Carnaval y Teatro

Jesús Bienvenido: “‘El Rámper’ tiene un contenido más importante que ‘El Balsero’”

  • Tras tres años en cartel con su primera propuesta personal, el artista gaditano se sube a las tablas del Pay Pay para estrenar una nueva obra en la que el Carnaval camina hacia el teatro

El músico y carnavalero Jesús Bienvenido.

El músico y carnavalero Jesús Bienvenido. / Jesús Cuevas

Cuando la embarcación de El Balsero encalló en casa apenas un mes después de echarse a la mar de las tablas por mor del diluvio universal, Jesús Bienvenido se vio confinado con todas las ilusiones que había generado una apuesta personal por la que, incluso, había dejado su trabajo de maestro. Sin embargo los temporales pasan y de la flaqueza se puede hacer fortaleza si uno anda preparado. El músico y carnavalero gaditano lo estaba, también sus compañeros de viaje –Andrés Hernández Pituquete y Raúl Botella– y la balsa del náufrago fue de las primeras en España en enrolarse en esa aventura que suponía en 2020 volver a los escenarios. Quizás entonces no las tendría todas consigo el dramaturgo principiante (y veterano carnavalero) sobre el destino de su rompedor proyecto donde exploraba los límites que separan (¿o unen?) al Carnaval del teatro. Quizás entonces no acertaba a imaginar a El Rámper, que este viernes se estrena en el café teatro Pay Pay, una segunda apuesta que, a juicio de su creador, “tiene un contenido más importante que el de El Balsero”.

“Creo que es algo que me pasó también en mi etapa como autor de Carnaval. Yo hice agrupaciones que tenían un tinte como muy canalla, como muy divertido, y cuando había conseguido un público que ya me escuchaba, gente que decidió perder su tiempo en ponerme atención, pues escribí ‘Los currelantes’. Así que cuando he comprobado con El Balsero que este formato funciona, que cala en la gente, pues me he decidido por un proyecto que tiene un contenido más importante”, desarrolla Bienvenido que se suma a la lucha contra la desmemoria a través de la historia de un autor de carnaval represaliado. Uno ficticio que, lamentablemente, es muchos reales.

“Trata sobre la Memoria. Sobre la primera etapa de la represión, la del terror caliente, que supuso la Guerra Civil en Cádiz en la piel de la gente que se dedicaba entonces al Carnaval”, explica Bienvenido sobre El Rámper, que no es Ramón Álvarez Escudero, aquel payaso que durante los años 20 del siglo pasado dio cera a los dirigentes que le tocó sufrir (de Primo de Rivera a Franco), “sino un gaditano, un autor ficticio que es apodado El Rámper por una de sus agrupaciones”, aclara el autor que se ha basado “en varios autores como Cañamaque, que se inspira en Ramper para ‘Los rámper filarmónicos’, y autores represaliados como Juan Sevillano o Manolo León”.

“Hablar de este tema me interesaba en varios sentidos, primero, porque aunque sea un asunto que genera polémica, creo que cuantas más voces de la cultura se sumen a rescatar del olvido nuestra Memoria más sano es para nuestra sociedad, y segundo por mi propia visión del Carnaval. Yo pienso que en el Carnaval como algo más de lo que hacemos. Me parece importante contar qué es el Carnaval, que la gente recuerde que nuestro Carnaval surge porque la gente de Cádiz se lo inventó un Carnaval social frente al Carnaval burgués que existía. Esa es la raíz”, argumenta Bienvenido que está convencido de que la base del Carnaval no es el 3x4, “porque además no es 3x4 ni es nada”, sino su raíz social. “Y muchas veces escuchas agrupaciones que no van por ahí y, en mi opinión, eso no es Carnaval aunque suene a la Viña”, decide.

Hasta ahí el fondo de El Rámper pero, ¿y las formas?. Bienvenido adelanta que la estructura es similar a la de El Balsero aunque vira un poco más a lo teatral. “A ver, la propia temática de El Rámper ya es un elemento que tiene la base en el Carnaval pero en cuestión de repertorio lo tiene menos que el anterior. Sí hay pasodobles y cuplés, claro, pero tiene más desarrollo de texto y da más cabida a otras músicas además de al Carnaval, a todos estos ritmos latinoamericanos que me gustan y al flamenco a mi manera, porque yo no soy flamenco, ni lo pretendo, pero lo conozco porque yo he estudiado la guitarra flamenca durante muchos años y estoy orgulloso del patrimonio que tenemos y lo uso a mi manera para poder expresar lo que estoy contando”, explica.

También detalla el artista que, si en El Balsero contaba con una décima de Alexis Díaz-Pimienta, en El Rámper ha sumado un poema del investigador y escritor Antonio Manuel. Y no es su único aliado. “Además de mis dos músicos, con los que he hecho unos arreglos preciosos para los temas, Pituquete y Raúl Botella, he pedido ayuda a gente como el historiador Santi Moreno, el investigador Javi Osuna, a Ana Barceló con el disfraz, a la clown de Sevilla Susana Villegas, que me ha ayudado a conocer al mundo del payaso, y también he tenido la suerte de que Shaday Larios y Jomi Oligor, con los que hice un curso el pasado año en el FIT que desembocó en el proyecto de Los mapas vivos, se hayan pasado un mes conmigo aquí en Cádiz ayudándome con la parte de la escena y basándose en el teatro de objetos, que es lo que ellos trabajan, así que en El Rámper todo ha cobrado carácter manipulativo y un giro más a lo teatral con respecto a El Balsero, digamos, que he ido ampliando ese horizonte”.

Porque, al fin y al cabo, de eso se trata. Hacer proyectos. Crecer. Aprender. Quedarse con lo nutritivo. “Fíjate una cosa que he aprendido de El Balsero, y que creo que el mundo del Carnaval debería de apuntarse, es que a pesar de que funcionó por el boca a boca y por las redes nosotros fuimos muy pesados con que no se grabara, con que no se difundieran vídeos y creo que eso ha ayudado a su éxito. El Carnaval, en ese sentido, es muy caníbal. La gente lo coge, lo devora y a otra cosa. Como digo, nosotros habremos sido muy pesados con que la gente se sentara y viera el espectáculo a través de sus ojos y no a través de una pantalla, pero creo que en eso acertamos y lo vamos a mantener con El Rámper”, adelanta.

Y, desde luego, oportunidades habrá para verlo in situ, ya sea en casa, en el café teatro Pay Pay (“sin la apuesta de Paloma García hubiera sido imposible que El Balsero se hubiera visto tantas veces en Cádiz”) los días 23, 24 y 30 de septiembre, 1 y 15 octubre, 4 y 12 de noviembre o fuera de la ciudad en Huelva (9 de octubre), Sevilla (16 de octubre), Granada (6 noviembre), Córdoba (11 de noviembre), Punta Umbría (25 de noviembre) y Puente Genil (26 de noviembre).

'El Balsero', 60 representaciones en el Pay Pay

Que se recuerde, no ha habido otro caso igual en la ciudad. Una colaboración tan fructífera entre sala y artista como la que han emprendido el Café Teatro Pay Pay y Jesús Bienvenido es difícil de encontrar más allá de las temporadas estables que las compañías teatrales realizan en los teatros de las grandes capitales.

Y es que han sido 60 representaciones las que El Balsero ha desarrollado en las tablas del establecimiento de la calle Silencio y, todas, con prácticamente llenos. "Me ha ocurrido, de hecho, que aunque haya actuado en Huelva, en Granada, o donde sea fuera de Cádiz, ese público ha venido a verme también al Pay Pay porque querían ver cómo se veía la propuesta aquí. Es algo muy bonito, la verdad, esta relación que se ha creado, y esta cosa íntima que la gente parece que percibe y agradece", dice el autor que, otra rareza, ha tenido espectadores "que han venido hasta 5 o 6 veces" a ver la obra.

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