Las carambolas de la política han hecho posible que, por fin, después de años y años sufriendo las inclemencias y la falta de seguridad existentes en la que hasta hace pocos días era su sede ubicada en los bajos del edificio de Tiempo Libre, los miembros de lo que de desde hace 25 años ha sido conocida popularmente como la Policía Autonómica han pasado a mejor vida. Estos días estrenan nueva sede en la tercera planta del edificio del Gobierno de la Junta de Andalucía de la Plaza de España.

Y hablamos de carambolas porque después de años de ruegos, peticiones y reinvindicaciones, ha sido la venta de Tiempo Libre, gracias a un empuje auspiciado por la Junta de Andalucía de Juanma Moreno, la que ha propiciado la urgencia del desalojo de todos los negocios y organismos, en este caso, que se ubicaban en los bajos de este hotel.

En el caso de la Policía Autonómica no ha hecho falta el desalojo puesto que ellos, sobre todo los 41 miembros de esa Policía Adscrita o Autonómica, estaban deseando que llegara este momento después de años padeciendo goteras, grietas en paredes y techos, siempre respaldados por informes dirigidos a la Junta de Andalucía.

El hecho es que hace ya unos días abandonaron los bajos de Tiempo Libre y este viernes, el viceconsejero de Presidencia, Interior y Administraciones Públicas, Antonio Sanz, y la delegada del Gobierno de la Junta en Cádiz, Ana Mestre, visitaron, acompañado por el secretario general de Interior, Miguel Briones, y el director general de Emergencias y Protección Civil, Agustín Muñoz, las nuevas instalaciones de la Unidad de Policía Adscrita.

La visita llegó acompañada de buenas noticias para alegrar al cuerpo, ya que Antonio Sanz reiteraba la petición llevada a cabo desde la Junta de Andalucía y dirigida al Gobierno Central de más efectivos para la Policía Autonómica. En total se han pedido 123 efectivos más, más coches y más chalecos antibala, ya que llevan tiempo padeciendo bajas y jubilaciones que nunca han tenido resposición, algo que ha esquilmado a este cuerpo, aunque realmente no se ha notado en el éxito de muchas de sus actuaciones. 

Tanto Sanz como la propia delegada del Gobierno de la Junta en Cádiz, Ana Mestre, indicaron que el plan que dejó sobre la mesa el anterior gobierno autonómico era del todo inasumible, ya que contemplaba el traslado a unas dependencias ubicadas en Zona Franca que costaban 7.000 euros al mes de alquiler y que requería unas obras tasadas en unos 250.000 euros. "Algo inasumible", insistía Mestre, que recordó que este traslado tenía que producirse "sí o sí". A esto le sumó que en un "ejercicio de optimización" de recursos, la Junta ideó esta nueva ubicación "porque hemos creído que era lo mejor optimizar los recursos para hacer posible el trabajo de manera trasversal. Es una mejoría notable para este servicio que resulta imprescindible para la provincia de Cádiz".

Antonio Sanz, por su parte, destacó el hecho de que esta reubicación coincida con el 25 aniversario del cuerpo. La nueva sede contará con unos 700 metros cuadrados de superficie, sin contar con una zona del aparcamiento subterráneo con el que cuenta el edificio de la Delegación de la Junta en Plaza de España.

El viceconsejero de Presidencia, Interior y Administraciones Públicas aprovechó la visita a las nuevas instalaciones para felicitar tanto a los inspectores e inspectoras responsables de las distintas áreas de actuación como a los propios agentes por los éxitos obtenidos.

Cabe recordar que este cuerpo tiene entre sus tareas cuestiones relacionadas con los delitos medioambientales, menores, juegos y espectáculos públicos así como competencias en el control de la ordenación del territorio o de la protección del litoral, sin olvidar la prevención y lucha contra los incendios forestales o la protección del patrimonio cultural.