Hostelería

Abre en Cádiz La Flaca Bar, un "concepto diferente" dentro de la hostelería gaditana

  • Ubicado en la calle Beato Diego de Cádiz, ofrece platos de la gastronomía andaluza con una cocina abierta hasta las 19.30 horas

  • Destaca su original y llamativa decoración, realizada por el artista local Emilio Santander

La encina que sobresale en el interior del local.

La encina que sobresale en el interior del local. / Julio González

"Un concepto diferente". Estas palabras las repite un ilusionado Javier Boubeta mientras habla del nuevo local que acaba de abrir junto a su socia Conchi Lechugo: La Flaca Bar. Ubicado en la calle Beato Diego de Cádiz, donde antes estaba La Tapería del Beato, lo cierto es que este establecimiento no se parece en nada a su antecesor ni en el fondo ni en la forma.

Con un decoración muy original y llamativa, Javier tenía claro a la hora de poner en marcha este proyecto que debía salirse de la oferta actual: "Yo no soy ni mejor ni peor que nadie, soy diferente, pero he querido basarme en mi experiencia y arriesgarme con esta propuesta". ¿Y cuál es su propuesta? Un restaurante en el que los clientes puedan comer sin prisas, hasta bien entrada la tarde, y en el que luego puedan disfrutar de un espacio común basado en la música y la cultura.

El establecimiento se ha renovado por completo. El establecimiento se ha renovado por completo.

El establecimiento se ha renovado por completo. / Julio González

"Yo crecí en los años 80 y te podías tomar una cerveza en El Barril o La Marea y comer a las cinco o las seis de la tarde. Hoy no. Hoy todas las cocinas están cerradas a las cuatro o cuatro y media de la tarde. Por eso pensé que sería una buena idea tener la cocina abierta desde las doce y media hasta las siete y media de la tarde. Y luego, a partir de esa hora, apostar por los cócteles y copas y una carta fría de conservas y chacinas de calidad. Ya ha venido gente a comer a las seis de la tarde y estaban alucinando de poder hacerlo a esa hora".

También tenía claro Javier que la carta estaría basada en platos "sin pretensiones, de la gastronomía andaluza, con buenos precios y bien presentados". El empresario gaditano defiende una vuelta a lo sencillo, en la que el cliente disfrute de una experiencia completa en un ambiente distendido. "No me gusta la carta de 55 platos, si no que sea concisa, de mercado... Yo voy todos los días a la plaza, en mi nevera no hay nada congelado. Cada día hay uno o dos guisos basados en las compras que hacemos. Mi objetivo es salirnos del contexto que hay hoy de guirilandia: Precio, calidad y contundencia en los platos. Que la gente diga que bien he comido aunque sean las seis de la tarde".

Pepa, Conchi, Alicia y Marina. Pepa, Conchi, Alicia y Marina.

Pepa, Conchi, Alicia y Marina. / Julio González

Para dar forma a este concepto Javier se ha rodeado, además de Conchi, de un equipo con una gran experiencia en el sector de la hostelería y en el que confía plenamente: Alicia, Marina, Juanma y Pepa, conocidos de Boubeta, quien tenía claro que con ellos esta aventura tendría sentido.

En cuanto a la decoración, otra de las grandes bazas del local, ha ido de la mano del artista Emilio Santander, con quien ha ideado un paisaje que se mueve entre la naturaleza, el arte y la historia y del que sobresale una encina que hace las veces de lámpara. "Con la única persona que yo podía hacer esta bendita locura era Emilio Santander, aguja de oro de este año y que ha hecho otros locales conmigo como la Taberna Pirata Nueva Hispaniola. Porque esto no es una decoración al uso y él es un artista".

Interior del establecimiento. Interior del establecimiento.

Interior del establecimiento. / Julio González

Además de sus mesas y barriles para comer y beber, el local cuenta con un escenario ya que para Javier "era importantísimo que tuviera que ver con la música: ópera, flamenco, carnaval, pop, presentaciones de libros... la decoración será viva y cambiante y todo estará relacionado con la cultura. Por aquí van a pasar muchos artistas de la zona y que vengan a Cádiz".

Uno de los que seguro visitará La Flaca Bar será Enrique Bunbury, quien animó a Boubeta a dar un paso más en la hostelería tras haber dejado unos meses antes la gerencia de La Azotea del Alquimia. "Todos los veranos en agosto Enrique Bunbury y yo pasamos el día juntos por la amistad que nos une desde 1997. Él es una gran enamorado de Cádiz y me preguntaba qué iba a hacer: yo le dije que si volvía a la hostelería tendría que ser algo diferente, que me divirtiera y que no me supusiera un sacrificio. Hablamos de Pau Donés, quien era muy amigo suyo y con quien yo trabajé en la gira de La Flaca, y de su filosofía de vida, y de ahí surgió el nombre del bar".

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