Aplausos al fondo, rechazo a la forma

Antes de las elecciones, era opinión generalizada entre la ciudadanía que la propaganda de los logros del Ayuntamiento era machacante y excesiva en las pantallas LED distribuidas por Cádiz. Ayer, tras leerse en las mismas "estas pantallas ya no serán más una herramienta de propaganda municipal", los gaditanos se debatían entre aprobar sin discusión la medida del nuevo alcalde, José María González, y aplaudirla pero rechazando la manera en la que se ha hecho, considerando que Por Cádiz sí se Puede estaba realizando un "autobombo a la inversa". El mismo alcalde en su cuenta de Facebook recibía casi 200 comentarios tras publicar una entrada con este texto: "Pequeñas cosas para empezar a cambiar la forma de hacer política. Se acabó usar recursos de toda la ciudadanía para la propaganda y el autobombo". Si bien la mayoría le mostraba su apoyo, no eran pocos los que le regañaban, en buen tono, y le acusaban de "contradictorio". Y aunque en principio no se habló de la duración del mensaje, ayer, quizás por la polémica suscitada más por la forma que por el fondo, PCSSP decidió que el aviso durase sólo 24 horas, eliminándose en la medianoche de ayer.

El apagón de la propaganda se había producido el lunes a las doce de la noche. Las pantallas, además del citado aviso, que se repetía cada poco tiempo sin una frecuencia fija, emitieron publicidad de firmas privadas como un parque acuático, coches o licores, así como información sobre conciertos en la ciudad, los horarios de las farmacias o el tiempo, entre otros servicios. Ante una de las ubicadas en la avenida, a la altura del parque de Varela, Toñi Bernal destacaba la necesidad de acabar con el "autobombo", pero lamentaba que el alcalde "se crea que somos tontos y tenga que explicarlo". A su lado, Antonio Gutiérrez recordaba que "últimamente lo de Teófila fue un bombardeo, incluyendo las letras que pedían que la votaran".

En la plaza de San Juan de Dios, cerca de la gran pantalla de la plaza de Sevilla, Luis Flores, en tertulia de amigachos ante la estatua de Moret, veía "bien" la medida de Kichi y aprovechaba para pedir "la eliminación de los símbolos franquistas del callejero". Muy cerca, Ignacio Rodríguez, vendedor de la ONCE, calificaba de "genial" el apagón y negaba que fuera a su vez un autobombo del propio alcalde. "Está bien anunciado, para que se enteren los gaditanos. Ya está bien de despilfarro con las necesidades que tiene la ciudad", añadía. Juan Mendoza opinaba, mientras compraba un cupón, que la supresión de la propaganda "es algo necesario". Según este gaditano las pantallas "deben realizar solamente un servicio público que sea rentable para Cádiz".

José María González justificaba la decisión en el Ayuntamiento tras reunirse con la Asociación Amigas al Sur. "La primera medida era la bajada de sueldo de los concejales y la segunda era eliminar la propaganda institucional que había venido haciendo este ayuntamiento saliente. Nos parecía que era una forma importante de transmitirle a los gaditanos que las cosas están cambiando", explicaba en torno al explícito aviso. Insistió en la necesidad de mantener la información general de tipo cultural, literario, farmacias de guardia, del tiempo, mareas... "pero eliminar toda esa política de maquillaje que se utilizaba de alguna manera: como que en Cádiz estaba descendiendo el paro, o que aumentaba la carga de trabajo de la bahía... todo eso que los gaditanos veíamos en las pantallas y en los autobuses y pensábamos que esto no podía estar pasando y ¿qué Cádiz es ese que yo no reconozco?".

También se refirió el alcalde a la investigación de la financiación de las pantallas, siempre planteada por la oposición al equipo de gobierno de Teófila Martínez. Según González "la auditoría que se va a poner en marcha va a poner la lupa en cada uno de todos esos elementos".