Cádiz

Cambios

DeFINITIVAMENTE estamos en una época decisiva, en un momento en el que toca ser valientes, coherentes y consecuentes y llevar al terreno cambios que supongan una mejora general y particular. Eso es lo que han hecho a lo largo de los siglos todos los que nos predecedieron en esto de las cofradías. Los que en Columna, por poner un ejemplo, decidieron un día sustituir el templete por un palio; o los que en muchas ocasiones decidieron 'jubilar' a algunas de las imágenes y encargar otras nuevas que hoy perduran; los que decidieron que Servitas, por poner otro ejemplo más, procesionara en Semana Santa y los que ahora han decidido que vuelva a salirse de la nómina; los que optaron por recuperar hermandades que iban camino de la extinción; los que se atrevieron a fundar otras nuevas que hoy son "señeras"...

La historia de la Semana Santa y de las cofradías es una historia de cambios. Por eso deben verse con normalidad los que ahora llaman a la puerta, esos cambios que están empujando casi por naturaleza pero que algunos son aún reticentes a aceptar y a ponerlos en práctica; están dipuestos a seguir sufriendo los mismos errores y deficiencias año tras año antes que afrontar el cambio, sin echar la vista atrás y pensar que nunca esto fue como ahora y, a buen seguro, nunca lo será tampoco en el futuro.

Viene esta reflexión a cuento de todo lo que hoy en día se viene debatiendo y planteando en torno a la Semana Santa gaditana; la carrera oficial, los días de salida, los cambios de templo...

Una demostración de que todo en la Semana Santa es distinto a lo de hoy lo encontrábamos hace unos días curioseando por la hemeroteca del Diario. Ahí nos topamos con la fotografía de arriba: una imagen del cortejo que acompañó al Resucitado en el año 2004. Un guión tras otro, se vislumbra un amplio cortejo de trajes oscuros celebrando la fiesta de la Resurrección con la procesión del titular de San Antonio. Una imagen hoy venida muy a menos con la salida vespertina de esta cofradía.

Esta foto sirve para plantear un cambio que entendemos mejoraría la Semana Santa: que el Resucitado vuelva a procesionar de mañana (y, si es posible, presidiendo el pontifical en la Catedral y regresando tras el mismo). Y puestos a plantear cambios, ahí van algunos relacionados también con la Semana Santa -sin ánimo de ofender a nadie-: La Virgen de los Desamparados del Caído debería procesionar con palio; El Caminito iría de maravilla con acompañamiento musical; el paso del Perdón debería dorarse; Trinidad de Medinaceli pide a gritos una banda detrás interpretando marchas de corte sobrio (aunque la cofradía no se plantea nada al respecto); el hábito de Columna mejoraría enormemente sustituyendo el fajín morado por un cinturón ancho de esparto (un detalle que está proyectado desde hace unos años en la hermandad, que ya lo vistió décadas atrás, y que posiblemente empiece a verse en 2018); Las Penas debería ejecutar el misterio que en cierto modo está planteado para acompañar al Señor...

Y así, cada uno tendrá otras muchas propuestas de cambio. De cambios que, en definitiva, han marcado la historia de las hermandades y seguirán produciéndose. Le pese a quien le pese.

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