El Plan Plaza de Sevilla se ha convertido en un eterno dilema para las administraciones públicas, un ahora sí pero mañana no que parece no tener final… hasta ahora. Después de años de negociaciones, de convenios que quedan en papel mojado y sustituido por nuevos convenios que acaban mojándose igualmente y de proyectos a ninguna tarde, la empresa administradora de las infraestructuras ferroviarias del Gobierno central, Adif, ha iniciado una operación que supondrá un gran cambio en el entorno de la Plaza de Sevilla.

En concreto, ya ha comenzado la obra de construcción del aparcamiento en superficie que se localizará en paralelo a las estaciones actual y antigua de trenes, en una pastilla hasta ahora sin uso colindante de la Avenida de Astilleros. Un espacio que la ciudad ha utilizado en ocasiones para habilitar la Carpa de Carnaval o algún que otro concierto y que se convertirá en un aparcamiento con capacidad para más de un centenar de coches, que estarán además cubiertos por marquesinas.

El nuevo aparcamiento se habilitará en una superficie que suma alrededor de 6.866 metros cuadrados y cuyo perímetro ya está vallado con las primeras máquinas trabajando sobre un terreno que primero hay que preparar para luego intervenir con la instalación de los suministros propios de abastecimiento, con el nuevo asfaltado o con la colocación de las marquesinas que cubrirán las plazas de aparcamiento.

Al ser un estacionamiento regulado, que tendrá capacidad para 177 plazas y media docena más reservadas para personas de movilidad reducida, toda la zona quedará vallada perimetralmente con la misma solución ya habilitada en otras zonas de la Avenida de Astilleros, esos postes de hierro galvanizado colocados sobre un murete de hormigón. Y el acceso se realizará mediante barreras y maquinaria propia de este tipo de infraestructuras.

Esta obra será la primera de una trilogía incluida en el proyecto que Adif ha adjudicado a Proforma Ejecución de Obras y Restauraciones S.L. por un importe de 3.455.624,48 euros (2.855.888 euros más el IVA correspondiente) y un plazo de ejecución de ocho meses.

Este estacionamiento colindante con la Avenida de Astilleros provocará al otro lado de las estaciones ferroviarias actual e histórica la desaparición del actual estacionamiento regulado -el que compete a Adif, no las bolsas de estacionamiento de zona azul y naranja que gestiona el Ayuntamiento a través de Emasa-, en una segunda fase de la actuación que convertirá ese lado de las estaciones en una nueva calle que tendrá dos carriles de circulación (con un sentido cada uno) y aparcamientos a ambos lados y que culminará al final de la nueva estación con una pequeña rotonda para permitir la conexión con la Plaza de Sevilla. Otras 74 plazas de aparcamiento, tres de ellas reservadas para personas con movilidad reducida, se prevé disponer a ambos lados de ese vial, habilitándose también una parada de taxis de seis plazas para carga y descarga de viajeros, así como una parada momentánea para los usuarios de la estación de tren y el acceso al futuro hotel.

Este nuevo vial contará con sus pertinentes aceras, además de estar previsto la instalación de mobiliario, iluminación y arbolado, mejorando así de forma sobresaliente el actual acceso tanto peatonal como de tráfico a la estación de tren.

Una vez transformados los dos laterales de las estaciones, la operación iniciada por Adif contempla una tercera obra, en este caso para dar también uso y urbanizar el espacio existente entre el edificio de la Aduana y la vieja estación ferroviaria. Una superficie de 754 metros cuadrados actualmente sin actividad y sin acceso que será pavimentada, iluminada y ajardinada para uso peatonal “con objeto de revitalizar este área y dotar de un espacio libre peatonal que caracterice el acceso al futuro mercado gastronómico”, según establece el proyecto que supone un importante impulso al eterno Plan de la Plaza de Sevilla y que ya está en marcha.