Cuando se trata de pensar en espectáculos inolvidables, nos viene a la cabeza aquel musical al que acudimos hace algunos años, esa final de fútbol histórica o un extraordinario castillo de fuegos artificiales. No obstante, a menudo pasamos por alto que la naturaleza es capaz de dejar estos eventos a la altura del betún. Pensamos en una avalancha, una aurora boreal, la desembocadura de un río y, sobre todo, un atardecer. Y es que el crepúsculo es uno de los fenómenos más evocadores e impresionantes que puede contemplar el ser humano. En este sentido, a continuación, reunimos cinco puestas de sol ibicencas que el lector recordará para siempre.

A la hora de desplazarse por la mayor de las Pitiusas, una de las mejores maneras de movernos libremente y con comodidad, sin depender de los restrictivos horarios y trayectos del transporte público, es mediante el alquiler de motos en Ibiza de Cooltra, una compañía que dispone de varias tiendas en la isla, cuenta con un sistema de reservas online y, por si fuera poco, ofrece una amplia selección de servicios adicionales.

El crepúsculo al ritmo de tambores

Para dar comienzo a nuestro primer día de recorrido, con nuestro scooter conduciremos hacia el norte. Tras seguir la PM-804 a lo largo de treinta kilómetros, llegaremos a nuestra primera parada: la playa de Benirrás, donde todos los domingos se reúne un grupo de hippies para hacer sonar sus tambores y deleitar a los viajeros. De este modo, la unión de ritmos, atardecer, antorchas y árboles a los costados, promete una experiencia única.

Nudismo y sesiones musicales

En nuestra segunda jornada nos desviaremos hacia el sur poco menos de treinta kilómetros, siguiendo la costa. Nuestro destino en Punta Galera, una cala paradisíaca, poco transitada y nudista. Un lugar ideal para relajarnos y lanzarnos al agua desde sus planchas rocosas. Al amanecer, arrancaremos nuestra moto para dirigirnos a la cercana Cala Conta: un viaje de menos de media hora que nos recompensará con un par de playas y algunos locales con buena ambientación musical a cargo de DJ, como es el caso del popular Café del Mar.

La mejor vista de Es Vedrá

Ya situados en nuestro cuarto día de viaje, proseguiremos el descenso hasta Cala D’Hort, una playa enfrentada a los islotes de Es Vedranell y Es Vedrá. Ya sea desde la propia arena, el acantilado o la popular ‘Torre del Pirata’, disfrutaremos de una de las puestas de sol más emblemáticas de la isla.

Un tesoro de la naturaleza

Para terminar, conduciremos de vuelta a Ibiza, aunque nos detendremos antes: concretamente, en el Parque Natural de Ses Salines. Nos referimos al que es, probablemente, el espacio medioambiental ibicenco más representativo. Allí tendremos la posibilidad de realizar una ruta a pie y, cómo no, de contemplar el atardecer desde una cima: Es Cap del Falcó.