El aparcamiento en Cádiz

El PP quiere anular las últimas zonas azules, naranjas y verdes de Cádiz

  • Elevará al Pleno una moción para suspender la regulación de aparcamientos en Asdrúbal o Los Porches y para otorgar una moratoria de un año a la nueva ordenanza de estacionamiento

Concentración de vecinos de García Carrera y Los Porches contra la zona naranja.

Concentración de vecinos de García Carrera y Los Porches contra la zona naranja. / Julio González

Las visiones y posicionamientos de Adelante Cádiz y del Partido Popular respecto al aparcamiento en la ciudad son antagónicas. Y mientras el equipo de gobierno sigue asumiendo decisiones y ampliando los brochazos azules, naranjas y verdes en los estacionamientos de avenidas, calles y plazas, los populares siguen reclamando el freno e incluso la marcha atrás de esta nueva política de movilidad que tanta polémica está causando. El pleno del mes de julio no va a ser una excepción a este asunto enquistado en la política municipal desde hace algunos años e intensificado en las últimas semanas. En concreto, el Partido Popular va a pedir, directamente, que el Ayuntamiento retroceda sobre sus pasos y “suspenda con carácter de urgencia las últimas modificaciones de zonas de estacionamiento en las zonas de Puertas de Tierra que están causando un verdadero caos en el aparcamiento en estas zonas”.

Con este planteamiento, el PP señala directamente a las zonas de Asdrúbal (con estacionamiento regulado los siete días de la semana durante todo el día), Los Porches (cuya zona naranja ha causado el rechazo de vecinos y comerciantes) o el entorno de Muñoz Arenillas (donde son especialmente críticos la asociación de vecinos El Balneario). En todos estos casos, como mínimo, exige que haya conversaciones con los vecinos y comerciantes afectados a la hora de establecer ese estacionamiento regulado.

Desde el grupo municipal que preside Juancho Ortiz se hacen así eco de las últimas polémicas relacionadas con el aparcamiento en la ciudad, denunciando que muchos vecinos “se han encontrado, sin previo aviso, los aparcamientos pintados de diferentes colores, y ahora no solo les cuesta dinero aparcar donde antes era gratis, sino que ven zonas totalmente inutilizadas por la ampliación a fines de semana y festivos de la zona azul que en varios enclaves existía para favorecer la rotación en horario administrativo”; al mismo tiempo, señalan que los comerciantes de esas zonas “se han encontrado con un verdadero problema para el desarrollo de su labor diaria”.

Es más, el PP asegura que el comercio del casco histórico “ve ya cómo el nuevo sistema de zonas de colores impide la llegada de clientes y visitantes a sus establecimientos, lo que repercute notablemente en sus ventas”. Algo que, indican, era “un secreto a voces” del que este grupo ya avisó cuando votó en contra de la ordenanza de aparcamiento y también de la nueva ordenanza fiscal reguladora de la tasa del estacionamiento.

Por todo ello, los populares volverán a plantear en el pleno del día 30 de julio lo que ya elevaron, sin éxito, en octubre del pasado año: que esa ordenanza de estacionamiento regulado en la vía pública quede en suspenso durante un año, entendiendo una medida necesaria en el contexto actual en el que hay que facilitar la llegada de visitantes a la ciudad y a su centro histórico al mismo tiempo que colaborar al máximo con la hostelería y el comercio. Cosa que no se produce con el panorama actual, según defienden los populares haciéndose eco de las diversas críticas y denuncias lanzadas por vecinos y comerciantes en las últimas semanas.

Un total de 2.500 plazas de aparcamiento ha perdido la ciudad desde la llegada al Ayuntamiento del actual gobierno de José María González 'Kichi'. Cifra que según el PP quedó ratificada en un consejo de administración de Emasa. “Y a las plazas de aparcamiento que aún quedan no sabe qué colorín ponerle porque no tienen un plan de movilidad sostenible para Cádiz”, denuncia Juancho Ortiz, que exigirá en el Pleno al alcalde que presente la alternativa al aparcamiento ideada para suplir esos dos millares y medio de plazas perdidas, recordando que la primera medida del alcalde en 2015 “fue descartar un parking subterráneo de entre 300 y 500 plazas en la Plaza de Sevilla que ya tenía financiación por el simple hecho de que estaba proyectado por nosotros”. “Esos eran los mimbres que teníamos y estas las consecuencias de tanto sectarismo”, añade Ortiz.

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