El colegio público Adolfo de Castro de Cádiz cerrará sus puertas en un futuro próximo. Sus alumnos pasarán al colegio Fermín Salvochea, igual que lo harán sus profesores. La fusión de ambos centros, más bien la absorción, de ambos colegios se produce después de que en el presente curso el centro del barrio del Cerro del Moro tenga sólo 33 alumnos matriculados. De ellos, unos nueve escolares, se unen en un mismo grupo: son los que tienen de 3 a 8 años.

El resto de alumnos del centro, como se explica desde la AMPA, son 12 alumnos matriculados en sexto de Primaria y a los que no afecta la fusión porque estudiarán el año que viene en un instituto, posiblemente el Rafael Alberti; otros ocho de quinto de Primaria y cuatro de cuarto de Primaria. Estos dos cursos están también unidos en un mismo grupo. Números exiguos que, finalmente, llevarán al cierre del centro.

Vladimir Jiménez, de la AMPA del centro, afirma que son cifras y agrupación de alumnos "propias del entorno rural". Llama la atención, de hecho, los alumnos que comparten aula entre los 3 y los 8 años: desde primero de Infantil hasta tercero de Primaria. Es evidente que la situación obliga al profesorado a hacer un esfuerzo extra para atender a todos estos alumnos de características, ritmos e itinerarios educativos tan distintos.

Esta situación viene dada por la baja natalidad de la capital gaditana, con unos datos que amenazan con ser peores en los próximos años, y a la elección de los padres que se decantan por educar a sus hijos en centros concertados. De ahí nace la demanda de distintas asociaciones escolares, como la Flampa, que abogan por una prioridad de la enseñanza pública ante los conciertos que consideran "excesivos" con los centros de titularidad privada.