La situación es cada vez más insostenible. Ni la pandemia del coronavirus que ha cerrado comunidades autónomas, provincias y municipios durante los últimos meses, ni la consecuente crisis economía y social derivada del Covid han impedido que los pisos turísticos sigan aumentando en número en la ciudad. Todo lo contrario a lo que defiende el Ayuntamiento, que lleva tres años trabajando en una iniciativa que ponga límites a este crecimiento. “Hace un año intervenir era necesario, ahora es de una extrema necesidad”, resume el concejal de Urbanismo, Martín Vila, recordando el fallido pleno extraordinario del pasado julio, donde la oposición tumbó la propuesta de limitar el uso turístico del suelo residencial de Cádiz, y los últimos datos que apuntan a que el número de camas ya superan las 8.000 en la oferta de la ciudad.

Ante estas últimas cifras, el equipo de gobierno anuncia que la próxima semana volverá a convocar al PSOE a una reunión para intentar cerrar un acuerdo que permita frenar la expansión del hospedaje turístico en la ciudad. Un acuerdo que se resiste desde el pasado mes de julio y que Martín Vila llama a zanjar de una vez. “Los datos de junio apoyan la tesis que ya anunciábamos de que ahora era más necesario que nunca esta regulación. Hace seis meses el PSOE negaba que esto fuera un problema y decía que la inversión en pisos turísticos había bajado. Pero las últimas cifras evidencian que es preciso intervenir cuanto antes para proteger a los vecinos, garantizar la pervivencia de la ciudad, que la gente de Cádiz pueda vivir en Cádiz y que el turismo crezca de forma sostenible y sostenida”, argumenta el concejal de Urbanismo.

El objetivo es que a la mayor brevedad posible pueda volver a convocarse el Pleno municipal para abordar esta cuestión. Y que a diferencia de lo ocurrido en 2020, la propuesta salga adelante. A ser posible, en el mes de junio, para no seguir dejando correr el tiempo ya que prácticamente todas las semanas se aprueba alguna licencia para habilitar nuevas camas en fincas y viviendas de la ciudad.

En ese encuentro con los socialistas (al que serán convocadas la portavoz del grupo municipal, Mara Rodríguez, y la concejala que gestiona los asuntos urbanísticos, Natalia Álvarez), el gobierno municipal pondrá de nuevo sobre la mesa “la posición clara, la determinación de que es preciso regular el fenómeno turístico en la ciudad y la implantación de uso turístico en suelo residencial”, tal y como explica Martín Vila, que considera que la incidencia de esta turistificación “es evidente y latente porque los alquileres continúan creciendo”.

Vila se muestra convencido de que el acuerdo con los socialistas será posible por dos motivos: en primer lugar, porque así lo acordaron en su día con la ejecutiva del partido representado en el Ayuntamiento por Mara Rodríguez, “por lo que el grupo municipal debe llevar a cabo ese acuerdo”; y en segundo lugar, porque asegura que en los últimos meses han estado trabajando para adaptar la propuesta original en relación a los pisos turísticos a esa “variante sevillana” que planteaba el grupo socialista. “El PSOE planteaba dudas respecto al cauce, y nosotros hemos avanzado una propuesta que toma como referencia el modelo de Sevilla pero que es mucho más ambicioso, porque Sevilla deja fuera de la limitación a los apartamentos turísticos y solo limita las VFT de las plantas baja y primera”, explica el concejal de Urbanismo, que añade que la propuesta que defiende el Ayuntamiento “es la misma que hace seis meses pero con una modificación del PGOU que se asemeja a la de Sevilla”.

Así pues, Martín Vila está convencido de que el PSOE “ya no va a tener excusas” para no cerrar un acuerdo que permita convocar de nuevo el Pleno lo antes posible y aprobar una limitación -que incluye la moratoria de licencias a nuevos negocios de hospedaje durante un año en toda la ciudad- a la expansión turística del suelo residencial. “Ellos querían el modelo de Sevilla, y vamos a hacerlo así; pero incluyendo también los apartamentos turísticos, que también afecta en la proliferación sin control del turismo, y siendo más proteccionistas con los vecinos en aquellos lugares donde el estudio que encargó el Ayuntamiento en 2018 avala que está ya saturado, como el casco histórico”, concluye Martín Vila.