Unas vallas en la trasera de la Casa Lazaga ponían en alerta ayer del estado de precariedad de este palacio, de propiedad municipal desde que lo adquirió en 2005 y que necesita una atención inmediata. Según denunciaba el Partido Popular (PP), se habían caído unos cascotes hacia la calle, lo que había obligado a proteger la zona para evitar el peligro a los viandantes.

Hace unas semanas fue en la calle Real donde un vallado temporal limitaba el paso ante la fachada principal del edificio. La caída de los cristales de una ventana, por influencia del fuerte viento de levante que imperaba ese día, habían llevado al Ayuntamiento a acordonar el lugar. "Se han desprendido cascoques hacia la calle, dentro se han caído forjados y parece que se han perdido unos frescos de la antigua capilla del palacio", ponía sobre aviso el presidente local del PP, José Loaiza, que difundía por las redes sociales la estampa de ayer de la trasera de la Casa Lazaga. La desaparición por los efectos del tiempo, la humedad y la falta de intervención de estos frescos ya había sido advertida por el concejal popular Ángel Martínez durante el pasado pleno.

En esa sesión, el estado de conservación del edificio había sido tema de debate, precisamente, por una moción que presentaba Ciudadanos (C's) en la que pedía un estudio para conocer en qué situación se encontraba tanto este inmueble como la antigua sede de la Cruz Roja. Era el paso previo para conocer si eran necesarias obras de consolidación. Fue aprobado. "En septiembre de 2015 -recordaba ayer Loaiza- se pararon las obras que se hacían para que no se perdiera el edificio y desde entonces se tiene abandonado". Porque a los problemas que van surgiendo en la estructura, se suma que ha estado siendo usado sin el consentimiento municipal, "con independencia, además, de la seguridad que pueda haber dentro", añade el líder popular.

Se refería el ex alcalde isleño a la paralización de las obras de urgencia que sufrió el edificio por problemas con la empresa adjudicataria y cuyo contrato se ha conseguido rescindir satisfactoriamente. Una parte de esos trabajos de consolidación están certificados y para completar lo que es necesario ejecutar, según el análisis de los técnicos municipales, habría que sumar al presupupuesto previsto inicialmente de 478.000 euros una cuantía de 90.000 euros. El objetivo de esa actuación será confirmar la estanqueidad del inmueble para evitar que las filtraciones de agua afecten al interior de esta histórica casa. Habría que intervenir en cubiertas pero también asegurar ventanas y retirar cristales.

Otra cuestión sería la rehabilitación del edificio, que necesita una importante inyección económica, como reconoció la concejala de Desarrollo Urbano, Claudia Márquez, en el pleno mencionado. Por ello se trabaja en la posibilidad de la entrada de inversión privada, vinculada al uso que pueda tener el edificio.

Mientras la Casa Lazaga hace visible sus problemas, "y el Ayuntamiento deja que se caiga", criticaba José Loaiza.