“Salvar vidas y ayudar a los pacientes es muy gratificante”

Pregunta.–¿Qué le motivó a dedicarse a la especialidad de cardiología?

Respuesta.–Desde que empecé la carrera de Medicina, siempre me han llamado la atención las enfermedades del corazón. Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, especialmente en países desarrollados como España. Me parecía una especialidad crucial para la salud pública.

P.–¿Cómo es trabajar con el corazón de las personas?

R.–Es interesante y muy gratificante. Habitualmente tratamos enfermedades graves, y ver cómo un paciente mejora tras el tratamiento es realmente reconfortante.

P.–¿Cuáles son los principales factores de riesgo cardiovascular que observa en su consulta?

R.–Los factores clásicos: tabaquismo, sobrepeso, obesidad, dislipemias -como la hipercolesterolemia familiar-, hipertensión arterial y diabetes. En Andalucía estos factores están bastante presentes.

“La inteligencia artificial será una herramienta indispensable en nuestra práctica clínica diaria”

P.–¿Qué es lo más importante para cuidar el corazón?

R.–Llevar un estilo de vida saludable. Esto incluye mantenerse activo, evitar el sedentarismo, tener un peso adecuado, comer de forma equilibrada evitando grasas y azúcares, y controlar enfermedades crónicas.

P.–¿Qué papel tienen el tabaquismo y el alcohol en la salud cardiovascular?

R.–El tabaquismo es uno de los factores de riesgo más importantes, sobre todo en la enfermedad isquémica. Evitarlo es clave para prevenir problemas cardíacos. El alcohol también debe consumirse con moderación.

P.–¿Y el deporte?

R.–Es fundamental. La actividad física ayuda a controlar el peso, los niveles de lípidos y la glucemia, y mejora la salud cardiovascular en general.

P.–¿Qué impacto tiene el estrés y el estilo de vida?

R.–Un estilo de vida no saludable -sedentarismo, mala alimentación, sobrepeso- perjudica claramente al corazón. El estrés crónico también tiene efectos negativos, ya que provoca liberación continua de catecolaminas y cortisol, lo que afecta negativamente a los vasos y al corazón.

“Las técnicas de cateterismo han evolucionado mucho, especialmente los implantes valvulares por catéter”

P.–¿Y el consumo de cafeína?

R.–En cantidades moderadas no representa un problema. Sin embargo, en exceso, recomendamos evitar estimulantes como cafeína, teína o bebidas energéticas, especialmente en pacientes con trastornos cardíacos.

P.–¿Qué síntomas deben motivar una consulta con el cardiólogo?

R.–Los más frecuentes son disnea (falta de aire), palpitaciones y dolor torácico. Si una persona siente dolor en el pecho relacionado con el esfuerzo y que mejora con el reposo, debe acudir de inmediato a urgencias, ya que podría tratarse de una isquemia.

P.–¿A qué edad comienzan los problemas cardiológicos?

R.–Depende del tipo. Las enfermedades degenerativas valvulares suelen aparecer a partir de los 70-80 años. Los problemas coronarios suelen surgir a partir de los 40-50 años en personas con factores de riesgo. Y existen enfermedades congénitas, como alteraciones valvulares o eléctricas, que se presentan desde el nacimiento.

P.–¿Qué avances recientes destacaría en cardiología?

R.–En los últimos años hemos tenido avances importantes en el tratamiento farmacológico de la insuficiencia cardíaca, la obesidad y la diabetes. Además, las técnicas de cateterismo han evolucionado mucho, especialmente los implantes valvulares por catéter, que son esenciales en el tratamiento de enfermedades valvulares degenerativas, comunes en personas mayores.

“La tecnología ha revolucionado la cardiología, especialmente en el diagnóstico”

P.–¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías en la cardiología?

R.–La tecnología ha revolucionado la cardiología, especialmente en el diagnóstico. Contamos con ecocardiografía de alta resolución que permite detectar problemas estructurales y funcionales con gran precisión. Esto ha cambiado completamente el abordaje diagnóstico y terapéutico.

P.–¿Cómo imagina el futuro de la cardiología en los próximos 10 años?

R.–La inteligencia artificial ya se está integrando en varias áreas como la ecocardiografía y el intervencionismo coronario. A medida que acumulemos más datos, será una herramienta indispensable en nuestra práctica clínica diaria.

P.–¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?

R.–Es muy gratificante ayudar al paciente, ver cómo mejora, cómo recupera su capacidad funcional e incluso salvar vidas. Aunque es una especialidad exigente y que requiere estar en constante actualización, es increíblemente satisfactoria.