Cádiz

El Mercado Gastronómico de Cádiz y el hotel Barceló en la estación, en peligro

Promoción del Mercado Gastronómico en la antigua terminal de Cádiz.

Promoción del Mercado Gastronómico en la antigua terminal de Cádiz. / Lourdes de Vicente

Los proyectos del Mercado Gastronómico y del hotel en el edificio del vestíbulo de la estación férrea de Cádiz peligran. Aunque las dos promotoras de ambos equipamientos siguen queriendo abrir en la capital, en los últimos meses han surgido varios problemas que ponen en entredicho la viabilidad de estas operaciones, y que se unen a los numerosos problemas que desde hace siete año se están encontrando estos dos proyectos para salir adelante.

El Ayuntamiento y Adif están también implicados en estos problemas tanto por lo que respecta al Mercado Gastronómico como al hotel promovido por la cadena Barceló.

En el primero de los casos, es una empresa municipal, Eléctrica de Cádiz, la que ha puesto sobre la mesa una actuación a priori lógica pero que podría dar al traste con este proyecto.

Adif, propietario de los equipamientos ferroviarios de la ciudad, logró en 2016 adjudicar a una sociedad privada los nuevos usos de la terminal de 1905, para su conversión en un mercado gastronómico. Todo tras tres concursos fallidos para poner en el mercado este inmenso edificio.

La adjudicataria se las veía muy dichosa para poner en marcha este proyecto en poco más de un año... hasta que se topó con dos problemas: las redes de agua y saneamiento y las de electricidad no llegaban a la zona. Más aún, no habían servicios en toda la avenida de Astilleros.

En el caso del agua, la empresa municipal ya terminó hace unas semanas una complicada y costosa obra para cerrar el anillo del suministro y saneamiento urbano por la avenida de Astilleros. Sin embargo, la generación de energía está resultando más complicada.

Fuentes de la promotora del mercado gastronómico indican que Eléctrica de Cádiz cifra en cerca de un millón de euros el coste para llevar la acometida del servicio tanto al mercado como al futuro hotel.

Los promotores del complejo hosteleros rechazan pagar por si solos esta cantidad, sobre todo cuando consideran que no era lógico recibir el edificio sin este servicio, por lo menos a pie de calle.

De esta forma, se aclara que "estamos a la espera que Adif nos informe sobre cómo se van a repercutir los costes de la acometida eléctrica. Nosotros nos comprometimos a asumir una parte importante, pero no el 100%. Este importe se debe repartir proporcionalmente entre el futuro hotel, el edificio comercial de la parcela cedida por Adif al Ayuntamiento (y que está sin vender) y nosotros. Estamos esperando desde hace un mes, sin saber nada".

Por su parte desde Adif se indica: "El contrato firmado con Adif para el arrendamiento de la marquesina histórica de la estación de Cádiz para la actividad de mercado gastronómico recoge la obligatoriedad del arrendatario de asumir los costes relacionados con los suministros necesarios para el desarrollo de la actividad".

"Adif, consciente de las dificultades para obtener la aprobación del proyecto necesaria para la obtención de las correspondientes licencias, prorrogó en su día la duración inicial del contrato con el objeto de permitir la amortización de los posibles sobrecostes respecto al proyecto presentado en su oferta por el adjudicatario del mercado gastronómico".

Ante esta situación, la promotora ha parado cualquier intento de reanudar la comercialización del centro gastronómico. Ya en una primera etapa se alcanzaron acuerdos con varias firmas, sin cerrar los contratos, a la vez que había otras interesadas por abrir en Cádiz. Sin embargo, se asume que hasta que no se aclare este problema, no se dará ningún paso para reactivar la operación.

En cuando al hotel, a la empresa que lo va a construir y gestionar, Barceló Hoteles, no le gustó el acuerdo entre el Ayuntamiento y Adif para perfilar el diseño del nuevo edificio.

La cadena hotelera pretendía llegar hasta siete alturas, mientras que el Ayuntamiento restaba una planta atendiendo a lo ya previsto en el PGOU. En enero pasado fuentes de Barceló Hoteles indicaron a este diario que la empresa estaba pensado si seguir o no con este proyecto.

Ahora, según ha conocido este diario, se ha abierto una negociación entre Barceló y Adif para ver si la empresa hotelera acepta la rebaja de una planta en su proyecto gaditano. No se descarta que en este caso la firma pida compensaciones a la empresa pública, como podría ser la ampliación de la concesión del complejo turístico.

El proyecto, que el Ayuntamiento quiere que se ejecute pues entra dentro de su planificación hotelera, incluye 180 habitaciones con una categoría de cuatro estrellas, una piscina en la azotea y salas para reuniones y conferencias.

Frente a tantos problemas de última hora, sí se avanza en las obras que corresponden a Adif (tras liberarse de la obligación prevista en el convenio de 2008 de urbanizar la avenida y el parque público) y que se centran en los espacios que rodean la vieja terminal y que conectan con la nueva estación.

En el lateral de la avenida de Astilleros, ya está construyendo un aparcamiento en superficie. Éste conectará con el futuro parque de la Muralla a través del frente de la terminal de 1905 (que lleva cerrado al público desde los años 60). Y desde esta vía hasta la entrada al complejo ferroviario se habilitará una nueva vía, también con plazas de aparcamiento que, en su conjunto superarán las 250 plazas.

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