Reintervenciones no declaradas, codificaciones o registros erróneos, retrasos en diagnósticos e intervenciones... Estas son algunas de las irregularidades que recoge el estudio realizado por médicos del Hospital Puerta del Mar presentado a finales del pasado mes de mayo a la dirección del centro.

El estudio, al que ha tenido acceso este periódico -sin conocer ningún dato personal de los pacientes ni el número de historia clínica-, destaca que en la Unidad de Reanimación Postoperatoria (URP) "se ha producido desde 2012 un incremento en la mortalidad después de una serie estable de cinco años", siendo la UGC de Cirugía General y Digestivo la que más pacientes aporta.

Así, el informe analiza casos de pacientes intervenidos en la UGC de Cirugía General y Aparato Digestivo que han pasado por la URP y que han presentado complicaciones postoperatorias. Los datos "muestran que la nueva estrategia peroperatoria del paciente quirúrgico instaurada por la Dirección de la Unidad se asocia con una elevada morbimortalidad, un elevado coste personal y un muy elevado coste económico en muchos casos evitable. Además, existen numerosas y graves irregularidades en la documentación que se adjunta", según el estudio.

De los casos que recoge, llama la atención sobre 79 que denomina "casos índice", cuyos datos se han extraído de la historia clínica de los pacientes y que destacan por su especial gravedad. En muchos de ellos se repite la misma práctica.

Entre estos casos, está el de una paciente "intervenida por perforación de colon que requiere dos reintervenciones. Sufre un proceso séptico -infección generalizada- y causa exitus -fallece- en planta. No se aclara la causa de la presencia de líquido intestinal en pelvis en la segunda reintervención, que no fue declarada", recoge el estudio.

Otro de los casos es el de un paciente intervenido en 2013 por obstrucción intestinal, con "reintervención por dehiscencia de sutura de la anastomosis -unión- reuniendo criterios de sepsis. Precisa dos reintervenciones en 2014 por complicaciones relacionadas con las cirugías de 2013: se interviene una hernia incisional o eventración consecuencia de las dos primeras intervenciones. En la codificación no se recogen las dehiscencias descritas. La evisceración de 2014 fue tratada en quirófano con anestesia local sin supervisión de Anestesiología siendo codificada de manera inexacta como limpieza no quirúrgica".

En 2013 también está el caso de otro paciente que "requiere tres reintervenciones debido a un total de cuatro dehiscencias de sutura en un periodo de ingreso de tres meses causando exitus en planta por choque séptico. Se describe en varias ocasiones un manejo conservador de las fugas existentes (...) teniendo que intervenir finalmente (...). Solo hay codificada una dehiscencia de sutura. Las demás se han codificado como fístula. La última reintervención no se ha codificado como tal".

Asimismo, se expone el caso de un paciente cuyo informe de alta recoge cuatro procedimientos en quirófano "cuando realmente han sido nueve en total". Y otro en el que "en el diagnóstico postquirúrgico codifican la cirugía como abierta cuando ha sido laparoscópica". También, el de una paciente "con una dehiscencia de sutura intestinal cuyo control quirúrgico del foco sufrió una demora de 14 días", finalmente "es intervenida en peores condiciones y fallece en quirófano".

Entre los casos índice de 2014 está el de un paciente "con seis reintervenciones en quirófano y un proceso séptico inicial, y solo una declarada como tal".

En el año 2015, destaca el de un paciente en el que se diagnostica "fuga intestinal" a principios de mayo, se reinterviene 14 días después y "cursa con choque séptico y exitus". O el de "una paciente intervenida de hemicolectomía derecha con reintervención no declarada y por evisceración codificada como eventración".

Estos son solo algunos de los casos más llamativos que recoge el estudio realizado por profesionales de Anestesia y por los que piden que se realice una auditoría externa.