Cádiz cierra la puerta a nuevos proyectos de alojamiento turísticos. La moratoria que persigue el equipo de gobierno desde casi año y medio se hará, al fin, efectiva en cuestión de días, los que tarde en salir el acuerdo plenario alcanzado este viernes en el Boletín Oficial de la Provincia. Ese es el último trámite que resta para que se ponga en marcha el contador de un año durante el cual el Ayuntamiento no concederá ninguna licencia para el desarrollo de nuevos proyectos hoteleros o de apartamentos turísticos.

Este será uno de los grandes cambios, y el más inmediato, que afrontará la ciudad respecto al desarrollo de equipamientos de hospedaje destinados al turismo, después de que el Ayuntamiento haya sacado adelante su propuesta con el apoyo del PSOE, la abstención de Ciudadanos y el voto en contra de PP y Villero. La moratoria entrará en vigor en cuestión de días, y tendrá un plazo máximo de un año; no obstante, durará menos tiempo en caso de que la tramitación necesaria hasta aprobar definitivamente la modificación puntual del PGOU se complete en menor plazo.

De este modo consigue el equipo de gobierno uno de los grandes frenos que desde hace meses quiere imponer a la expansión turística que está padeciendo la ciudad. Y una vez tramitado el cambio del PGOU, entrarán en vigor cambios notables que se traducen en límites a los proyectos de alojamiento.

El más notorio es que en todo el casco histórico se impedirá la implantación de más viviendas con fines turísticos (VFT) al considerarse que la presión turística está por encima de los porcentajes entendidos como óptimos; y ya no podrán construirse hoteles en fincas calificadas en suelo residencial, salvo aquellas que el PGOU otorga un grado de catalogación 0 y 1 (los de mayor protección) entendiéndose que estas fincas tienen pocas salidas salvo la de uso hotelero.

En el caso de extramuros, la nueva regulación sí permitirá que cualquier finca pueda transformarse en hotel o apartamentos turísticos; pero limitará la creación de nuevas VFT a las plantas baja, primera y segunda de los edificios.

Según ha explicado el concejal de Urbanismo, Martín Vila, la moratoria no afectará a las únicas licencias que se han solicitado en la actualidad y que están pendientes de resolver. Se trata, en concreto, de tres promociones de apartamentos turísticos que se han solicitado, una de tres apartamentos en la calle Caracolas, y las otras dos en la calle Dorotea para seis y tres apartamentos, respectivamente. Tres proyectos, además, que según ha explicado el concejal cumple tanto con el PGOU vigente como con la modificación propuesta (al tratarse en todos los casos de locales en planta baja), por lo que sí obtendrán las licencias para su ejecución.

Este escenario dista mucho del que existía en julio de 2020, cuando se contemplaban hasta una docena de proyectos hoteleros que quedaban en el aire. De hecho, Vila lamenta que entre aquel pleno y el de ayer “se han habilitado 700 nuevas viviendas con fines turísticos y se han desarrollado una veintena de proyectos” hoteleros y de apartamentos turísticos; un notable aumento de la presión turística que el concejal achaca directamente al PSOE.

La previsión del gobierno municipal es que la nueva regulación del PGOU en materia de hospedaje no se alargue más de medio año, tiempo aproximado que se empleó a la modificación relacionada con las casas de apuestas. Por tanto, estos límites a los proyectos de alojamiento turístico podrán estar en vigor de cara al próximo verano.