La iglesia de Santa Cruz conforma uno de los conjuntos patrimoniales de la Iglesia gaditana más destacados; por su importancia como segunda catedral, por su historia en el origen de la diócesis, por su arquitectura, o por algunos de las piezas y retablos que conserva en su interior. Entre sus muchos atractivos, uno de los que más llaman la atención son sus cubiertas, que forman un espectacular y colorido juego de curvas que ahora va a ser restaurado.

El Obispado ha desvelado, al fin, qué actuación concreta va a realizar con cargo al 1,5% cultural del Ministerio de Fomento; y la misma consistirá en la restauración y conservación de las cubiertas de la Catedral Vieja.

Según ha explicado la diócesis, ya se ha elaborado (por los propios técnicos del Obispado) el proyecto básico y de ejecución de esta actuación, los cuáles han sido presentados ante la delegación territorial de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía para su estudio y aprobación, teniendo en cuenta que Santa Cruz es un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural.

El proyecto, que asume el propio Obispado, se basa en la intervención que ya en el año 20007, con motivo del año del Barroco, la Junta de Andalucía realizara en la cubierta de la capilla de los Genoveses; aunque el Obispado matiza que a ese proyecto “se han incorporado mejoras respecto a aquella restauración, proponiendo la recuperación y selección de los materiales cerámicos de cubrición”. “El planteamiento fundamental del proyecto de intervención, por tanto, es conservar la gran belleza arquitectónica y patrimonial de la iglesia de Santa Cruz, comenzando por la restauración de sus cubiertas, elemento de gran singularidad dentro del conjunto, procediendo a su correcta impermeabilización y protección frente a la intemperie”, añaden fuentes diocesanas.

Esta intervención, a priori, servirá también para poner fin a los numerosos problemas que el templo venía sufriendo precisamente por el mal estado de las cubiertas, que ha provocado filtraciones de agua de lluvia y otros incidentes. Además, se recuperará el esplendor de esas cubiertas revestidas de azulejos.

La actuación, conviene recordar, necesita de una intervención de 316.383,13 euros, “debiendo abonar la Diócesis la cantidad de 79.095,78 euros, correspondiente al 25%, además de los conceptos no subvencionables”, explica el Obispado.