Desde mi cierro

Pedro G. / Tuero

Dos miradas

11 de abril 2016 - 01:00

Porque siempre recuerdo y he admirado esas almenas o azoteas, vistas y rincones de ésta, nuestra isleña calle de Mazarredo. Y era con ese delicado y exacto pincel donde plasmaba en su lienzo esos bonitos detalles que digo, mi primo Paco Salado, además de amigo de siempre.

Calle Mazarredo de nuestra niñez y de aquellos tiempos de amoríos y devaneos, que nos fuimos formando para lo que se nos venía encima y cómo afrontar esos momentos de fatalidades e infortunios o también de venturas de chiripa.

Y digo todo esto porque hace unos días, en el Centro de Congresos, se inauguró una exposición sobre pinturas y otros diseños de él, de Paco Salado. Bonita muestra que lleva por título Dos miradas. De ahí, la importancia y el sentido de esta exposición, pues el visitante interesado tiene a su disposición lo que el propio autor llamó y explicó el día de la apertura: una mirada hacia lo figurativo y la otra hacia lo abstracto. Por eso, ese magnífico cuadro y enorme por su extensión que el visitante encuentra al fondo de la exposición y que hace alumbrar al resto de las obras, es lo más figurativo que pueda observarse, es una espléndida "fotografía" de nuestra bahía desde Cañorrera (óleo sobre lienzo, 240 x 130 centímetros).

Y luego, el contraste, una serie de elementos expuestos que no tienen nada que ver con ese cuadro que comento, que es lo abstracto por excelencia. Y todo, porque mi querido Paco, de siempre ha sabido jugar y con mucho arte con esa dicotomía o doblez entre un estilo y otro. Y así, hasta el próximo viernes, queda expuesta esta interesante muestra a la cual invito a mi curioso lector. Que, estoy segurísimo, no le defraudará.

Y hablando de miradas, qué me gustó la fotografía que vi en este Diario de mis alcaldes isleños. Representantes de este último tiempo de democracia. Mi querido, respetado y admirado, Antonio Moreno, de quien tanto aprendí. Manuel de Bernardo, quien más lo sufrió, pero de tan buenas intenciones que no debemos de olvidar. Y Pepe Loaiza, aún presente por todo lo que hizo -tan bien- y aún todo lo que queda. O, la señora Cavada/Cabada, la de ahora, que ya veremos. Pero bueno, bonito detalle, Patricia.

Doble mirada, acordándome de Paco, que hay que tener para saber andar por estas calles o por la playa. Y lo digo porque habrá que tener también esa doble mirada este verano, si es que sale adelante la propuesta de "la playa para perros" -perdón, mascotas-, ya que en esos paseos playeros a los que estamos obligados los mayorcitos por el jodido colesterol y otros achaques, no vaya a ser que pisemos, a talón descubierto, esas benditas caquitas que depositan sin mala intención los mimados perritos. Ojo al suelo, mi despistado lector.

Y mira por dónde, llegó mi Rocío, como advertí el otro día. Tan bonita y guapa como su madre. Un lujo más para este avejentado abuelo.

stats