Fervor y devoción desde antaño

Como una familia de hermanos que vela por su madre desde la creación. De esta manera funciona la Orden Seglar de los Siervos de María, como una comunidad dedicada en cuerpo y alma a su titular, a la Virgen de los Dolores. La mayoría de los cofrades que integran esta corporación llevan años de dedicación. La coronación canónica termina de confirmar el arraigo de la Orden en la ciudad desde su fundación.

Uno de sus componentes más célebres y conocidos por la ciudadanía es José Luis Piulestán. Más conocido por su trayectoria como cuartetero, detrás de este carnavalero también existe un gran devoto a María Santísima de los Dolores.

"Cuando recibí la noticia de la coronación, la alegría fue inmensa, recuerdo como nos abrazábamos todos, era algo muy especial para nosotros", relataba este integrante de la cuadrilla del palio de Servitas. El cofrade lleva perteneciendo a la cuadrilla de la Virgen alrededor de 18 años, además de ser hermano de la Orden. El sentimiento hacia la Dolorosa considera que es uno de los pilares que dan sentido a su vida.

En el recuerdo de este hermano queda el primer año que entró debajo del paso y como con el transcurrir de los años la pasión se ha ido arraigando en él. En su memoria queda la fecha del 275 aniversario de la fundación de la Orden Seglar en Cádiz, en el año 2002. La mayoría ha coincidido en definir como inolvidables aquellos momentos.

Compaginar las dos pasiones de la ciudad, Carnaval y Semana Santa, no supone problema para el cuartetero. Aunque si reconoce que a veces se ha encontrado con gente que no ha respetado tanto su devoción hacia la Virgen de los Dolores.

Otro de los integrantes de este núcleo familiar, Ramón Fernández, se ha encargado de elaborar la saya escapulario donada por la cuadrilla de cargadores. El bordador lleva desde 1987 integrado en esta cofradía. "Me ha calado hondo la espiritualidad Servitas desde siempre, recuerdo con especial énfasis los cultos que se hicieron en el convento de las Carmelitas Descalzas a finales de los 80 por obras en San Lorenzo", afirmaba emocionado.

Julio Reyeros, capataz actual de la Virgen de Servitas, acoge con especial ilusión esta cita. Más de 50 años de experiencia dentro de la hermandad le avalan como prior, subprior y secretario, entre otros cargos. "Se han quedado muchas personas en el camino que recordaremos con mucho cariño cuando llegue el día", declaraba. Julio siempre ha estado acordándose de su maestro, Manuel Merello, al que también llamaban Rubio del Aceite. Por esta razón, lleva tal denominación la asociación de cargadores.

"En el momento que supimos que iba a ser coronada, quisimos hacerle un regalo y entre el esfuerzo económico de todos le hemos donado la saya", comentaba. La cuadrilla de cargadores lleva desde el mes de mayo ensayando incesantemente todos los detalles para que este sábado la Virgen sea portada con elegancia y hermosura sin ningún tipo de fallos. Además, afirma haber vivido casi todas las salidas extraordinarias de peso que durante décadas ha acometido la Dolorosa.

"Tenemos la sensación de que la Virgen nos protege, es una sensación maternal que hace que todos nos impliquemos para llevarla con cariño por las calles", confirmaba con una particular sensibilidad. Las lágrimas de alegría y júbilo no faltarán en una jornada tan señalada como la del 17 de septiembre cuando el obispo imponga la corona en el pontifical del mediodía. Tal día como ayer en el año 1992, un 14 de septiembre, recuerda Julio Reyero como se recibe una carta del obispado negando la petición de Coronación que la Orden había enviado a la diócesis.

Daniel Borrego, es otro de los hermanos que ha colaborado en la historia Servita. El músico actualmente dirige el coro de San Felipe Neri. Además, también forma parte de la cuadrilla de cargadores. "Cuando Ramón Velázquez estuvo cuatro años de capataz tuve la oportunidad de entrar en la cuadrilla, desde este momento pasé a formar parte de la cofradía", declaraba el compositor. Nunca ha tenido un cargo institucional en la hermandad, aunque "mi papel ha sido el musical". Madre de los Servitas y Montesenario son marchas compuestas por el músico dedicadas a la Virgen de los Dolores. Un fervor y una devoción impregnada desde antaño en el corazón de los servitas.