba sobre la disolución de comparsas por cantar letras que no habían sido aprobadas por la Alcaldía. Se puede comprobar en la prensa el nacimiento del coro en carroza en 1894 con Los pajaritos, la realización de las primeras grabaciones o la instalación de los primeros monumentos efímeros de Federico Godoy y Antonio Accame. Un legado que permite constatar cómo ha cambiado el Carnaval hasta llegar al que conocemos en la actualidad.

Cierre del XX congreso del carnaval.La presente edición del Congreso del Carnaval se cerró ayer con una interesante jornada. El día lo abrió una mesa redonda en la que se analizó el papel de la mujer en la fiesta. Posteriormente, se presentó el disco Coplas recuperadas, años 50 (Asociación Coro a Pie), del grupo Los Joyeros Gaditanos, que ha contado con la coordinación de Francis Sevilla Pecci.