"Hacer docencia e investigación al mismo tiempo es una locura"

Enrique Moreno. Cirujano

La próxima semana recogerá el Premio de Cirugía Pedro Virgili Cortes de Cádiz

El doctor Moreno, durante un congreso en el Hospital 12 de Octubre.
El doctor Moreno, durante un congreso en el Hospital 12 de Octubre.
Marco Aracama / Cádiz

09 de marzo 2011 - 01:00

El jurado compuesto por la Real Academia Nacional de Medicina y por la Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz ha decidido otorgar el III Premio Nacional de Cirugía Pedro Virgili Cortes de Cádiz a Enrique Moreno González, en un acto que tendrá lugar la semana próxima en el 199 aniversario de la Constitución.

-¿Qué supone obtener este galardón?

-Para mí significa muchísimo, de tal forma que a pesar de que haya recibido otros premios como la Medalla de Oro de la Junta de Extremadura, la Orden de Sanidad en su nivel más alto o el premio Príncipe de Asturias, este es un premio muy singular porque es de una de las personas más importantes, más relevantes de la cirugía, la anatomía y en la descripción, sin número de técnicas quirúrgicas; por tanto es una persona, no solamente importante en la historia de la medicina, sino una persona que nos ha atraído siempre a los cirujanos desde los comienzos de nuestra carrera, es una gran parte de la historia excelente, de la historia inteligente, de la historia de la progresión y de la mejora.

-¿Qué importancia considera que tuvo el Real Colegio de Cirugía, que creó Virgili en Cádiz y en nombre del cual se le concede el premio, para el desarrollo de la cirugía moderna?

-El Colegio de Cirugía de Cádiz ha sido, gracias a Pedro Virgili, un paradigma de la cirugía traumatológica, de la cirugía de urgencia y de la cirugía de pared abdominal. A pesar de que la vida de Pedro Virgili es singular, ya que tuvo mucha actividad en Cataluña y también fuera de España, especialmente unida a los colegios del sur de Francia, el que eligiera precisamente el colegio de Cádiz para su actividad, no solo fue una decisión propia, sino también una decisión de los que le conocieron, y que le facilitaron que él pudiera fructificar con sus ideas allí; fue una época de oro.

-¿Qué sucede con el sistema actual que forma a muchos médicos en España pero cuyos profesionales buscan crecer fuera de las fronteras?

-Sencillamente que la única posibilidad que tienen las personas jóvenes es trabajar en los hospitales, formando parte, no de una masa, pero sí de un grupo absolutamente asalariado, y que tiene, como todo trabajador, sus ventajas y sus inconvenientes. Salen del país en busca de un puesto de trabajo más digno, con sueldos de trabajo, también mayores. El sistema está mejor pensado en Inglaterra donde un médico trabaja por la mañana y se va, o en Francia, no como aquí, donde docencia e investigación no se realizan al mismo tiempo, que es una locura, es imposible. La formación es la misma, pero aquí encuentran un trabajo precario, les contratan para tres guardias y luego todos los días firman la renuncia al contrato, son cosas absolutamente fuera de sitio. Por regla general el salario en Inglaterra o Portugal es casi el doble, pero es que tengo amigos en Holanda que cobran cuatro o cinco veces el sueldo que se paga de media en España.

-¿En qué situación se encuentra ahora la cirugía?, ha habido grandes avances gracias a la tecnología, pero ¿qué retos quedan por superarse?

-Los cirujanos por nuestra vocación, por nuestro deseos, no de progresar, sino llevados exclusivamente por el deseo del estudio, del conocimiento, es muy frecuente que salgamos del hospital y vayamos a estudiar anatomía a una cátedra, a hacer disecciones en cadáveres para conocer mejor la anatomía humana. Y al mismo tiempo que nos quedamos en los hospitales que están bien dotados como este 12 de Octubre, investigando en animalarios con determinados proyectos de investigación, haciendo trasplantes hepáticos o de otros órganos en ratas o en otros animales con los que está permitido trabajar, como el cerdo. Pero nada de esto está pagado, son proyectos de investigación, por tanto trabajos extras que podrían estar remunerados pero que se hacen a través de becas y estudios presentados por los investigadores. Es por la propia vocación. El cirujano hace todo esto por apetencia de mejorar el conocimiento, mejorar la técnica quirúrgica, hacer prototipos que después puedan adaptarse a las técnicas quirúrgicas para mejorarlas en los humanos, como por ejemplo los trasplantes de órganos.

-Desde que usted empezó hasta la actualidad, han cambiado las técnicas, ¿ha sabido congeniar con las nuevas tecnologías y aprovechar estos avances o se ha guardado las técnicas con las que comenzó a ejercer como cirujano?

-Por regla general modificamos las técnicas para que puedan ser realizadas. Luego hay determinadas técnicas que vienen inducidas por casos comerciales, la laparoscopia, la cirugía robótica, en estos avances no existe beneficio para el ciudadano.

Decimos que el tiempo de hospitalización se acorta, pero sería lo mismo haciéndolo bien el médico. Todo estos avances tecnológicos lo que potencian es el gasto. Trabajamos para que una casa comercial pueda difundir, no un conocimiento que mejore la asistencia o que cure las enfermedades, sino exclusivamente el mercado instrumental, como si fuéramos delegados de las propias casas. Promocionamos el gasto. Utilizamos una tecnología que es cara y que con una buena formación no se requiere de ella. Se avanza en el gasto sanitario, no en el paciente. Avances encubiertos. Lo importante no es la tecnología sino que el cirujano sea capaz de hacer ese tipo de intervenciones, por conocimiento anatómico, por hábito, por dedicación a la actividad. Vale más la cualificación que la tecnología.

-Hace unos días se celebraba en el Hospital Universitario Puerta del Mar el trasplante renal número 1.000 y la permisión de hacer trasplantes cruzados. ¿En qué punto nos encontramos en España en cuanto a las donaciones para trasplantes?

-Es un avance indudable. Que una persona que no pueda donar a quien lo quiera hacer pueda donar a otro, y esa otra familia también de un órgano de donante vivo a la primera es algo que no nos corresponde a los médicos, es un éxito de la propia sociedad que ha sido capaz de entender la situación, nosotros no somos más que meros intermediarios en ese proceso, que aún puede mejorar.

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